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Recesión económica global:

Análisis

Aumentada por limitaciones legales y falta de visión pública.

Debido a prohibiciones nacionales y recomendaciones internacionales, las medidas de cuarentena, lograron que un 85 por ciento de toda la economía productiva global fuera temporalmente detenida durante semanas y meses (en algunos países y regiones) en 2020.

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En un discurso planteado ante la escuela económica de Londres, la directora del Fondo Monetario Internacional, FMI, Kristalina Giorgieva presentó una serie de medidas de corto plazo para reducir el impacto negativo de las medidas sanitarias del Covid-19 y la recesión profundizada por la misma.

Tanto Giorgieva como el FMI, proponen que “será fundamental mantener el apoyo en toda la economía, tanto a las empresas como a los trabajadores, por ejemplo en forma de aplazamientos del pago de impuestos, garantías de crédito, transferencias monetarias y subsidios salariales. Igual de importante es mantener el tono acomodaticio de la política monetaria y las políticas de liquidez, para garantizar el flujo de crédito, en especial hacia las pequeñas y medianas empresas, lo cual respaldará tanto el empleo como la estabilidad financiera. Si se corta la cuerda de ayuda antes de tiempo, el Largo camino cuesta arriba se convertirá en una caída al vacío.”

La solución de corto plazo, de entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional, es endeudar al mundo y cada país más. El FMI ha otorgado 280 mil millones de dólares de deuda nueva para supuestamente detener la caída libre de las economías de sólo 81 de sus países miembros. Prestan más para que los países no caigan en insolvencia de pagos de sus préstamos. Estiman los analistas económicos, que en este 2020, los países han inyectado unos 12 mil millones de dólares de dinero público y préstamos para supuestamente contrarrestar el presente derrumbe económico. Dinero gastado discrecionalmente que no tendrá resultados palpables y positivos para contrarrestar este desplome.

Con un panorama de bajo rendimiento económico (por debajo del 3% mundial) antes de la pandemia, y bajas perspectivas de que la productividad del mundo y de cada país mejore en el corto plazo, tanto los problemas de salubridad como los efectos económicos (desempleo, impago de deuda, baja recaudación tributaria) se agudizarán. En esencia es una falta de visión pública, ya que las entidades públicas nacionales como internacionales no generan productividad, ni empleos, ni mejoras para los ciudadanos. Únicamente pueden crear las condiciones para que los individuos y las empresas tengan un ambiente positivo para poder producir y poder desarrollarse y las condiciones y presiones económicas empeoran sí las entidades públicas se endeudan para gastar en su funcionamiento y en proyectos discrecionales que no generan productividad o desarrollo.

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Pablo García Coutiño

Pablo García Coutiño es director de Música Independiente América Latina, también de la Agencia de Noticias de Guatemala, Notigua, y es analista de economía, tecnología y leyes. Twitter: @pdgarciac correo electrónico: [email protected]

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