Lecciones del 2020
Políticamente Incorrecta
Primera lección: Los medios pueden paralizar al mundo. Los medios diseminan la información, o las mentiras, que rigen cómo vivimos. Ellos deciden si algo que comemos está bien, o está mal, que compramos, si salimos, si volvemos o tornamos. Los políticos siguen lo que los medios dictan, porque de no hacerlo, la opinión pública manipulada se los come vivos. Vimos cómo pocos líderes osaron desafiar a los medios y afortunadamente al final, salieron bien parados.
Los medios incentivan el miedo, o lo aplacan. Los medios agrandan o disminuyen lo que sea. Los medios, así como linchan a quien quieran, ensalzan a quien quieran, son juez y jurado, ellos deciden quien es culpable, quien es inocente, y las leyes valieron canción.
Segunda lección: El pánico es la mejor forma de manipular al mundo. Diseminando miedo, la gente obedece cual borrego. La matemática pasó a segundo plano, al igual que la lógica. Ya no es la represión la única forma de callar a la gente, el pánico diseminado sistemáticamente demostró ser contundente.
Tercera lección: El que causa el problema y tiene la solución, gana. China nos lanzó su virus, pero también se hizo aún más rica a punta de exigir mascarillas, vacunas, pruebas de hisopado, etc de fabricación china. No se puede tapar el sol con un dedo y #pensarnoduele
Cuarta lección: No existe un sólo país en el mundo donde la corrupción no impere, dónde no hagan con el sufragio lo que les venga en gana, y ni los Estados Unidos ni Europa están exentos. Este año gringolandia nos dio una lección de estiércol puro a niveles jamás imaginados. Los medios, obvio, trataron de taparlo pero cada vez sale más y más la podredumbre y ya no la pueden parar.
Sólo en Guatemala no queremos entender que cada quien debe arreglar su casa, y no podemos esperar que quien no tiene en orden la suya nos venga a arreglar la nuestra.
Quinta lección: Es demasiada la gente que odia la política, o no les importa, pero votan. El voto desinformado es el peor voto que existe. A la gente no le gusta leer, no le gusta investigar, no le gusta saber. A la gente le gusta que le digieran las cosas. Que le den los conceptos masticados y le digan como entenderlos.
Cuantas veces he escuchado en las últimas semanas “yo voté por Biden por todo lo que dará gratis, pero soy conservadora”. Y cuando se les confronta con el récord de Biden y Harris sobre el aborto, impuestos, etc, responden “hay no sabía”. En serio, dan ganas de cachetear a la gente por vivir en júpiter y luego quejarse. Y lo peor es que de esta gente está conformada la gran mayoría.
Sexta lección: Si no somos políticamente correctos, somos racistas, clasistas, xenófobos, fascistas, etc. Los medios determinan que es ser políticamente correcto. Hablan de tolerancia pero son los primeros intolerantes. Ser heterosexual, conservador, pro Vida del no nacido, ser blanco, emprendedor, y una persona de Fe al paso que vamos, dentro de poco será hasta ilegal.
Séptima lección: es para mi más bien una confirmación. Tenemos excelente personal médicos nacional, que no deja nada que desear al extranjero. Dios bendiga a toda esa gente valiente y comprometida que han curado tanto enfermo del virus chino, a pesar del miedo. Y bendigo al geriatra de mi mami que la sacó adelante del virus con tanta dedicación, desde la casa.
Octava lección: de nada sirve que se cubran en plástico, salgan con una burbuja en la cabeza, quieran vivir aislados, o se embadurnen en desinfectante, si su sistema inmunológico está débil.
Yo me expuse triple al virus en los dias pico de contagio, sin siquiera mascarilla, y no me dio porque en lugar de paniquear me dediqué a fortalecer mi sistema. No soy marciana, soy tan humana como el que más, solo que elijo la ciencia y la lógica sobre el pánico.
Ya empiezan a salir los testimonios aterradores de gente que se ha vacunado. Pero los reyes del panico CNN ya están hablando de vacunación obligatoria, hasta para viajar.
Hasta que la gente en masa no se alce y reclame sus derechos, esta ola parece imparable. Estamos destinados a convertirnos en una mayoría silenciosa y subyugada, pero bien merecido estará por dejarnos. Tendremos y tenemos, lo que merecemos.

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