Un fantasma recorre el mundo
Sueños…
En su más reciente encíclica, Fratelli Tutti, el papa Francisco I, se refiere a la necesidad de iniciar un nuevo mundo de respeto a la vida.
Indica, que “…el desprecio de los débiles puede esconderse en formas populistas, que los utilizan demagógicamente para sus fines, o en formas liberales al servicio de los intereses económicos de los poderosos.” En este documento esencial el papa nos indica la necesidad de reinterpretar el mercado, y avanzar más allá de este dogma de fé.
WWF, organización para la protección ambiental en el planeta, también publicó, su dramático Informe planeta 2020, en donde hace un llamado a la unidad y protección, no solamente del ser humano, sino de todas las especies que pueblan esto agonizante y bello planeta. (https://www.wwf.org.co/sala_redaccion/publicaciones_new/?uNewsID=364810). El mensaje es fulminante, la vida humana, y tan importante, todas las formas de vida en ese planeta solamente podrán conservarse sí la inmensa mayoría de los humanos nos lo proponemos. En aquel luminoso momento, en que la unión de todos los humanos nos permita comprender que nuestra misión es lograr y fomentar la conservación mundial de todos los animales y, más importante, sus hábitats, ese será el momento de nuestra reconciliación con la creación.
Francisco insiste en una verdad evidente en los textos de economía oficiales. Según la visión liberal el sistema capitalista es eterno, no tiene principio ni fin. El papa critica que el liberalismo “se reproduce a sí mismo sin más, acudiendo al mágico “derrame” o “goteo” como único camino para resolver los problemas sociales.” Aunque menciona a Francisco de Asis, el papa no logra visualizar que el mensaje del de Asis, suponía que el humano al perseguir su propio egoísmo se olvida del respeto a la vida de las otras especies, y que al iniciar su paso triunfante el capitalismo basado solamente en la visión humanista, ponía en acción las fuerzas destructivas que lo llevarían a poner en peligro la existencia de la vida en la Tierra.
Nos dice el papa Francisco, “…por una parte, es imperiosa una política económica activa orientada a «promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial», para que sea posible acrecentar los puestos de trabajo en lugar de reducirlos.” Lo cual muestra claramente que su visión no rompe con el liberalismo, sino que se apega a su lógica división del trabajo, intercambio de mercado y concentración de la riqueza. Con el resultado fatal de la destrucción del planeta.
El documento de WWF es más consistente con la crítica al capitalismo. Nuestro sistema de vida. El Informe planeta que el mundo se tambalea por la alteración global de los hábitats del resto de especies, y que existe una “evidencia inequívoca de que la naturaleza se está desmoronando y que el planeta está mostrando claras señales de advertencia.” Que la destrucción de la naturaleza por parte de la humanidad tiene impactos catastróficos sobre las condiciones de convivencia del ser humano con el resto del mundo. Lo más triste y desgarrador de este informe es constatar que de 1970 a la fecha los humanos hemos hecho desaparecer el 68% de los mamíferos de la tierra.
El llamado es a cambiar de forma de pensar, crear un nuevo paradigma caritativo con la naturaleza y respetuoso de todas las formas de vida.
Como se dijo en otro documento de hace 170 años. El sistema capitalista no puede existir sin revolucionar incesantemente todos los instrumentos y tecnologías de producción, este vive en una revolución permanente, haciendo nacer momento a momento millones de bienes y servicios orientados exclusivamente a la vida humana. La aplicación de la ciencia a la producción genera el cambio tecnológico arrollador que nos lleva al consumo ilimitado y la voracidad implacable. El sistema de mercado pone en duda, a cada momento, todas creencias, todas las ideas veneradas que se esfuman, la crisis del coronavirus es una clara señal de que tenemos que detenernos y construir serenamente un nuevo modelo de desarrollo.
El mercado es un aprendiz de mago que ha perdido el norte. En su afán de eficiencia y competitividad crea fuerzas productivas tan abundantes y grandiosas que son capaces de inundar el mundo de productos. La humanidad produce en exceso en este momento, la capacidad productiva actual es capaz de satisfacer las necesidades mínimas de todos los habitantes del mundo. Lo cual genera el afán de continuar hasta el infinito con este proceso. Pero, el planeta no es capaz de resistir esta presión.
El gran reto es convertir el fantasma del capitalismo en un orden social nuevo, que permita convivir en paz, tranquilidad, sin armamentos ni destrucción del resto de especies. Podemos usar los avances de la tecnología para un mundo mejor. El papa Francisco quiere un mundo en que convivan el humano con la naturaleza y el humano con el humano. Que la Tierra no tenga que gritarnos nunca, “Ojalá pase algo que te borre de pronto/ Una luz cegadora, un disparo de nieve/ Ojalá por lo menos que me lleve la muerte/ Para no verte tanto, para no verte siempre/ En todos los segundos, en todas las visiones”.

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