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Guatemala entre corruptos y corruptores

Barataria

Resultó bastante cómica la declaración del ex Director de Caminos cuando fue cuestionado en una citación en el Congreso de la República sobre una transferencia realizada por 135 millones de quetzales. 

El señor Fredy Chojolan, sin aspavientos confesó que no recordaba haber firmado esa transferencia millonaria porque estaba convaleciente por el Covid 19 y que desconocía en realidad los expedientes en lo que se había hecho constar estos movimientos de los recursos y que en todo caso estaba seguro que su firma había sido falsificada y por lo tanto haría la correspondiente denuncia ante el Ministerio Público.  Lo interesante de este caso, que causó un revuelo es que luego de la denuncia ni el señor Chojolán, ni el Ministro de Comunicaciones pudieron dar una explicación valedera que evitara las suspicacias de actos de corrupción sobre el particular pese a que, en declaraciones vertidas por el Ministro de Finanzas públicas afirmó que estos expedientes llevan las firmas no solo del Director de Caminos, sino del propio Ministro de Comunicaciones.

Analizar este tipo de desafortunados eventos demuestra que instituciones como el Ministerio de Comunicaciones están sumamente corrompidas puesto que es fácil realizar una millonaria transferencia los responsables directos de la misma, como en este caso fue el Director de Caminos  y su jefe el Ministro de Comunicaciones ignoren de que se trate, porque en la misma citación se encontraban ambos.  No estamos hablando de cien quetzales, sin embargo la facilidad con la que se hacen estas gestiones y que no se tenga el conocimiento pleno de este tipo de documentación, que ya se encuentra en el Ministerio de Finanzas, es una barbaridad.  Lo peor de todo es que se animen a mentir descaradamente a la población al indicar que la firma del titular de la Dirección de Caminos había sido falsificada, cuando en realidad no fue así.  Después de que todo salió a luz incluyendo la irresponsabilidad del señor Chojolán, resultó que nada de lo declarado públicamente fue cierto; es decir que la firma falsificada en realidad no existió o sea que si había sido firmada por el Director de Caminos, que posteriormente fue destituido del cargo al demostrarse la falsedad de su declaración y el Ministro de Comunicaciones más nervioso que otra cosa salió a explicar que nada se había perdido y que era una readecuación presupuestaria.  Tarde, por supuesto porque en la citación del Congreso fue incapaz de siquiera explicar este asunto.

El Ministerio de Comunicaciones, ha tenido graves señalamientos de actos de corrupción, no solo en este gobierno, sino en los gobiernos anteriores y la discrecionalidad con que manejan los recursos públicos, son en realidad una piñata puesto que hacen lo que quieren con los recursos del Estado y la Contraloría de Cuentas es una especie de caricatura coludida con estos entes corrompidos.  Lo cierto es que este país transita entre corruptores y corruptos.  Las coimas que se pagan por los contratos otorgados son el pan diario de cada día y hemos visto como ya algunos Ministros de Comunicaciones han sido capturados.  Las declaraciones del mismo exministro Sinibaldi al indicar que el sector privado tiene cooptado al Ministerio de Comunicaciones de tal suerte que hay un acuerdo entre corruptos y corruptores en donde esquilman al Estado de Guatemala, mediante contratos otorgados por los funcionarios corruptos a empresarios corruptores que pagan coimas para continuar sobrevalorando obras y consecuentemente no hay presupuesto que aguante, puesto que siempre se va a optar por las obras sobrevaloradas y así, encontraremos siempre a exministros como el señor José Benito Ruiz, “almacenando” grandes cantidades de dinero producto precisamente de estas coimas.

Es por ello que sirve muy poco llevar a la cárcel a los funcionarios y exfuncionarios corruptos si no se puede hacer lo mismo con los corruptores empresarios que gobierno, tras gobierno han pervertido y corrompido en el Estado, buscando nuevos contratos y pagando coimas, financiando candidatos para que posteriormente al llegar al poder cobren los favores que han hecho y continúen controlando este sistema corrupto.  Hay que entender que en este país no solamente hay que perseguir a los funcionarios corruptos, sino a aquellos empresarios corruptores a quienes no se les puede permitir que mediante una declaración de arrepentimiento hecho ante la prensa o por medio de un comunicado pretendan que se les exima de los hechos de los cuales tienen harta responsabilidad.  En la corrupción y el pago de sobornos o coimas como se les llama comúnmente no solamente está el funcionario público que quiere enriquecerse a costa de la corrupción y que se presta estos hechos, sino también está el empresario corrupto, que busca que se le asignen contratos, sobrevalorados en donde además de no realizar las obras con la calidad del caso, pretende enriquecerse a costa de un sistema que ha ido construyendo gobierno tras gobierno y que mantiene al país en un rumbo turbulento y poco alentador.

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Emilio Estrada

El Doctor Emilio Estrada, es abogado egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, obtuvo su PhD en Sociología en la Universidad de Salamanca, España, es abogado litigante.