Competencias y formación ciudadana
Nueva Sociedad
La responsabilidad social de la educación es el compromiso que asume el maestro al vincular y construir conocimiento para generar el desarrollo de personas críticas y útiles a la sociedad.
Una reciente investigación incluye la definición de competencias que hizo el autor Vander Blig u. a. en el año 2002. Este autor es aún vigente ya que consideró que “competencia es definida como la habilidad de actuar de manera responsable y adecuada en un determinado contexto, en donde al mismo tiempo es posible integrar conocimientos complejos, aptitudes y actitudes”. La educación debe formar ciudadanos responsables capaces de conocer e interpretar situaciones a partir de desplegar conocimientos que expliquen el contexto que estudia basado en valores ciudadanos.
El estudiante tiene que ser formado como persona y como ciudadano. Que en proceso formativo interiorice, valore y tenga capacidad cognitiva adquirida, por medio del conocimiento y de la práctica, poder entender, captar y aplicar los contenidos que obtiene sobre diferentes fenómenos sociopolíticos que estudia y analiza en su vida cotidiana y en su práctica escolar. El aprendizaje hace posible al sujeto cognoscente plantearse problemas ciudadanos para que él llegue a procesar sus respuestas en escenarios conocidos o nuevos.
La educación ciudadana es necesaria para el fortalecimiento de algunos valores democráticos de fondo como la participación y acción ciudadana debilitados con el pasar del tiempo en este país y la promoción de aprendizajes que permitan el desarrollo de una conciencia de compromiso en el bienestar individual y colectivo para que incidan en el desarrollo económico y social, que disminuya las brechas y diferencias entre la población que tanto necesita Guatemala, y que debe de ser construido en paz y armonía dado que UNESCO en el año 1998 redefinió la función de las escuelas, en el sentido de lo que la sociedad espera de estas instituciones que es reforzar sus funciones y apuntar a crear una sociedad nueva no violenta. Se perfila un porvenir como un centro educativo capaz de generar, aplicar, recrear y distribuir democráticamente los conocimientos científicos y tecnológicos para los más amplios sectores de la sociedad.
La responsabilidad social de la educación es el compromiso que asume el maestro al vincular y construir conocimiento para generar el desarrollo de personas críticas y útiles a la sociedad, autónomas de pensamiento, capaces de decidir, accionar y tolerar acorde con competencias como 1) la habilidad de trabajar en equipo, 2) Habilidad para el trabajo independiente y de autogestión, 3) disponibilidad para esforzarse, 4) habilidad de comunicación, 5) conocimientos profesionales amplios, 6) sentido de responsabilidad, 7) habilidad de analizar y decidir, y, 8) orientación al éxito.
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