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Y se llegó la Navidad…

Poptun

Todas las Navidades tienen algo sumamente especial, sin embargo, la de este 2020, en el marco de la actual crisis sanitaria mundial, desatada por la pandemia del COVID-19, sin duda quedara grabada por las particularidades que nos ha tocado vivir.

De marzo a la fecha, el mundo cambio, la forma de relacionarnos, de hacer negocios, de educarnos, es muy diferente a lo que estábamos acostumbrados, en este camino ha tocado despedirnos de amigos y familia, así como abrazar solidariamente a distancia, a los cercanos de quienes no sobrevivieron a la enfermedad.

Por ello, esta Navidad es sumamente especial, primero, porque se veía tan lejana, en tiempo, distancia y cuanta variable queramos asociar, de cuando empezó la pandemia, y segundo, lo más importante, porque hemos llegado hasta acá.

Más allá de estas circunstancias, de costumbres, mitos, leyendas que se sumaron a lo largo de los siglos en muchos países y que dieron forma a la celebración de la Navidad, tal como la conocemos ahora, la celebración del nacimiento del Jesús Cristo, representa sin duda, una de las fechas más emblemáticas de la fe cristiana.

Aun cuando se celebre el nacimiento del hijo de Dios, muchos preferimos ver a Jesucristo como un ser humano sumamente especial, lejos de esa deidad que le hace ver alguien sobrenatural lejos de todo alcance. Personalmente, considero que verlo como prójimo, pone aun en mayor perspectiva el valor de la persona que partió la historia en el antes y en el después de su nacimiento.

La Navidad, ha sido representada de diferentes maneras a través del tiempo, desde el primitivo arte cristiano y la iconografía bizantina, pasando por los lienzos de los artistas del Renacimiento, hasta como la conocemos hoy en día.

Independiente de la estampa, esta celebración nos llama a encontrar lo mejor de nosotros, buscar al niño que quedo dormido u olvidado, fraternizar con el vecino, el compañero de trabajo, en fin, dar gracias por todo lo bueno recibido en el tiempo, y también por lo no tan bueno.

Sin duda, este año se cumplieron anhelos y otros quedaron postergados, sin embargo, el mejor regalo recibido, es que la seguimos contando, cada uno a su manera, pero en fin vivos.  Que mejor oportunidad para dar gracias, gracias e infinitas gracias e invocar la pureza de los grandes ideales del Cristo, quién nos heredó la ciencia del amor al prójimo, como el mejor método para la convivencia social y pacífica de los pueblos, por los siglos de los siglos.  ¡Que pasen una muy feliz Navidad…!

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