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Un programa político ejemplar…

Mi Esquina Socrática

Un programa político ejemplar con el cual me identifico al cien por ciento.

De nuevo desde nuestros hermanos de Chile nos llega una luz.

Y como rasgo distintivo de los medios de comunicación de hoy, nada nos dicen al respecto.

Y así resulta que el de José Antonio Kast no nos sea un nombre familiar.

Solo añado que Kast es un demócrata cristiano al estilo de aquellas grandes figuras que reconstruyeron la Comunidad Europea hace ya casi tres cuartos de siglo.

En cuanto egresado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es ya un hombre de cincuenta y cuatro años y lo creo un torrente vital a punto de irrumpir en nuestro escenario iberoamericano.

Sin más preámbulos les hago partícipes a mis lectores de su programa político por él diseñado para el partido “Acción Republicana”:

Un Movimiento que cree en Dios y que respeta el derecho a tener una religión y sus cultos. Que cree que toda intolerancia, persecución o violencia contra la fe y sus expresiones, debe generar el máximo repudio social posible.

Un Movimiento que cree en la sociedad y promueve la familia. El Estado debe garantizar y respetar la autonomía de las sociedades intermedias y en especial, proteger y promover la familia, el núcleo fundamental de la sociedad.

Un Movimiento que defiende la libertad de las personas y de los cuerpos intermedios para poder realizarse de la forma más completa posible sin obstáculos ni regulaciones innecesarias. Se necesita un Estado que apoye, subsidie, pero que jamás sustituya a la sociedad libre.

Un Movimiento que cree en el orden, la responsabilidad y respeta la institucionalidad. La libertad que no respeta al otro, no es libertad. Respaldamos a la autoridad y al marco normativo e institucional que nos rige y que nos entrega derechos, pero también nos exige deberes como personas, hijos, padres y ciudadanos.
Un Movimiento desde y para las personas y que defiende la vida desde la concepción hasta la muerte natural, sin excepciones. Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Dicha dignidad y los derechos emanados de ella son anteriores y superiores al Estado, y es precisamente por lo anterior, que el Estado debe estar al servicio de todas las personas, especialmente de las más vulnerables.

Un movimiento que promueve la competencia con igualdad de oportunidades. En el ejercicio de su libertad, las personas y grupos compiten y se esfuerzan por rendir al máximo de sus capacidades. La sociedad debe apoyar a los más desaventajados para que mejoren sus oportunidades, pero siempre en vistas que cada persona pueda desarrollarse de manera autónoma y sin caer en asistencialismos para que compitan en igualdad de condiciones.

Un Movimiento que busca el Bien Común y que defiende la patria. El fin de la política es el Bien Común, no el poder. La política es para servir, no para servirse y en el centro de nuestro accionar está la noción de comunidad y la generación de condiciones para el máximo desarrollo material y espiritual posible de todas las personas. Por eso mismo, creemos profundamente en nuestra patria y defendemos con orgullo su historia, tradiciones y valores.

Un Movimiento que cree en la justicia. El Estado debe ser subsidiario, y siempre debe promover que cada persona se desarrolle material y espiritualmente de manera autónoma pero no puede permanecer indiferente frente a quienes han quedado marginados del progreso, excluidos de sus beneficios, y luchan desesperadamente contra su indigencia, contra la miseria, el hambre, las enfermedades, y todos los males asociados a esa condición.

Un Movimiento que cree en una civilización civilizada y que respeta el derecho a tener una religión y sus cultos. Que cree que toda intolerancia, persecución o violencia contra la fe y sus expresiones, debe generar el máximo repudio social posible.

Un Movimiento que rechaza la violencia y particularmente, la delincuencia, el terrorismo y el narcotráfico que amenazan gravemente el futuro de la sociedad chilena. Creemos que, como eje transversal de todos los chilenos, resulta necesario un acuerdo nacional para combatir estos flagelos con toda la fuerza y que se anticipe a la continua expansión de estos males por el país.

Un Movimiento que se rebela contra los abusos y la corrupción en los organismos públicos que no acepta que los políticos y los empleados públicos se conviertan en una casta de privilegiados, que se rebela contra los abusos de los poderosos y que espera del Estado y de los servicios públicos, responsabilidad social, espíritu de servicio, respeto a los derechos fundamentales de sus ciudadanos, y un efectivo compromiso con el bien común.

Un Movimiento que cree en una política cercana y sincera. Rechazamos el populismo y promovemos la honestidad como una plataforma de acción política, donde quienes tienen un rol público miren a las personas a la cara y les digan la verdad. La crisis de la política hoy lo demanda y el nuevo ciclo debe forjarse desde la recuperación de la legitimidad pública de los actores políticos. Creemos que la técnica cumple un rol fundamental en la política, pero donde la experiencia en terreno y cercana a las personas es fundamental.

Un Movimiento que promueve un Estado moderno y transparente. No queremos un Estado grande, sino un Estado justo, que tenga el tamaño mínimo necesario y que sea eficaz, moderno y transparente pues éste se financia con los recursos de todos los chilenos. Que asuma sus funcionalidades propias, pero que respete y promueva la libertad en la sociedad. Creemos en un Estado probo y transparente, que use eficaz y eficientemente los recursos de todos los chilenos.

Un Movimiento que cree en los jóvenes y que tiene una vocación infinita por invitar, promover y potenciar a las nuevas generaciones a hacerse parte de la discusión política y social, donde se vuelva a recuperar la formación y la participación de nuestros jóvenes en todos los espacios de una sociedad en movimiento, como un pilar esencial de nuestro actuar público.

Un Movimiento que cree en la acción donde no basta con diálogos, discusiones y escritos, sino un lugar donde esencialmente nos comprometemos a salir a la calle, tanto la tradicional como la moderna, ésta última que incluye las redes sociales y todos los foros, espacios y debates que existan, para darle vida a nuestras ideas y principios con las personas.

Un Movimiento que aspira al progreso. El crecimiento económico no es suficiente y menos, cuando no alcanza para todos. Nuestro objetivo es el progreso, un desarrollo económico, social, cultural y espiritual que beneficie a todos los chilenos y que sea sustentable y sostenible en el tiempo. Precisamente, donde usemos el ingenio y las buenas ideas, para potenciar un uso responsable de nuestra tierra y donde nuestros proyectos no se agoten con nuestra generación, sino que pensamos permanentemente en las venideras.

He aquí mi sugerencia para tantos amigos chapines míos que comparten las mismas inquietudes.

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Lea más del autor:

Armando De La Torre

Nacido en Nueva York, de padres cubanos, el 9 de julio de 1926. Unidos en matrimonio en la misma ciudad con Marta Buonafina Aguilar, el 11 de marzo de 1967, con la cual tuvo dos hijos, Virginia e Ignacio. Hizo su escuela primaria y secundaria en La Habana, en el Colegio de los Hermanos De La Salle. Estudió tres años en la Escuela de Periodismo, simultáneamente con los estudios de Derecho en la Universidad de La Habana. Ingresó en la Compañía de Jesús e hizo los estudios de Lenguas Clásicas, Filosofía y Teología propios de esa Institución, en diversos centros y universidades europeas (Comillas, España; Frankfurt, Alemania; Saint Martin d´Ablois, Francia).

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