Síndrome Procusto o Damastes
Anotaciones
Este Síndrome está archi repetido en los trabajos y es disfrazado con el acoso, burlas o ironías.
En nuestras sociedades occidentales las interacciones se basan en la competencia y rendimiento, y está organizada en forma de jerarquías verticales del mando superior que ‘’bajan información’’ a los mandos medios, directores, colaboradores, estructurados en forma horizontal con un jefe o inmediato superior y diferentes tipos de líderes y liderazgos.
Muchas veces la corrupción y burocracia del estado, los ministerios púbicos y privados se quedan en el mismo punto muerto, al seguir haciendo algo o aparentando hacer, sin ir al fondo e innovar y hacer cambios radicales; ya sean estos en las universidades, en la familia o en la vida personal, porque no nos olvidemos que vivimos interconectados con diferentes niveles y tipos de interacciones a lo largo de nuestro proceso de socialización, en este vientre o útero sociocultural para ser, unos seres humanos y ciudadanos o ciudadanas.
En ese proceso de ‘’convertirnos en personas ´´ al incorporarnos al campo laboral ¿cuántos se han encontrado con personas que han frenado sus ideas innovadoras, eso de ‘’escobita nueva barre bien’’ y se han cansado de repetir o escribir proyectos que nunca son llevados al mando superior o han sufrido risas burlonas de sus compañeros de oficina porque sus ideas son ‘’inapropiadas’’ o ‘’soñadoras’’…
En fin el Síndrome Procusto o Damastes se repotencia en el ser humano con sus interacciones, y proviene del Mito griego de Procusto o Damastes que significa: forzar, estirar, cortar o alargar, en ‘’acomodar’’ para los intereses propios sin importar el otro u otra.
Damastes era dueño de una posada en las afueras de las colinas de Ática, hijo del dios Poseidón, dicen que era un gigante, bandido y cruel. Ofrecía posada y hospitalidad, (como una de las grandes virtudes del pueblo griego que hasta hoy hemos heredado) entonces el posadero atendía a los viajantes con afabilidad cuando tomaban descanso y esto era aprovechado al atar en la cama que les había preparado a los viajantes, después de un largo viaje y eran servidos y alimentados, caían rendidos y Procusto los ataba en las cuatro esquinas de la cama de hierro de sus pies y manos, y si a la persona le sobresalían los miembros superiores e inferiores , los ‘’acomodaba’’ cortándolos y también la cabeza si sobresalía; cuando el viajante era pequeño le daba martillazos al cuerpo para descoyuntarlo y alargarlo para que cupiera. En otras interpretaciones se cuenta que el tenía dos camas y de acuerdo al viajero les ofrecía la posada con dedicación su cama ‘correspondiente’. Por supuesto nadie se adecuaba a la cama o mejor dicho al interés de Procusto, quien en estos tiempos sería un depredador o asesino seria, un simple psicópata.
Sus correrías macabras llegaron a los oídos del héroe Teseo, que por cierto , este sería su último viaje y cuando llega a la posada, lo reta en una especie de juego a que Procusto se acueste en la cama para comprobar si su propio cuerpo encajaba en el lecho, y esto es aprovechado para aprisionar y darle ‘’su propia medicina’’.
El Síndrome Procusto está en todas las persona en forma consciente e inconsciente y se manifiesta en la figura o imagen de la intolerancia a la diversidad, y esto lo notamos cuando no se aceptan las diferentes formas de interpretar el mundo, y vence la ‘’diosa razón’’, la creadora de grandes monstruos, de la intolerancia y sombras del inconsciente colectivo, al ser atacada ante lo nuevo, como a las personas innovadoras, migrantes, homosexuales y esto se da mucho en las sociedades cerradas o pueblos tradicionalistas que perciben al ‘’viajero o viajera’’ como extraños o enemigos y los odian a muerte o también las mujeres jefas o directoras de mentalidades dicotómicas, que no perciben las diferentes formas de pensar del personal, que son percibidos como su propiedad, al referirse: ‘’mi personal’’ ‘’mis estudiantes’’ a quienes la tiranía autocrática del pensar causa estragos o traumas innecesarios. Por ejemplo tuve un caso clínico notorio porque rebasó y conmocionó la relación con la jefa que tuvo que intervenir los medios de protección de los derechos humanos y policiales, pues la mente obtusa desacreditaba el profesionalismo y función de la técnica innovadora en las terapias lúdicas de la profesional, no aceptaba en innovar la enseñanza en niñas y niños y cada vez mas tramaba el lecho de Procusto al decir: ‘tiene que entrar al carril’ y es mal ejemplo para ‘’mi personal’’, ‘’aceptar mis órdenes ‘’ ‘’asi se hace y punto´´ ‘’se va ella o me voy’’….
Este Síndrome está archi repetido en los trabajos y es disfrazado con el acoso, burlas o ironías, apatía a la persona diferente para que se canse o renuncie y casi parecido pasa en las familias, cuando los padres y madres autoritarias, creen que los golpes corrigen y hacen fuertes a los hijos y están orgullosos que ellos también fueron golpeados y no son enfermos ni ‘’ gente mala ni asesinas’’; aquí hay que hacer un punto de reflexión y preguntarnos si el alma no se asesina con el castigo y el maltrato verbal, las burlas a los hijos y la creación diabólica del chivo expiatorio de la familia, que puede ser la niña o niño diferente, es la ‘’sanguche’’ apartada de los juegos, y recibe presión del grupo familiar hasta que huye con el primer enamorado o novio que pasa o desarrolla problemas psicológicos del autoconcepto o alimenticios o el ‘’cáncer del alma’’.
¿cómo afecta en el ámbito laboral?
Decíamos líneas arriba que los directivos con Síndrome Procusto se niegan a escuchar y ver a los otros y solo hablan para ser escuchados , dicen que escuchan y son abiertos pero en teoría, tienen miedo e inseguridad en la toma de decisiones, envidian a los proactivos, son perversos al tramar ‘’cortar las patas’’ al subordinado, le roban las ideas o los proyectos los engavetan, tienen miedo a ser superados y así en este círculo vicioso de mediocridad se protegen cual cofradías, muy al estilo de el ‘’padrino’’ de la cosa nostra, prefieren cortar cabezas, hundir a su familia o un país acostalo por secula secolorum en el ’’lecho de Procusto’’ que ceder y compartir las diferencias con ideas innovadoras que provengan de quien sea… y así el burocratismo y apatía reina en casi todos los ministerios.
En estos tiempos de transformación ante la globalización del covid, hemos tenido tiempo de autoreflexionar y de sentir más la necesidad de estar acompañados y del afecto sincero, honesto y compasivo que nos abre la comprensión, del reconocernos en la inmensidad del desasosiego, del calor afectivo y aceptación a las diferencias y entender que nadie es más que otro y el desarrollo de la humildad, paciencia quizás nos remueva las neuronas y el corazón de las y los Procustos porque el valor de la existencia se construye con la aceptación del otro, con la la solidaridad, seguridad y confianza y la ayuda en el trabajo mutuo, cooperativo en casa y teletrabajo; es ahora cuando la necesidad de innovación en todos los órdenes nos dará alguna luz en este berenjenal para gestionar nuevas formas de convivencia o supervivencia.

Lea más de la autora: