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Pueblos originarios ante el bicentenario de la independencia (7)

Tanmi Tnam

Los levantamientos y otras reacciones de nuestros antepasados durante la época colonial se relacionaron con la defensa y conservación de la vida, la tierra, los ríos, los bosques, el aire y la cultura.

Se dieron los levantamientos ante el saqueo sistemático del territorio cuyas consecuencias limitaron la libertad, la justicia y el bienestar. Aquellos hechos lejanos en el tiempo, tienen repercusiones lamentables en las condiciones de vida de los pueblos originarios en Guatemala. La Comisión Económica para América Latina (2014) reconoce que el estado actual de los pueblos originarios se debe entre otros hechos a “la llegada de los europeos hace más de cinco siglos, mediante el cual se los despojó de los territorios que habitaban, de sus espacios de reproducción social y cultural y también de su propia cultura, cosmovisiones y modos de vinculación con la naturaleza”.

La historia registra levantamientos del Pueblo Maya durante la época colonial debido al tratamiento e impacto de los hechos que vivían nuestros ancestros en manos de los herederos de los españoles, el accionar de la Iglesia Católica, las actitudes y acciones de las autoridades representantes de la Corona Española. Es justo reconocer que los líderes y población originaria defendían y conservaban los bienes que tenían significado para la vida de todos.  A quienes lucharon por la conservación de los bienes naturales, los conocimientos y valores, va nuestro agradecimiento, admiración, respeto e invocación permanente para sostener el contenido de la herencia que dejaron a las generaciones actuales y a las del futuro. A la fecha, reconocemos que los cimientos de la cultura de los pueblos originarios antes de la invasión, permanecieron durante la época colonial y todavía orientan la vida y sus relaciones en nuestros tiempos. Así mismo, reconocemos el proceso de desplazamiento y muerte lenta de la cultura en algunas microregiones.

Es de imaginar que la época colonial fue un gran tiempo que se caracterizó por la continuidad del despojo de bienes, la esclavitud, la imposición del cristianismo, la persecución para la integración de los centros urbanos, la disminución de cantidad de habitantes, entre otros hechos que hicieron posible la resistencia practicada por la población originaria que se fue extendiendo hasta nuestros días. En la actualidad, la instalación de obras como las hidroeléctricas que desvía el agua de los ríos, el establecimiento de minerías, el uso de grandes extensiones de tierras para monocultivos, la práctica de la discriminación y el racismo, y la ausencia de los servicios públicos, hacen que la población de los pueblos originarios percibe cotidianamente que todavía vive en condiciones coloniales en pleno siglo 21.

Desde la invasión y la colonia se originaron y echaron raíces los problemas estructurales actuales como la desigualdad entre los pueblos, el hambre y la miseria, un sistema educativo que lucha para desplazar y eliminar los elementos culturales y el esfuerzo por imponer todo desde la cultura dominante. Cerca de la preparación y proclamación de la independencia de los criollos y comerciantes identificados con la cultura española en 1821, también se registraron levantamientos del Pueblo Maya ante el durísimo trato colonial cuyas consecuencias no logran sanar hasta la fecha y por lo mismo, los pueblos originarios deben tener participación y representatividad en el Estado de Guatemala que sea multiétnico, multicultural y multilingüe donde se viva la libertad, la justicia y la democracia para todos.

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