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Salud y Economía Después de la Pandemia

Hablemos de Economía

La salud y la economía van de la mano en el desarrollo y crecimiento de un país y en el caso de Guatemala, no es la excepción.

Este es un tema muy complicado de tratar, ya que si se descuida la salud no hay vida y por ende no hay economía, entonces debemos ser cautos en cómo debemos llevar la nueva forma de interactuar después de la pandemia.

Quedará muy claro que muchas personas perderán sus empleos, otros van a perder familiares, otros van a perder sus propiedades, otros van a perder sus pequeños negocios y muchos van a perder sus vidas.

Se dice que el comercio electrónico será la nueva modalidad para hacer negocios a partir de ahora y que el teletrabajo será una parte fundamental en el desarrollo de las empresas.

Hasta el día de hoy se tiene contabilizado más de 6 millones de casos de Coronavirus en todo el planeta de los cuales más de 3 millones son activos, más de 390 mil muertos y más de 3 millones de recuperados.

Esto realmente nos pone en que pensar y lo único que se nos viene en mente es una pronta vacuna que nos inmunicé a todos por igual, no obstante, para que esto suceda debe pasar por varias fases clínicas (pruebas en animales y después en humanos), luego la producción y registro de patentes y por último la distribución a nivel mundial, por lo que para que llegue a países como el nuestro tardará muchos meses y mientras tanto habrán contagios masivos por doquier.

Según el sitio la vanguardia.com la expansión del Coronavirus ha limitado la expansión de muchas empresas, ha afectado a los mercados y ha influido en la bajada del precio del petróleo.

Por otra parte, la presencia del Coronavirus Covid-19 en China ha provocado una contracción del 2% en la producción manufacturera del país durante los últimos meses y ha causado ya una perdida estimada en más de 50,000 millones de dólares a la economía mundial, que revela un estudio divulgado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

En el caso de Guatemala en particular no es la excepción que a pesar de contar con la economía más grande de la región, el golpe será devastador. Según el Ministerio de Trabajo (Mintrab) se han perdido alrededor de 346 mil empleos y cientos de empresas han quebrado.

Por lo que puntualmente, Guatemala destinará 3.6% del Producto Interno Bruto (PIB) para enfrentar la crisis sanitaria del Coronavirus, lo que equivale unos Q 19 mil 800 millones en el 2020.

Ahora bien, con respecto a la salud tenemos un sistema totalmente colapsado y totalmente precario y muchas veces en condiciones infrahumanas donde los pacientes tienen que ser atendidos en los pasillos de los hospitales y compartir camas con otros. Pero esto es lógico, debido a que Guatemala tiene 40 años de no invertir en la Salud Nacional de los guatemaltecos y apenas los gobiernos solo han invertido menos del 2% en ella, al igual que en la educación.

Hace un par de meses la Universidad de Singapur hizo una gráfica del progreso del Coronavirus en Guatemala, que por cierto muy interesante y bastante acertada que a continuación dejaré por acá.

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Noten que el pico de la pandemia en la curva empieza a mediados de abril y llegó a su punto máximo en el mes de mayo y principios de este mes de junio, a partir del próximo mes de julio según estimaciones que revela dicha gráfica la curva de contagios habrá descendido casi a un 97% y a finales de dicho mes a un 99% según lo que ellos calcularon y si nos damos cuenta el Gobierno de Guatemala pretende la reapertura total del país en 45 días que es exactamente a finales de julio. Pero para eso la población debe de pasar por 4 fases que van desde la 0 hasta la 4 y en cada una de ellas hay un preparación de desescalada de 14 días entre cada una de ellas.

Ahora bien, a finales de mayo escribí un tweet que va acorde a lo que menciono anteriormente, y es el siguiente: “Ninguna estrategia gubernamental funcionará en el país. Si su población desacata las restricciones puesta por el gobierno y si las autoridades no aplican castigos severos para quienes desobedezcan. Por eso la importancia de tener un pueblo educado y disciplinado es fundamental en una crisis”.

No obstante, la estrategia de aislamiento no es sostenible a largo plazo, pues el daño económico sería catastrófico.

Sin embargo, hay 3 formas de salir de este lío:

  1. Vacunación: Tardaría al menos 12 meses, sin embargo, según el laboratorio de Oxford en Londres, Inglaterra ellos tendrían una vacuna ya probada y funcional en septiembre de este año. Una vacuna debe de dar inmunidad contra el virus. Si se vacuna al 60% de la población, y si el virus no es capaz de causar brotes, se alcanza la inmunidad colectiva.
  2. Inmunidad Natural: Faltan al menos 2 años. Un número suficiente de personas desarrollará inmunidad, tras contraer la infección.
  3. Otra opción es cambiar permanentemente nuestro comportamiento como sociedad para mantener una baja tasa de transmisión.

Por último para culminar, las reglas del juego que el gobierno quiere que se cumplan al 100% para que podamos volver asimilar la vida normal que teníamos antes, son demasiada sencillas y fáciles de cumplir, pero se necesita que las personas tengan conciencia de sí mismas y para con los demás, para no infectarse ellos y a los otros, pero sobretodo tener un buen sentido común, que lamentablemente el guatemalteco en general por su tremenda terquedad e ignorancia carece de ello. Las reglas son las siguientes:

  1. Lavado de manos con agua y jabón o gel con alcohol.
  2. Cubrirse la boca al estornudar o toser.
  3. Mantener superficies limpias.
  4. Evitar tocarse los ojos, nariz y boca.
  5. Mantener el distanciamiento social, por lo menos 2 metros.
  6. Usar mascarillas todo el tiempo.
  7. Salir de la casa, solamente si es necesario.

Esto será la nueva modalidad de vida que nos tocará llevar después de la pandemia, para mientras sale una vacuna que como bien dije anteriormente nos inmunice a todos por igual o algún tratamiento que quite el virus en pocos días.

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Alexander Mayorga Ruiz

Ingeniero Industrial Egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Maestría en Administración de Empresas y Maestría en Marketing ambas otorgadas por la Universidad Mesoamericana, Diplomado en Logística por el Tecnológico de Monterrey, México. Postgrado en Finanzas por la Universidad Galileo. Diplomado en Key Account Management por Panamerican Consulting Group. Fue Catedrático de Mercadotecnia en Curso de vacaciones en la Facultad de Ingeniería de la USAC. Actualmente es Gerente Comercial de la empresa PROMEQUI y Socio Gerente en Flagger Medical la cual se dedica a la comercialización y distribución de material médico descartable. Asesor y Consultor para Pymes en Guatemala.

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