Carta a la juventud…
Ventana Cultural
La juventud, es un estado donde los ideales florecen y los sueños están más vivos que nunca.
Quiero empezar esto con un pequeño pensamiento que tal vez conocemos en teoría, pero se ha olvidado en la práctica: “la juventud se termina cuando se apaga el entusiasmo”. Eso lo decía un famoso psiquiatra de principios del siglo xx, refiriéndose a la juventud en general. El doctor José Ingenieros.
Pero realmente, quiero enfocarme en algo que nos compete a todos. En el momento histórico en el que vivimos, donde la tecnología nos está bombardeando de diferentes maneras, creando nuevas necesidades. El desarrollo que se va generando por todas partes del globo, que nos está alcanzando constantemente, adormeciendo las mentes de los más jóvenes.
La juventud, es un estado donde los ideales florecen y los sueños están más vivos que nunca. Pero quiero pedir algo a todos: No se dejen engañar con lo que les ofrecen. Vivimos en un período donde se valora más lo que se tiene que lo que se es. El corazón del hombre está vacío y de ustedes depende que se llene.
Llenen la vida y lo que les rodea con sus sueños y trabajen para hacerlos realidad. Levanten la mirada y pidan lo que realmente se merecen. Están en una etapa de sus vidas, donde pueden utilizar la tecnología de un modo tal que pueda atraer a otros a ser mejores. Abran los ojos a la vida y sorpréndanse… no pierdan esa capacidad de sorprenderse.
La llama viva que arde en la mirada de un joven, no debe apagarse jamás por una promesa que tal vez no se cumpla. Esa llama que arde a pesar de los vientos huracanados que lo golpeen, a pesar de las oleadas de falta de fe que se interpongan. Mantengan viva la fe en ustedes, porque ustedes son el futuro de nuestros países. Pero si se enajenan, se irán avejentando poco a poco hasta no quedar ni una llama de pureza que se rescate.
Mantengan el entusiasmo en todo lo que hagan. En sus manos está el cambiar el destino de muchos. Todos tenemos talentos diferentes, úsenlos para el beneficio de todos que al final está su recompensa.
Muchos países, donde se les ha ofrecido a la juventud pagarles un sueldo ya sea que trabajen o no, ha sido rechazado; y otros, han logrado que los jóvenes demuestren que, ya sea están buscando trabajo o tienen capacidad de hacer algo para optar a dicho beneficio.
No se dejen engañar con promesas con tintes políticos. Lo más importante que uno puede tener, es la realización de sus sueños. Trácense metas, pongan los pasos a seguir y todo se irá dando. Y cuando los vean cumplidos en un corto lapso de tiempo, sigan adelante. Busquen lo que aman, y todo se moverá, vivan como si fueran a morir mañana, pero no pierdan de vista sus objetivos.
El entusiasmo y la locura son las mejores características de la juventud, tengan hambre de más, para ser completamente mejores, sean ambiciosos y no permitan que una promesa derrumbe sus sueños.
Yo los invito a que sean descabellados, cuerdos en su locura, sigan sus sueños, pongan en ellos sus talentos y háganlos realidad.

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