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A ver qué va a suceder en el nivel local

Tanmi Tnam

La población ignora muchos detalles y parte de ella considera que la enfermedad es ocurrencia de las autoridades.

En discursos oficiales a veces se escucha que ya no hay que hablar del Coronavirus porque suponen que está bajo control. Los datos oficiales que se presentan, siguen generando dudas, confusión y hasta violencia. La población del interior del país ya está cansada y los más empobrecidos siguen esperando alguna ayuda y el hambre hace muchos días que está presente y no se resiste más.

Ahora que empieza a funcionar el tablero de alertas, hay que reconocer que muchas autoridades locales no tienen la salud entre sus prioridades. En realidad, la población ignora muchos detalles y parte de ella considera que la enfermedad es ocurrencia de las autoridades. Los esfuerzos de cada municipio se deben concentrar en evitar la propagación del Coronavirus a través de acciones sencillas, comprensibles y viables. Ojalá que el Ministerio de Salud ponga en práctica la dotación de medicinas a los centros de atención permanentes, personal que aplique pruebas para diagnosticar personas contagiadas por Coronavirus a nivel de caseríos y aldeas. Flexibilizar las restricciones puede ser sinónimo de aumento de más personas contagiadas. Nuestra esperanza es que los verdes no lleguen a rojo dentro de pocos días y que los rojos sean verdes en tiempo prudente. Recordar a las autoridades de todos los niveles, que mucho del éxito puede ser la claridad de la comunicación con la población, el uso de los idiomas regionales, el servicio de las alcaldías comunitarias y el rol coordinado del personal de salud con las alcaldías municipales.

Los actores responsables, deben tener buen tacto al momento de actuar con la población local para que no fracasen las acciones que llevan buenas intenciones, lograr confianza y evitar las contradicciones que lucen entre la información y las decisiones que maneja el gobierno central con las que se generan en el nivel municipal. Hay casos, donde las autoridades locales no tienen las habilidades para hablar con cierta potestad con la población local y entonces se genera confusión y desorden. Mucho cuidado con los mercados públicos en días de plaza, las actividades religiosas y el transporte extraurbano donde asisten personas de aldeas y caseríos dando lugar a la concentración de miles o cientos de personas.

Para muchos alcaldes municipales, los empobrecidos son aliados durante la campaña electoral, al momento de ejercer el poder, simplemente se olvidan de planificar la ejecución de respuestas a las necesidades reales en salud, educación, conservación del medio ambiente y de los distintos componentes que sirven a la plenitud de vida.

Hay que desempolvar y llevar a la práctica, las normas que señalan el porcentaje del presupuesto municipal para atender la salud de las personas de todas las edades, equipar los actuales centros de atención permanente y centros de salud, construir más de estos centros en comunidades que no tienen estos servicios, nombrar personal médico en donde hace falta, dotar de medicina para todas las enfermedades y fortalecer las prácticas de salud con que cuentan los pueblos originarios. La introducción de agua potable debe ser prioridad en todos los municipios y aldeas, especialmente aquellos que por ahora no tienen. Por otra parte, es urgente que las municipalidades atiendan a las familias que verdaderamente necesitan de apoyo en alimentación mínima debido a que todas las actividades que generan algunos centavos durante la semana están en problemas. Es sano insistir en las ventajas del uso de mascarilla, guardar distancia, practicar lavado de manos e identificar síntomas de la enfermedad.

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