¿Y no que era el presupuesto?
Kidon
A la fecha, continúan las manifestaciones en contra del presidente de la República y el Congreso, por el supuesto aumento del presupuesto de ingresos y egresos del Estado, sin que los manifestantes logren explicar con certeza como el presupuesto acordado es lesivo para los intereses de la nación.
Esto, obedece a que seguramente ignoran que, para llegar al monto del presupuesto general, cada ministerio y entidad estatal, hace el estudio contable de los gastos en que incurrirá durante el año. Dicha operación, es avalada por el vicepresidente de la República, pues, por mandato constitucional es el funcionario encargado de coordinar los ministerios.
Ya en el Congreso, la comisión respectiva redacta el proyecto de ley, el cual se envía al pleno para su aprobación, quien luego lo traslada al presidente de la República para su ratificación o veto. En caso de vetarse, regirá el presupuesto autorizado para el año anterior, aunque los rubros de este superen por demás al vetado, tal y como ocurrirá este año.
De esa cuenta, el presupuesto al que hacen mención para el año 2021 ascendería a 99.7 millardos de quetzales, y debido a la suspensión, quedará vigente el aprobado el año anterior por un monto de 107 millardos de quetzales. Vaya ganancia.
El desconocimiento de la población con relación a este tema ha sido perfectamente utilizado por la extrema izquierda del país, la qué en su afán por tomar el control del estado, ha lanzado una tendenciosa campaña de desinformación en la cual han caído varios incautos.
Así, bajo la consigna de no más corrupción se cuecen los planes encaminados para lograr la defenestración del presidente de la República y la substitución “temporal” por un gobierno de notables elegidos por los golpistas, para seguir con la refundación del Estado y la promulgación de una nueva Constitución por una Asamblea Plurinacional, en la que seguramente limitarán la fe cristiana, se permitirán el aborto, así como la familia homosexual y bígama.
Abolirán el derecho de expresión y se implantará el sistema de distribución de la riqueza y la propiedad sin importar si se ha trabajado para ello, se modificará la producción e industria para entregarla al Estado y desde luego, se eliminará el Ejército nacional.
Se conformará un poder judicial multiétnico, el que juzgará con base a criterios personales, políticos e ideológicos, totalmente apartados de la justicia. Mientras, el poder legislativo estará a cargo de quien pueda orinar más en la calle, provoque más incendios, insulte más fuerte a la autoridad, usurpe propiedades o luzca de mejor manera la bandera multicolor, lo cual seguramente será aplaudido por la comunidad internacional y el gobierno de las Naciones Unidas.
Ante esto, por usted, por su familia y país, se hace necesario no apoyar ni participar en esta cultura de ilegalidad, que no es más que la instauración del marxismo cultural o corrección política implementada por los enemigos de la libertad y difundida por los medios de comunicación social, para imponer un gobierno globalista de degeneración y decadencia social.
Al final, Guatemala es conservadora y si nos mantenemos firmes en la fe y la legalidad, lograremos ahogar ese movimiento de perversión.

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Este individuo habla de “los delitos cometidos” atribuyéndose la majestad de juez usurpándola, mostrando claramente su mala intención. Entonces ¿se le puede creer a un mal intencionado. Acusa, a Sandoval, “por filtrar información confidencial o reservada, diversas violaciones a los derechos de los imputados, fabricación de evidencias y declaraciones de colaborares falaces, hasta duros golpes en contra de la institucionalidad y otros actos de corrupción.” Pero no aporta ninguna evidencia de sus alegatos. Este tipo esta un tanto amargado y preocupado porque no se cumplió su proyección del triunfo del “ogro” de Donald Trump. La llegada de Biden, mas ahora que una subdirectora de comunicación de la casa blanca es de origen “chapín” con acceso directo al presidente, aunado a la influencia de la congresista Norma Torres guatemalteca, pone nerviosos a los mafiosos en la tierra del quetzal. Este columnista da a entender por sus escritos, atacando a los que la quieren erradicar la corrupcion y defendiendo a los que la quieren perpetuar, que es la parte más emblemática del “acuerdo de pillos” que ha secuestrado la política en Guatemala. pero no se asuste, “El que nada debe nada teme”.