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Justa justicia

Ventana Cultural

Nada es injusto cuando se realiza de acuerdo a las leyes de la naturaleza, se vuelve injusto cuando no están acorde a ella.

Todo el tiempo se escucha hablar de la justicia y de la injusticia, que no es justo lo que le hacen a tal persona, que es justo que reciba esto porque me lo merezco, es justo que se le arreste por sus crímenes. Pero ¿Qué es la justicia? ¿Es la que nosotros vemos o la que viene desde arriba? Realmente es una muy buena pregunta y vamos a tratar de destapar este velo que cubre nuestros ojos.

Le llamamos justicia a aquello que es bueno para nosotros, que sentimos que nos merecemos, pero realmente ¿Nos merecemos todo lo que nos está pasando? ¿Todo lo negativo que nos hace tambalear? La verdad, no lo creo.

La naturaleza obra en un orden maravilloso, una esencia única que es lo justo, la justicia es el orden con que se dan las cosas, la justicia es darle a cada quien lo que se merece según su naturaleza, la justicia es el gobierno de lo sutil sobre lo material, la justicia obra de mil maneras, quien no conoce el orden de la naturaleza, cree, en su ignorancia, que es injusto todo lo que está pasando, porque los criminales, eso le han hecho creer, lo que es injusto para la personalidad, no lo es para el alma.

El hombre justo demuestra que lo es no por lo elocuente de sus palabras, sino, por la coherencia de sus actos y pensamientos, aquel que pone en balanza todos sus actos y los mide, el hombre justo hace lo que debe y no lo que quiere, da lo que puede y no lo que no tiene, hace más de lo que se le pide.

Lo justo siempre es un acto de valentía, un acto moral, acatar las leyes es un acto de disciplina, respetar las leyes de la naturaleza y de Dios es deber del hombre digno, no crea sus intereses, más eleva su alma para alcanzar su ideal.

Encontraremos a un hombre justo a aquel que actúa con la justicia en sus manos y en el corazón, aquel que se juzga a si mismo y enmienda sus errores, aquel que pone la mano en el corazón para seguir su propio ideal, aquel que, aun siendo un ciudadano común, entrega su vida y su trabajo a la sociedad que lo vio nacer.

El hombre justo ama la virtud en todas sus formas, admira a aquel quien se trabaja para dominar sus impulsos, y que no espera más recompensa que saber que ha hecho un buen trabajo, templando su alma cual arquero templa la cuerda del arco y el músico que lo hace con la lira.

La complacencia con las propias debilidades constituye la más inmoral de las injusticias, el hombre justo es capaz de rehusar todo aquello que lo limite, sabe lo que quiere y negarse cuando es necesario.

Entonces podemos contestar a nuestras interrogantes, ¿Qué es justo y qué es injusto? Dentro de la naturaleza, como todo lleva un orden esencial, es justo, porque deviene de la virtud, la virtud deviene del amor y el amor de Dios, nada es injusto cuando se realiza de acuerdo a las leyes de la naturaleza, se vuelve injusto cuando no están acorde a ella, cuando la justicia prevalece en el hombre que la pone en práctica, sin buscar el beneficio propio, ni se vanagloria de llamarse un hombre justo cuando sus actos no lo demuestran.

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Claudia Alexandra Figueroa Oberlin

El arte siempre lo llevé de la mano con la literatura, me dediqué al teatro, a la danza por más de quince años, y a las artes marciales, ahora soy miembro de diferentes asociaciones y academias de poesía: Asociación Actuales Voces de la Poesía Latinoamericana, donde participo con crítica literaria, Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, América Madre, Unidos por las Artes, Movimiento Literario de Centroamérica, y locutora de la radio el barco del romance con el programa Una Ventana al Mundo, donde hablo de los viajes, la historia y la cultura, recito poemas y leo cuentos o fragmentos de otros autores y propios.

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