La paz ambiental

Ventana Cultural

La vida actual nos ha enseñado a vivir rápido. Hemos aprendido a vivir de prisa. A tener la idea de úsalo y tíralo.

Quien esto escribe, quiso titular de esta manera el evento al que fue invitada.  El primer encuentro literario internacional de escritores y artistas Remozando Bellas Palabras. Cuya traducción en guaraní reza: “ÑE´ËYVOTY HYVYKOIRA”. Donde poetas, músicos y bailarines de Paraguay y el resto del mundo se dieron cita para invocar la paz ambiental.

Tuve el honor de ser invitada por el presidente de la Asociación de Escritores y Artistas Remozando Bellas palabras a participar en este evento. Poetas y artistas de Paraguay, Argentina, México, Colombia, España, Guatemala, Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, entre otros países.

El evento tuvo diversas sorpresas. Entre ellas, el ánimo de los niños desde muy temprana edad, donde entonaron cantos propios de la región de Paraguay, con el rescate de la lengua guaraní, otros bailaron danzas regionales, y el resto que nos dedicamos a la poesía, recitamos en un video uno de nuestros poemas.

Cuenta la historia, que los pueblos antiguos, tenían tanto respeto a la naturaleza que le pedían autorización para cortar un árbol para construir su vivienda o para matar a un animal que le servirá de alimento.

La vida actual nos ha enseñado a vivir rápido. Hemos aprendido a vivir de prisa. A tener la idea de úsalo y tíralo. La tierra ha dejado de producir lo que normalmente produce. Los antiguos sabían que el planeta tiene suficiente para todos y el ambiente adecuado para albergar todo tipo y forma de vida.

Cuentan los abuelos que la tierra, como madre llama a sus hijos. Nosotros somos hijos de la tierra. El hombre vive de la guerra, pero también vive de la paz. Saben los abuelos que no puede haber paz sin haber guerra. No hay oscuridad sin luz, ni calor sin frío, ni placer sin dolor. Los abuelos sabían que vivimos en un mundo dual que forma el equilibrio perfecto para la vida cotidiana.

Ese es el legado de nuestros antiguos habitantes. Y, como una carta escrita por el jefe Seatle al presidente de Estados Unidos: “El agua, la tierra y el aire han estado aquí antes de nosotros, no nos pertenecen, nosotros pertenecemos a ellos… si les vendemos estas tierras, enséñeles a sus hijos a respetar la tierra.”

Dejo con esta reflexión, este evento nos dio ese chispazo de luz a los que estuvimos presentes, en ese cuidado que el planeta requiere, porque sabe la tierra, que el mayor depredador no son los grandes animales, sino que es el ser humano. Que se ha olvidado que es parte de la naturaleza. Cuando los antiguos sabían del nombre, la vida y el espíritu de cada elemento.

La convivencia con otros poetas y artistas enriqueció la Inter culturización. Conocer de fondo la riqueza cultural que rescata Paraguay ha sido una hermosa experiencia, y un ejemplo bastante fuerte e importante para todos los participantes. Recordar que somos parte de la naturaleza y que a ella regresaremos. Por eso los antiguos guaraníes, Chavines, Incas, Tiahuanacos, Aztecas, Mayas, Toltecas y Olmecas, y otros pueblos de las regiones. Todos nos legaron esa lección, sin decir más palabras que la acción.

Con el agradecimiento al organizador Juan Félix González, presidente de la asociación de escritores y artistas remozando bellas palabras por la invitación, el evento ha sido un éxito. Donde compartimos momentos artísticos. Alzar la voz a la paz ambiental y comunidad fraternal con todos.

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Claudia Alexandra Figueroa Oberlin

El arte siempre lo llevé de la mano con la literatura, me dediqué al teatro, a la danza por más de quince años, y a las artes marciales, ahora soy miembro de diferentes asociaciones y academias de poesía: Asociación Actuales Voces de la Poesía Latinoamericana, donde participo con crítica literaria, Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, América Madre, Unidos por las Artes, Movimiento Literario de Centroamérica, y locutora de la radio el barco del romance con el programa Una Ventana al Mundo, donde hablo de los viajes, la historia y la cultura, recito poemas y leo cuentos o fragmentos de otros autores y propios.