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Momento de elegir

Políticamente Incorrecta

Los que cambian libertad por seguridad van en una clara espiral hacia abajo.

Cómo en cualquier campo, en la política no existen líderes perfectos. Sin embargo, para mí, uno de mis presidentes favoritos será siempre el Ronald Reagan. Junto a la Canciller de Hierro, la Primer Ministro Margaret Thatcher, el Primer Ministro Winston Churchil, los padres fundadores de los Estados Unidos Alexander Hamilton y James Madison, son de mis políticos favoritos.

Todos, sin excepción, cometieron errores. Sin embargo, han dejado contribuciones trascendentales a la humanidad dadas en momentos claves de nuestra Historia. Su legado trascenderá a cualquier berrinche de Antifa, de Blacklivesmatter, y de cualquier otro grupo de resentidos dementes que quieran derribar sus más que merecidas estatuas.

En esta oportunidad quiero enfocarme en uno de los discursos magistrales del Presidente Reagan, pronunciado el 27 de octubre de 1964 titulado “Momento de elegir”. (Fragmentos con subtítulos en español) 

https://www.reaganlibrary.gov/sreference/a-time-for-choosing-speech

Con frecuencia se nos dice que debemos elegir entre izquierda y derecha, pero Reagan dice que la elección es hacia arriba o hacia abajo. Arriba para quienes defienden la libertad y el estado de derecho, abajo para quienes defienden el totalitarismo, o cualquier forma opresiva de gobierno. Los que cambian libertad por seguridad van en una clara espiral hacia abajo.

En esos entonces, como ahora, el presidente de turno aducía que los ciudadanos debían aceptar una mayor injerencia del gobierno en sus vidas privadas. Como ahora, en esos tiempos decían que había que aceptar al estado benefactor, al socialismo democrático, y que la libertad individual no ayuda a resolver los grandes problemas de la humanidad. El Senador Fullbright (de cuyo nombre vienen las famosas becas) llegó al colmo de decir que la Constitución estaba pasada de moda. ¿Suena familiar?

Fulbright se refirió al presidente Lyndon Johnson, un Demócrata (cómo cosa rara… sarcasmo) cómo su “líder” y “profesor moral”. Según Fullbright, la Constitución tenía a Johnson limitado y argumentaba que había que liberarlo para que hiciera con su país “lo que pensara era mejor”. ¿Suena familiar?

Cómo Reagan, coincido que un gobierno no puede controlar la economía sin controlar a la gente. Y cómo hemos visto en los últimos tiempos, el nombre del juego es precisamente controlar. Tradicionalmente, se usaba la fuerza y la coerción para lograr ese control.

En este 2020 han puesto en práctica la diseminación del pánico como herramienta principal para controlar a la población.

Cualquier político con dos dedos de frente sabe que ningún gobierno en la Historia de la humanidad ha hecho nada ni más eficientemente ni más económico que la iniciativa privada. Los gobiernos son pésimos empresarios, y sus empresas sólo subsisten apuntaladas con subsidios y medidas proteccionistas.

Interesante que el gobierno demócrata trató en ese período de pasar una ley que encarcelara a los agricultores por no llevar sus libros tal y cómo el gobierno quería, confiscar fincas y tierras para revenderlas, y eliminar 2 millones de agricultores. Obviamente, también hicieron mucho más grande el Departamento (ministerio) de Agricultura. Curiosamente, 66 cargamentos de granos para Austria desaparecieron mágicamente sin que el barco saliera del puerto. Fue también la época en que la propiedad privada se volvió un concepto cuasi efímero, el gobierno destruyó obras útiles para construir los famosos “projects” o “guetos” de vivienda barata.

Ningún gobierno, como bien lo dice Reagan, se auto reducirá a sí mismo voluntariamente. Los programas de gobierno, como el impuesto a la gasolina por Mitch, una vez instaurados, jamás desaparecen. El aparato gubernamental es pues lo más cercano a eterno que existe.

Se oponía a que con la excusa de la “búsqueda de la paz” los Demócratas cedieran la subordinación de su país (los Estados Unidos) a las Naciones Unidas. Un ente hipócrita que se enfocaba en las faltas de algunas naciones occidentales pero no en las de la entonces comunista Unión Soviética.

Los Demócratas, para Reagan, pasaron en 1936 de ser el partido de Thomas Jefferson y Andrew Jackson, dos grandes padres de esa patria, a ser el partido de Marx, Lenin y Stalin. Y cómo sabemos hoy día, eso sólo empeoró.

“Ustedes y yo no creemos que la vida sea tan preciosa y la paz tan dulce cómo para ser compradas con el precio de cadenas y esclavitud”, agrega. Hay causas por las que vale la pena morir. Y si no que lo diga Moisés, que pudo decirle a los judíos que vivieran en Egipto resignados a ser esclavos, pero en paz. O Jesús, rehusarse a morir en la cruz por una humanidad ingrata y mezquina. El camino a la paz es pues a través de la fuerza, no de la debilidad.  Valientes, o cobardes.

Reagan vio la libertad individual severamente amenazada en 1964. ¿Qué nos diría hoy día?

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Betty Marroquin

Licenciada en Relaciones Internacionales, especialista en el Congreso de los EEUU.

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