OpiniónColumnas

Retomar acciones: Psicosomáticos

Anotaciones

Vivimos tan condicionados en casi todos los espacios internos y externos que vivimos somatizando y esto sale más a flote al estar confinados.

La mayoría de las personas creen que vamos a retomar la supuesta normalidad en que vivíamos y, no aceptamos que en este 2020 se están gestando cambios en todos los órdenes.

Los cambios evidentes en el campo económico y social son tan claros en plena pandemia, que preferimos, creer que el año pasado o hace un quinquenio vivíamos bien sin problemas, y nos ‘olvidamos’ de la crisis ambiental, de las marchas por mejoras laborales, el maltrato a las mujeres, xenofobia, el incendio en Australia y el Amazonas como la ayuda descarada a los bancos a costa del empleado.  El covid 19 nos explota y el aumento de la desocupación es terrible y casi no hay familia que no haya sido afectada y mientras, las brechas sociales aumentan.

¿Cuál es la diferencia hoy en día o mejor dicho que está pasando por nuestras narices y neuronas? El Covid 19 es una realidad y el miedo es global, con diferencias en las clases sociales, países y respuestas individuales.

La casa, hogar, laboratorio, espacio donde se desatan las dinámicas sociales están reducidas al espacio que les tocó a cada quien vivir el covid, y digo esto, porque hay pacientes que tienen la dicha de pasar el covid con su familia nuclear, o una abuela con sus nietos, una divorciada con sus críos, una pareja rival encerrada, un estudiante en un cuarto, residentes del geriátrico y así tenemos cuadros humanos disimiles…

Retomar las acciones compartidas y tolerantes, cuanto antes si éstas son aversivas porque el hecho de compartir un espacio común podría detonar.  Siempre hay espacio si la actitud mental involucra la comprensión.

La disposición afectiva y estado anímico agradable nos prepara para compartir y procesar, recrear nuevas formas de vida.

Todo ha cambiado o mejor dicho todo se ha hecho evidente: nuestra fragilidad, el miedo y la muerte se hermanaron para bloquear procesos psicoemotivos y racionales.

La vida social se redujo a su mínima expresión, el pasear y divertir en fiestas o bailes en discotecas o playas, el consumismo, exhibicionismo y marchas, o viajes se redujeron y aumentaron en casa fricciones con la convivencia o se retomó el conversar en familia, pero el miedo aumenta al saber que existe el covid 19 y muchos psicosomatizan y estos cuadros aumentan de formas distintas con ansiedad, insomnios y depresión en adolescentes y adultos como las fobias, tics…

Nuestra vida psíquica está afectada y se refleja con cefaleas, taquicardias, hipertensión, asma bronquial, alergias, colon irritable, temblores, lumbalgia, colitis ulcerosa, psoriasis, contracturas, trastornos sexuales…

Las enfermades psicosomáticas se refieren a la relación que existe entre el cuerpo y la mente. Cuando una persona padece determinados síntomas que, tras varios exámenes médicos, nadie puede explicar.

El estar mucho tiempo en casa puede desarrollar neurosis, que es un estado emocional negativo durante largos períodos de tiempo. Las personas están mas deprimidas y tienen sentimientos de culpa, envidia, ira o ansiedad.

Las personas con tendencia a la neurosis son muy sensibles a los cambios en el medio ambiente y tienen niveles altos de estrés.  Es por eso recomendable dialogar en casa y si está solo salir a espacios abiertos bien protegido.  En ningún caso las personas van a estar encerradas, sin contacto visual, hablar porque la neurosis nos ronda y al estar limitados al contacto físico nos afecta, pero tenemos otros sentidos y nada como un cerebro pensante y sintiendo para imaginar y crear.

Síntomas del neuroticismo, que algunas veces hemos sentido y es un llamado a ser responsables ante algunas de sus características:

  • Tristeza continua y sufrimiento emocional frecuente.
  • Falta de interés por hacer cosas que le diviertan.
  • Intolerancia a los demás, son muy irritables y es fácil que exploten en las conversaciones con otros.
  • Sudoración excesiva de las manos e intensos latidos del corazón, ansiedad.
  • Problemas interpersonales con amigos, compañeros de trabajo y familiares.
  • Tendencia a la timidez.
  • Sentimientos de angustia y culpa.
  • Incapacidad para tomar decisiones adecuadas.
  • Excesivas preocupaciones sin causa externa que las justifique.
  • Pueden llegar a repetir rituales o conductas propias de un TOC.
  • Orden excesivo.
  • Insomnio o no puede dormir
  • No quiere salir de casa.

Tipos de neurosis: de Angustia cuando se somatiza con mareos, vómitos, diarreas, taquicardia, ahogos y excesiva sudoración. Es fóbica al producirse ataques de angustia y fobias irracionales.

Obsesiva compulsiva: cuando se realiza un impulso irracional para evitar una situación de angustia.  Depresiva es la tristeza intensa ante una situación y baja autoestima.  Histérica puede ser convulsiva (indiferencia ante las situaciones cotidianas) o disociativa (alteración de la realidad). Despersonalización es cuando la irrealidad hacia el entorno y ataques fuertes de pánico.  Hipocondriaca o el enfermo imaginario sufre de preocupaciones por sufrir enfermedades no reales.

En estos tiempos hagamos lo indecible para tener en sintonía los estados físico, anímico o del alma y espiritual o energético en una balanza continua de esos microespacios.

Area de Opinión
Libre expresión de pensamiento.

Lea más de la autora:

Ana Anka

Ana Anka (Lima, Perú, 1955), residente en Venezuela. Soy escritora, poeta, articulista, promotora cultural, editora, Psicóloga, locutora, he sido profesora de psicología de la Universidad de Oriente, Núcleo Monagas y Psicóloga en Educación Especial de la Zona Educativa del estado Monagas. Desde 1992 vivo en Maturín, Monagas, Venezuela. Entre mis libros publicados figuran: Ensayos y compilaciones (1987) Mimetismo Pendular. Huídos de Saturno, (1999). Eros y pedagogía (2005), Batería de poetas Avanzadoras (2014), Anacópula, (2017). Desde el mismo punto, (2018). Mis libros los he presentado en ferias internacionales de libros de Venezuela, Costa Rica, Panamá, Cuba y Perú.

Avatar de Ana Anka