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Un crimen llamado educación

Ventana Cultural

Análisis del documental de Jurgen Klarik

“La educación genera confianza. La confianza genera esperanza. La esperanza genera paz.” (Confucio)

Durante mucho tiempo se ha creído que la manera de enseñar al hombre era de manera natural. Platón, en sus diálogos de su propuesta de una república, explica la manera de formar a los ciudadanos del nuevo estado. La educación, según su concepción, no es la misma. Depende en gran medida del grupo al que pertenece y las habilidades que tiene.

Una de las maneras para enseñar, proponía Platón, se da a través de la música y la gimnasia. Educar, dice Platón, a través de su maestro Sócrates, que es extraer el caudal de experiencias, virtudes y habilidades acumuladas con el tiempo en el hombre para entregarlos al resto del mundo y vivir, practicando lo aprendido a plenitud.

En la época antigua, en Grecia específicamente, se dio el fenómeno de las escuelas de filosofía, donde la observación y la reflexión eran la base del desarrollo. El movimiento, la experimentación, la música y la gimnasia, eran el estandarte para formar hombres y mujeres competentes, no solo para la vida política y dirección del estado, sino, para saber vivir acompañado por sus otros congéneres y conciudadanos.

En la actualidad, el sistema educativo de los países de Latinoamérica, y, buena parte de la Europa occidental, tiene la connotación que se ha ido observando por muchos años y generaciones atrás. Los docentes, expertos en el área educativa, alumnos y padres de familia, han manifestado que el proceso de enseñanza – aprendizaje dentro de la escuela, no ha cambiado en nada desde finales del siglo XVIII, cuando en la antigua Prusia se estableció el sistema educativo que se conoce actualmente, al lado del establecimiento de las fábricas para los trabajadores.

Dentro de la historia, muchos observadores aportaron a la forma de enseñar y aprender de los niños. Jean Piaget, Pavlov con el acondicionamiento, Lev Vigotsky, María Montessori, Rudolf Steiner, que establecieron que el ser humano aprende de manera natural.

El niño aprende de manera nata, por imitación. Necesita moverse, tocar, ensuciarse, experimentar. El sistema educativo de los países latinoamericanos es muy parecido en su esencia. Se imitan modelos de enseñanza de otros países. Aunque hay algunos que han encontrado una buena manera de motivar y enseñar a sus niños, no dejan de lado que parte de su éxito requiere muchos sacrificios. A veces, jugar con la vida de sus alumnos.

Muchos países, por el nivel de exigencia académica, no solo hacen niños brillantes, pero también los hacen débiles en su inteligencia emocional.  Este tema es algo que se toca últimamente. El maestro e investigador Howard Gardner menciona en sus aportaciones sobre las diferentes inteligencias que tiene el ser humano. Siendo una de las más importantes, la inteligencia emocional.

El documental investiga sobre el sistema educativo, llegando a la conclusión que el sistema educativo comete el “crimen” de enseñar contenidos que a la larga no le servirán de mucho a los estudiantes. Herramientas básicas para la vida cotidiana para resolver conflictos.

Cada uno de los países debe crear su propio paradigma educativo para la formación de sus estudiantes. La copia de los sistemas de enseñanza de otros países lleva a la escuela a formar a una manera que no es propia del país.

De acuerdo a la concepción inicial de la escuela, nació con la concepción que los niños son vasijas vacías que hay que llenar. El método conductista se promovía a través del cambio de conducta. Y se establecieron técnicas de premios y castigos para manipular la conducta. Con estos procedimientos se pierde las ganas de aprender y de vivir. El niño necesita desarrollarse de manera normal buscando de manera innata su propia autorrealización.

“Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías, breve, y eficaz por medio de ejemplos.” (Séneca)

Más adelante veremos los diferentes métodos de enseñanza en un análisis bajo la lupa de la filosofía, la historia y la experiencia.

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Claudia Alexandra Figueroa Oberlin

El arte siempre lo llevé de la mano con la literatura, me dediqué al teatro, a la danza por más de quince años, y a las artes marciales, ahora soy miembro de diferentes asociaciones y academias de poesía: Asociación Actuales Voces de la Poesía Latinoamericana, donde participo con crítica literaria, Academia Nacional e Internacional de Poesía de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, América Madre, Unidos por las Artes, Movimiento Literario de Centroamérica, y locutora de la radio el barco del romance con el programa Una Ventana al Mundo, donde hablo de los viajes, la historia y la cultura, recito poemas y leo cuentos o fragmentos de otros autores y propios.

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