Día mundial contra la violencia contra la mujer
Ventana Cultural
Vamos a ver este tema desde diversas perspectivas: histórico, educativo, y cultural y experiencial.
El día 25 de noviembre se conmemora el día mundial de la no violencia contra la mujer. Existen muchas causas. Específicamente, se trata de honrar la memoria de las hermanas Mirabal, eran activistas políticas de la década de los 60´s que fueron asesinadas por el gobierno de Rafael Trujillo en República Dominicana.
Vivimos en una cultura que nos limita en las acciones. Se observa a la mujer en general protestando y clamando por un puesto que históricamente siempre le ha pertenecido. Pero que irónicamente o inconscientemente lo ha perdido por diferentes motivos.
La historia nos ha contado sobre muchas mujeres que han logrado hacer historia en las diferentes ramas de la vida cotidiana. Hatseptsut, reina – faraón egipcia de la XVIII dinastía. Cleopatra, reina de Egipto durante la época Ptolemaica, Safo de Lesbos, fue poeta y le cantaba a Afrodita, Gildegard Von Bingen, religiosa y médico que ayudó a sanar a muchas personas tanto en lo físico como en lo espiritual, Hipatia de Alejandría, matemática y catedrática de la Biblioteca de Alejandría sus investigaciones la llevaron a revolucionar el astrolabio y observar el movimiento elíptico del sistema solar, Madame Curie, quien descubrió el radio y los peligros de la radiación, Enheduana, conocida en el mundo persa como la primera mujer en escribir poesía y gobernante, Fatima Al Fhiri, la mujer que fundó la primera universidad en la historia, Simone de Bauvoir en la filosofía y literatura.
Pero visto a nivel cultural. A la mujer se le cría para depender de otros, pierde su individualidad para convertirse en algo más que no es ella. Se le ha enseñado a que debe temer a todo y a nada y sentirse realizada por tener un hombre a su lado. Realmente, nada más falso que esas premisas.
No podemos hablar de violencia contra la mujer solo por el lado de los hombres. La violencia que muchas mujeres reciben, viene de otras mujeres, comentarios que realizan, y de su casa. Criadas con miedos, supersticiones. Con ideas que el estrato social impone y no se puede salir de ese molde.
Hace no mucho, escribí un artículo dedicado a la belleza de la mujer. En ella, como dice Victor Hugo en su poema el hombre y la mujer, se gestan todas las cosas sublimes que la naturaleza pone.
Y el premio nóbel Gabriel García Márquez escribió en una de sus tantas historias: “era tan gris, tan gris, tan gris, que lo único que sabía hacer era ser madre y esposa. Se olvidó que era mujer y se convirtió en un ser al servicio de otros.”
No solo es cuestión de prevenir la violencia contra la mujer. La mujer debe recordar que es individuo, es un ser humano y que vale por ser y existir. Debemos recordar que hombres y mujeres somos complemento y no competencia. Que la vida armónica no quiere decir no tener conflictos, sino saber como enfrentarlos.
La violencia contra las mujeres y las niñas aun es un tema muy recurrente. Y se ve latente en las sociedades. Está presente en la vida cotidiana. Hay un largo trecho que trabajar. La violencia se manifiesta, no solo en los golpes físicos. Si no, también en todos los aspectos de nuestra vida. Debemos de cambiar la mentalidad, el paradigma social y religioso de discriminación hacia la mujer. Ver a la mujer como ese ser maravilloso, que siente, piensa y vive. Es un ser individual, independiente que, como tal tiene todo el derecho de pedir y tomar su lugar, respetar y ser respetada.
La mujer debe tomar su lugar en la historia. Reconocerse como el ser humano maravilloso que es, con virtudes y defectos. Recordar que ella es la tierra fértil donde nacen todas las cosas bellas y las cosas oscuras. Recordar que tiene derechos y deberes. Recordar que vale por lo que es y porque existe.
Y, como dijo una persona, recordar que quien escribe esto también es mujer.

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