Reapertura, ineptitud y responsabilidad
Al final, la mentalidad imperante en este país es que el ciudadano, que más bien se percibe como súbdito, debe sacrificarse en aras de salvaguardar al sacrosanto Estado, que no es otra cosa más que políticos y burócratas corruptos e ineficientes con poderes ilegítimos y excesivos.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo