El capitalismo es el ave fénix moderna
Sueños…
Al final, los acontecimientos nos indican que la crisis nos enseñará a todos que el mundo tiene que cambiar.
Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud. Estamos en una época de crisis de salud y económica, que abarca el mundo entero. De tal suerte que surgen por todos lados los iluminados que tienen la verdad sobre el origen y causas de los fenómenos, y nos indican que el fin está cerca. Uno de estos grupos, los antisistema, afirman que es el final del capitalismo. Con cierta tristeza podemos observar que “el capitalismo es un muerto que goza de buena salud.” Tantas veces enterrado y vuelto a renacer, con todas sus cualidades y defectos.
Hasta la frase es complicada en sus orígenes y desempeño. Ya que se le atribuye a Pedro Muñoz Seca (1881-1936 en La venganza de don Mendo (1919)). Otros afirman que nace en una comedia de Pierre Corneille en 1643, llamada atinadamente Le menteur, el mentiroso, ya que al final de los agradables efectos se dice «…les gens que vous touez se portent assez bien». Es como la emotiva My way, que la mayoría dice A mi manera de Sinatra, aunque “La voz”, no tuvo nada que ver en componer la música ni los versos, sino que la letra parece que sí es de Paul Anka, aunque la música y la letra original fue de Jacques Revaux, con la intervención de varios franceses más, allá por el lejano 1967.
El asunto es que otros afirman que Corneille tomó la idea de La Verdad Sospechosa (1630), de Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (1581-1639), escritor y dramaturgo mexicano. Sea como sea, en el repertorio popular siempre se escucha y se escuchará que la frase se pronuncia en el Don Juan Tenorio (1844), de José Zorrilla (1817-1893). Al final parece que, como todo, el verdadero autor fue un anónimo miembro del pueblo, y se convirtió en dicho popular sin dueño, sino parte de la cultura popular.
Entonces, parece que por fin el capitalismo clásico toca a su fin. La producción masiva, basada en el cambio tecnológico y la innovación, generador de millones de bienes y servicios para el consumo masivo y el aumento acelerado de la población humana tocó el techo. De continuar va adestruir el planeta, en medio de la algarabía, la fiesta y el consumo intensivo de bienes y servicios inservibles, pero que destruyen todos los recursos del planeta. ¿Cómo será su final?, nadie lo sabe, todos lo intuimos.
La talentosa Mariana Mazzucato, economista de moda, dice que el cambio se orientará hacia el liderazgo de un Estado emprendedor que superará al mercado y se hará cargo, en forma racional, cuasiplanificada de producir, lo suficiente, pero sin exageraciones que permita sobrevivir al sistema de mercado, bajo la tutela completa de un Estado capitalista racional en el sentido Smith-Marx, mejorado. Ella dice “No podemos volver a la normalidad. Lo normal es lo que nos metió no solo en este caos, sino también en la crisis financiera y la crisis climática.”
Mazzucato, afirma, con certeza que el gobierno tiene que ser proactivo: “…Las medidas de austeridad que se impusieron tras la crisis financiera de 2008 fueron lo opuesto a la inversión que se necesitaba para aumentar la capacidad del sector público y (así) prepararlo para el próximo shock del sistema.” (En https://www.bbc.com/mundo/noticias-53597308).
Tenemos un capitalismo basado en dos grandes funciones: el mercado, eficiente, competitivo, generador de riqueza y bienestar para amplios grupos de la población, pero, además destructor masivo del ambiente, generador de grandes desigualdades sociales y provocador de violencia y atropellos en contra de la naturaleza.
La segunda función, el gobierno, generador de derechos humanos, democracia, servicios públicos ampliados y coordinación racional de millones de personas en espacios cada vez más reducidos. Pero, con elevados grados de corrupción, ineficiencia, duplicidad de funciones, ineficiencia y destrucción de los recursos naturales y sociales.
Lo peor de todo, es que no hay alternativa posible. Hay un foco de esperanza. Ya somos conscientes, la crisis es compleja, es múltiple. Es una crisis sanitaria, que puede provocar la muerte y sufrimiento de millones de seres humanos, las medidas de protección generan un segundo impacto; la crisis económica, el desempleo, al aumento de la pobreza, la desnutrición y el desamparo de los millones que viven del trabajo informal; y, el aumento de la agresión humana a la naturaleza, que provoca el cambio climático y las amenazas de confrontación social y desastres naturales de mayor impacto.
Necesitamos generar un liderazgo social que oriente la gran reforma del mundo. La base de un cambio positivo solamente puede provenir de un liderazgo basado en principios. El fortalecimiento de la democracia, el pluralismo ideológico, el respeto a los derechos de la naturaleza y las otras especies de vivir en condiciones naturales. Se tiene que producir para una vida de supervivencia no de hartazgo. Se tiene que generar un sistema en que la base del éxito empresarial no sea la acumulación de riqueza y capitales, sino la igualdad en el consumo, la satisfacción de las necesidades en forma equitativa y solidaria.
Un mundo espera nuestra respuesta. Ojalá sea una solución racional, basada en el respeto a la creación de la vida y la belleza en el planeta Tierra.
Lea más del autor: