Coronavirus II
Teorema
Parte II. Los virus
Lo menos que uno debe saber sobre el coronavirus para tenerle respeto, pero no miedo
En este texto, llamaré coronavirus al SARS-Cov-2 y covid al COVID 19, la enfermedad que causa. Además, en vez de “Sistema Inmunológico” escribiré SInm.
Los virus: Aunque hay alguna discusión científica sobre si un virus es un ser vivo o no, la tesis que prevalece es que no lo es. Si los virus no son seres vivos, entonces, a diferencia de las bacterias, no se les puede “matar”. Un virus es una cadena de ADN o de ARN rodeado de un cuerpo de proteínas con puertos para acoplarse a una célula y secuestrarla para que lo replique. No se les puede matar, pero si destruir; químicamente con ciertos retrovirales –de dudosa eficacia en el coronavirus–, biológicamente con linfocitos T o físicamente con fiebre.
Casi todos los virus que conocemos en periódicos, revistas por la TV o por la Internet son imágenes creadas por el hombre con propósitos didácticos. La pelotita con pinchos que representa el coronavirus no es una foto tomada con un súper microscopio. Es una abstracción, todo lo tétrica que se quiera, pero solo es una suposición.
Un virus ADN, como el del herpes, tiene como material genético ácido desoxirribonucleico. Vive en el cuerpo de la persona permanentemente; cuando el SInm se debilita el virus se presenta.
Por su parte, el virus ARN usa ácido ribonucleico como material genético en su replicación. Forma parte del proceso de reproducción de la célula, pero no se queda almacenado en su memoria; el organismo crea defensas o anticuerpos que fortalecen el SInm evitando una nueva infección. Un virus tipo ARN es el causante de la varicela. Es deseable que la infección de varicela suceda durante la infancia, cuando es casi inofensiva mientras que, en personas de edad avanzada, la varicela puede ser peligrosa. El coronavirus pertenece a esta clasificación y también es poco peligroso en personas menores que tienen un SInm fuerte, como los niños, los jóvenes y la mayoría de los adultos (menores de 60 años).
El coronavirus ingresa al organismo por la mucosa de los ojos, de la nariz o de la saliva, allí toma una célula huésped, la penetra y la infecta. Al cuerpo recién infectado entran millones de ellos. Los virus que fueron reproducidos en las células infectadas infectan nuevas células. Sin embargo, el mecanismo exacto de reproducción no se conoce. Existen modelos y ejemplificaciones que explican que, cuándo ingresa a una célula y la infecta, al destruirse libera el RNA y este se introduce dentro de la mitocondria de la célula huésped y da inicio la reproducción.
Definiciones:
Se llama virulencia a la capacidad que en promedio tiene el virus (en un contagiado) de causar nuevos contagios. Se expresa como el número de personas que en promedio son contagiados por alguien previamente infectado. Es una característica propia de cada virus. Cambia conforme aumenta el número de infectados. Se expresa como R en un momento dado y R0 al inicio de la pandemia (o epidemia).
Todas las epidemias virales tienen su propio factor R siendo uno de los más altos el del sarampión, estimado entre 12 y 18. El Imperial College London estudió el R de la covid y lo ubicó entre 1.5 y 3.5 personas contagiadas por cada individuo previamente infectado. Cuando R es igual o menor que la unidad, la pandemia ha terminado.
Mortalidad: Se llama mortalidad de un virus a la capacidad que tiene para causar muerte en toda la población (o país) que sufre la epidemia. Se expresa como el número de personas fallecidas por cada cien mil habitantes en un momento dado. Conforme dura la pandemia (o epidemia) aumenta el número de fallecidos y el índice crece. Su valor solo es importante cuando la pandemia ha terminado.
Las cifras de mortalidad pueden contener errores. Estos devienen de atribuir al virus la muerte de pacientes con enfermedades concurrentes (diabetes, EPOC, VIH, cáncer…) que pudieron ser la verdadera causa de deceso. También puede suceder que quienes fallecen por covid sean registrados por otra causa de muerte. El subregistro de decesos existe, pero en proporción mucho menor que el subregistro de contagios.
Letalidad: Se entiende como letalidad del virus a la cantidad de muertes causadas por la enfermedad respecto del total de personas contagiadas. Suele mostrarse como un porcentaje. Sus indicadores permiten comparar una epidemia (o pandemia) con otra, su desarrollo en el tiempo o su evolución respecto de otros países. Es el indicador de mayor importancia. Está asociado con la mayor o menor efectividad para prevenir la muerte.
La cifra de contagiados puede ser muy inexacta. Se refiere principalmente a las personas que asistieron a un hospital o un centro asistencial público y a los reportes de hospitales y médicos privados sobre pacientes atendidos. Las causas de subregistro más importantes son a) los pacientes asintomáticos y b) aquellos que enfrentaron el proceso de enfermedad en su casa sin dar aviso.
El índice (o tasa) de letalidad. En Guatemala, las cifras oficiales, indican que el número de personas infectadas asciende a 100 mil y que han fallecido poco menos de 3,500. Estas cifras conducen a una tasa de letalidad de 3.5%. Pero hubo subregistro. La Precovid estima el número real de contagiados en cerca de un millón. Por su parte, la estimación del Observatorio Nacional de Salud, una entidad semi oficial, es de 1.78 millones.
En Santa Clara, California, la Universidad de Stanford hizo una investigación en la cual concluyó que, de cada 34 personas infectadas, solo una figuraba en los registros oficiales. Aunque de menor magnitud, la cifra de muertos también puede tener errores. Si se utiliza esa cifra de subregistro para Guatemala, entonces la cantidad de personas que han sufrido la covid se eleva a 3.4 millones. Creo que, dadas las condiciones de salud en Guatemala, pensar en una cifra entre 3 y 4 millones de personas contagiadas tiene mucho sentido.
Lo importante es que, si ese fuera el número de contagiados, el índice de letalidad en nuestro país estaría cerca de 0.1% (uno de cada mil).la peligrosidad (su índice de letalidad) del covid sería menor que la del dengue, la viruela, el sarampión y la hepatitis. Se encontraría en el rango de la gripe o influenza.
Al comparar la covid con sus antecesores, se encuentra que tiene alta virulencia, pero, por fortuna, baja letalidad. El SARS, por lo contrario, tiene baja virulencia y alta letalidad. Esto no debiera interpretarse como que la covid es inofensiva. De hecho, conlleva peligro vital. Lo que se busca es ubicarla en su justa dimensión. Quizá contrarrestar, en alguna medida, el miedo causado por la OMS, los medios de prensa y muchos gobiernos nacionales.
En época de catarro, los virus que causan el resfrío hacen que mucha gente enferme. Ese tipo de virus tiene una virulencia alta. Pero como muy pocas personas mueren por catarro, se dice que se trata de un virus poco letal.
Casi todos los virus de la familia de la influenza, como el coronavirus, el virus sincitial respiratorio, el H1N1, y otros parecidos, tienden a tener alta virulencia y baja letalidad. Al principio no se sabía que el coronavirus perteneciera a esa familia. Eso causó que hubiera tanta alarma internacional y que las medidas de control fueran extremas. En Lombardía, Italia, las Autoridades sanitarias se ciñeron a las indicaciones de la OMS y hubo muchas muertes. Esa situación causó que de la alarma se pasara al pánico y que el terror se extendiera por todo el globo.
La población del mundo sufre una crisis de terror. Los informes de los gobiernos contribuyen a crear esa alarma. Los medios de comunicación saben que las malas noticias despiertan más interés que las buenas noticias y les dan mayor difusión. Los mensajes en las redes sociales siguen el mismo patrón.
Cuando se supo que el virus era menos letal que las previsiones originales difundidas por la OMS, o más recientemente, cuando se supo que los presidentes Giammattei (64 años) y Trump (74 años), se recuperaron con razonable facilidad, el miedo se redujo. Es válido generalizar diciendo que personas menores de 60 años y con un SInm poderoso, tienen altas posibilidad de recuperación pronta. Pero esa noticia no ha tenido mayor difusión.

Lea más del autor: