Crisis sobre crisis

Guatemala Al Rescate

Pretender montar una crisis política es irresponsable además de perverso y todo esto bajo una sombra de corrupción que enrarece el ambiente.

Nuestro país, se encuentra en estos momentos en una situación crítica marcada por la pandemia del Covid19, no sabemos con exactitud como saldremos de esta crisis tanto en el tema de salud, como en el tema económico, sin lugar a dudas los acuerdos políticos entre los diferentes sectores de la población son fundamentales, porque de no ser así, esta crisis se alargará y aletargará sobre todo en lo económico, produciendo daños catastróficos a la clase media y a los sectores populares, amén de incrementar la pobreza, la pobreza extrema, y el hambre en las familias, así como incrementar y acentuar la desnutrición en una gran mayoría de niños.

Pero lo que resulta verdaderamente interesante, en el escenario que estamos viviendo y que describí en el párrafo anterior, es que un abogado que dice actuar por iniciativa propia, es decir por sus pistolas, que dice que vela por la institucionalidad, que dice que, pensando en el futuro de nuestro país y con toda la buena voluntad, se dio a la tarea de presentar, ante la Corte Suprema de Justicia, un antejuicio en contra del señor vicepresidente de la República, Guillermo Castillo, cuyos magistrados, de manera inmediata, entraron a conocerlo y como por arte de magia, con 9 votos a favor y 4 en contra, deciden declararlo con lugar y remitirlo al Congreso de la República para que los diputados lo conozcan y luego, ante una acción planteada, la Corte de Constitucionalidad otorgó un amparo provisional al vicepresidente, por lo que quedó en suspenso el proceso.

Estas acciones güizacheras y perversas generan una situación peligrosa para la estabilidad política del país en un momento en que hay una crisis sanitaria de pronóstico reservado, la que ha generado mucho descontento en la población, solo hay que recordar algo muy simple, podemos ver y entender cómo puede iniciarse una crisis política, pero no podemos predecir cómo terminará.

El vicepresidente tiene funciones muy específicas que la propia Constitución Política de la Republica le delega, aparte de que le corresponde coordinar los gabinetes económico y social, y temas sensibles como la comisión contra las adicciones y el tráfico de drogas, la Secretaria Nacional de Bienes de Extinción de Dominio, trata de personas, migrantes, y varios consejos institucionales, por lo que su función va atada a las funciones que desarrolla el presidente, por lo que ambos deben de trabajar de manera integrada para lograr un gobierno eficaz.

Esta fractura política que se ha producido entre el presidente y el vicepresidente es muy complicada, ya que si no hay una convivencia apropiada, una coordinación efectiva y respeto por las funciones que la propia constitución les delega a cada uno de ellos, en un futuro muy cercano podríamos tener grandes desequilibrios, que al final repercutirán en lo económico, en lo social y especialmente en lo político, de allí la importancia de que cada uno de ellos cumpla de manera responsable con las funciones que la propia Constitución les delega, a esto hay que aunarle el cisma que provocó la solicitud de antejuicio en contra de 96 diputados, 12 Magistrados de Salas de Apelaciones de la Corte Suprema de Justicia y 6 Magistrados de la Corte de Constitucionalidad, esto, aunado a la fractura en el ejecutivo nos empuja a una crisis política sin precedentes.

El presidente y el vicepresidente, deben buscar una solución negociada a sus diferencias, ambos deben respetar las funciones que a cada uno de ellos les corresponde y que les son asignadas por la Constitución, y recordar que ambos fueron electos por el pueblo, y es a este a quien se deben.

El país no está, en estos momentos, para más crisis, todos los funcionarios deben actuar conforme a la ley, con el propósito y la voluntad de hacer correctamente lo que deben hacer, cumplir con sus responsabilidades y, en momentos que la situación lo demanda, con más razón. Estamos sumidos en una crisis sanitaria, una crisis económica profunda que ha causado graves daños a múltiples sectores de la sociedad, y encima de todo esto, pretender montar una crisis política es irresponsable además de perverso y todo esto bajo una sombra de corrupción que enrarece el ambiente.

UNA GUATEMALA DIFERENTE ES POSIBLE.

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