Solo quiero estar segura: ¿cuándo salgo?
Chachalaqueando Con Uthzie
Esta crisis afectó directamente «mi relación con otros, con el mundo, conmigo misma».
Me molesta vivir con miedo, me molesta que cuando nos dejaban salir; yo no quería hacerlo y que ahora que nos dejan; yo no quiero salir. COVID-19 es una cátedra colectiva de incertidumbre.
La incertidumbre genera dolor y la crisis del desconocimiento es un shock para el alma.
Reconozco, que me molesta que la incertidumbre está a flor de piel; «no sabemos cuándo empiezan clases nuestros hijos, ignoramos cuándo podremos asistir a la iglesia, no sabemos a quién nos encontraremos por la calle «haciendo ejercicio sin mascarilla», ¿cuándo se podrá usar el transporte público? nos preguntamos ¿cuándo abrirán el aeropuerto? finalmente ¿para cuándo será la boda? ¿cuándo podremos asistir a un entierro?… ¿cuándo será seguro ir a la oficina, a los hospitales, con los doctores, a los parques, los gimnasios…en fin ¿cuándo podré ir con mis papás en paz a La Antigua? o ¿a desayunar a Katok?.
Al analizarlo identifico que me molesta vivir con incertidumbre, porque esta crisis afectó directamente «mi relación con otros, con el mundo, conmigo misma». Me hace mucha falta, ver, tocar, oler, sentir al otro en todos sus momentos y facetas. Me hace falta lo que yo era.
Nos toca abrazar lo inevitable, en este caso, «nos toca» abrazarla a ella, la que me inquieta, la que me genera angustia, la que identifica mi debilidad. Me toca abrazar a la que me recuerda que no soy quien tiene el control, debo reconciliarme con ella, debemos para poder seguir, abrazarla, es indispensable reconciliarnos con «la incertidumbre».
Para poder continuar, hay que reconocer que la renuncia es un aspecto de la libertad y que de alguna extraña, pero profunda manera, inicia el camino para identificar que empieza un nuevo camino; para llegar a un nuevo lugar, que requiere la ruptura de «querer tener el control» y querer estar segura.
Así que no podré tener la certeza de saber ¿cuándo salgo? – no por ahora. –
Entender, aceptar, reconocer «que renunciar a que todo sea como en el pasado, puede ser bueno, porque no todo en el pasado; estaba tan bueno como creíamos», es de lo mejor que la incertidumbre nos puede dar.
Me queda claro, que batallaré y he batallado con ella desde el día en que nací, en cada paso, en cada decisión, en cada evento, quizás, tan solo quizás no me había dado cuenta». Bien lo dijo F. Nietzsche «yo no soy un hombre, soy un campo de batalla» y en esas andamos «luchando».

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