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El Coronavirus: La forma más descarada de saquear al país

Barataria

Al parecer al señor presidente le gusta mucho el teatro, la actuación y con ello la tragicomedia.

La pandemia del coronavirus ha desenmascarado a muchos países en el mundo, incluso países del primer mundo se vieron superados en su capacidad para hacer frente a la pandemia. Países como Italia, que unos meses antes había ignorado la reducción del poder adquisitivo de las pensiones de los jubilados que resultaron ser los más afectados, hasta otros países como España, Francia, Reino Unido y Alemania que se vieron desbordados en sus sistemas de salud cuya referencia de eficiencia era incuestionable antes de la pandemia.  Sin decir de Estados Unidos, que pese a ser un país con mucha seguridad sanitaria, ha fracasado en su intento por frenar la pandemia.  En Latinoamérica, los gobiernos cuestionados siempre en sus sistemas de salud, educación y en fin en garantizar los servicios esenciales para los ciudadanos, la pandemia ha sido manejada de una manera poco menos que lo mínimo en garantías a la población.

Algunos países “mejor” que otros, la realidad es que los países latinoamericanos no han sido eficientes en la lucha contra la enfermedad y han permitido la coexistencia de la pandemia con las demás actividades lo cual resulta naturalmente en un gran número de fallecidos.  Sin embargo el caso de Uruguay resulta ser una paradoja y el punto blanco en un fondo negro del manejo de la pandemia.  En efecto, el presidente Lacalle Pou tenía menos de dos meses de haber tomado posesión lo que no ha servido de excusa para poner manos a la obra en detener la pandemia. Buscó un consenso con la clase política pero no para endeudar al país, ya que Uruguay no se ha endeudado como muchos países latinoamericanos cuya excusa principal es la pandemia.  Por ello es claro afirmar que la pandemia ha sacado, a desenmascarado a los países y a sus gobernantes especialmente en sus aviesos propósitos.

En Guatemala, con el señor Giammattei hemos sido ejemplo al mundo de cómo utilizar una verdadera crisis sanitaria como una excusa para realizar el saqueo más grande de la historia de este país.  Al parecer al señor presidente le gusta mucho el teatro, la actuación y con ello la tragicomedia, visto de que el 13 de Marzo en medio de una actividad pública finge una llamada para alertar a todos de que ya hay un primer caso de coronavirus y que por ello hay que tomar medidas necesarias para paliar la crisis y contener la pandemia.  Estas medidas inician como las de todo un Estadista ya que toma la decisión de suspender todas las actividades, cerrar fronteras e iniciar la instalación del hospital del Parque de la Industria, poco en realidad duraría estos 15 minutos de fama de un presidente determinado a gobernar, ya que posteriormente se delegó la responsabilidad de autorizar empresas para que laboraran al Ministro de Economía (miembro prominente del CACIF), cuando se tiene un Ministerio de Trabajo y desde ese día en adelante han existido una serie de acontecimientos que han provocado más desilusión que alegrías en la población.

En Guatemala especialmente se promovieron una serie de leyes que permitían contar con miles de millones de quetzales que permitirían hacer frente a la pandemia tanto en el aspecto de mejorar la salud pública, como en una serie de fondos que permitirían a la población paliar la crisis económica y además reactivar la economía de una manera tal que se evitara un impacto mayor y esto sumado a la declaratoria de un Estado de Calamidad Pública que permitiera la utilización de los recursos de una manera eficaz y ágil. Cuando estamos a cinco meses de que se declaró oficialmente la crisis sanitaria vemos como la pandemia del coronavirus ha sido una excusa para saquear descarada e impunemente los recursos del Estado ya que tantos miles de millones de quetzales no han llegado a la población.  En efecto, el denominado bono familia ha tenido tantas cortapisas que a unas familias les llegó un primer pago y luego no se ha hecho efectivo otro, además de la forma en que se ha producido el registro de las familias y lo peor de todo es que suponiendo que estos recursos son necesarios para que las familias de escasos recursos no pasen penas, contrariamente están mes a mes esperando una confirmación que no llega. El bono de recuperación del empleo, es una forma vil de mantener a muchos trabajadores con contrato de trabajo suspendido y esperando que algún día (si es que llega) les entre el famoso mensaje de texto confirmándole el deposito, ya que a unos les han pagado y a otros no.  Ni siquiera podemos mencionar cómo lo ha pasado el personal de salud pública entre que no les pagan, que no tienen equipo adecuado y otros aspectos; nadie se explica ¿Cómo es posible que habiéndose aprobado un endeudamiento sin precedentes, la salud pública esté aún en trapos de cucaracha? Se destinaron fondos para la micro y mediana empresa, para los profesionales que maneja un banco del sistema pero que sin embargo se establecen tantos requisitos que literalmente es imposible para los usuarios acceder al crédito que se asume es por la pandemia, casos inauditos en Guatemala.

Al final de todo nos ha quedado claro una cosa, que el señor Giammattei utilizó la excusa de la crisis para endeudar al país y planear un saqueo descarado y sin precedentes, luego de ello (en sus propias palabras) ha indicado que lo del coronavirus se lo deja a la población diciendo literalmente  “Si se quieren cuidar (las personas), se cuidan, si no les sacamos tarjeta roja”, además de ser un gobernante indolente es un verdadero bocón puesto que aduce que debe dedicarse a gobernar como si lo que se necesita en estos momentos es un mentecato.  Atrás quedaron aquellos lamentos del señor Giammattei de la primera persona fallecida por coronavirus, de la segunda o la tercera indicando que lo lamentaba profundamente y esperaba que ya no hubiesen más, hoy en día ya tenemos más de dos mil y ya no se oyen más lamentos, tampoco le interesa si la gente se contagia o no, ya la economía del país está abierta y los contagios a la vuelta de la esquina.  En un escenario como este únicamente cabe preguntarse ¿Para qué tanto endeudamiento del país?  ¿Por qué es tan necesario un estado de calamidad si tenemos un gobernante que vive trasladándole la responsabilidad a la población?  Ahora mismo, ya los recursos están a disposición del gobierno y ya no vale la pena alarmar a la población sobre esta pandemia, ya el gobierno puede gastar a manos llenas, enriqueciéndose él y todos sus secuaces, en tanto una familia pobre espera un bono que quizá le llegue para navidad o quizá nunca le llegara.  Un trabajador esperara un bono que talvez ya nunca le llegue. El personal de salud seguirá luchando con los pocos recursos que tiene y con el riesgo de que cada día más médicos y enfermeros y enfermeras se contagien.  La población seguirá buscando el sustento diario cuidándose lo más que pueda, con el riesgo de contraer la enfermedad.  Contrariamente los Ministros seguirán haciendo negocios, los corruptores y los corruptibles seguirán sobrevalorando precios utilizando esta crisis sanitaria para salir de la pobreza y el presidente seguirá apareciendo en actos públicos inaugurando la entrega de pupitres a las escuelas que no tienen alumnos pero que, como el negocio y la piñata tiene que seguir, hay que extender el ciclo escolar hasta octubre porque al Ministerio de Educación no le interesa educar a los niños, lo que le interesa es terminar el ciclo porque de lo contrario no podría saquear los fondos que tiene presupuestados.

Es lamentable que en Guatemala la crisis sanitaria haya venido, porque lo es después de ver no solo el sufrimiento de muchos, sino las lamentables muertes, pero lo triste de todo resulta ser que para el gobernante que tenemos y funcionarios corruptos esto haya servido como una excusa para realizar un descarado saqueo de los fondos públicos, ya que después que pase esta crisis sanitaria en Guatemala lo único que le va a quedar al pueblo es un país endeudado y un grupito de millonarios emergentes que sorpresivamente hicieron fortuna en medio de una crisis económica y sanitaria.

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Emilio Estrada

El Doctor Emilio Estrada, es abogado egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, obtuvo su PhD en Sociología en la Universidad de Salamanca, España, es abogado litigante.