La educación: La visión de Montessori y Waldorf
Ventana Cultural
Hace poco, mencioné algo que Sócrates decía que “aprender es recordar,” y se le agrega: “recordar es vivir.” Se cuenta de una anécdota que él, con su método que llamó la dialéctica, a base de preguntas, hizo que un esclavo recordara las enseñanzas de la escuela Pitagórica.
Para hablar de educación, la mejor referencia en occidente es la cultura de la antigua Grecia, y todo su legado nos vino hasta este punto durante la historia. Y, en oriente, encontramos otras fuentes que fungieron en un principio, como sistemas educativos. Siendo estos el budismo o el taoísmo implementado por el maestro Buda y Confucio respectivamente. De esto hablaré ampliamente en otro momento.
Uno de los modelos que trató de rescatar la naturalidad del aprendizaje fue María Montessori. Creó un sistema a base de la observación de los niños en la guardería del hospital donde fungía como médico, específicamente a los “niños inútiles.” – lo pongo entre comillas porque ella creía que todos tienen capacidad de aprender, pero a diferente ritmo y con diferentes materiales. – ella extrajo de los trabajos de Itard, Froebel, Pestalozzi, Vigotsky los fundamentos para realizar su labor.
Ella concluyó diciendo las siguientes premisas: 1) todos los niños tienen una mente “absorbente,” 2) Todos los niños pasan por períodos sensibles. 3) Todos los niños quieren aprender. 4) Todos los niños aprenden por medio del Juego / Trabajo. 5) Todos los niños pasan por diversas etapas de desarrollo. 6) Todos los niños quieren ser independientes. Estas ideas fueron la base de su método donde adaptó el juego al aprendizaje infantil. Así, todos aquellos niños que fueron considerados indeseables o “niños idiotas,” tuvieron una oportunidad para desarrollarse y desempeñarse en las diferentes áreas de su vida.
Otro que aportó en gran medida a la educación fue el filósofo y antropósofo Rudolf Steiner quien soñó con mejorar y modernizar la escuela. Sus estudios de antropología y filosofía lo llevaron a crear un método de enseñanza donde se respeta el proceso de aprendizaje y evolución de cada individuo. Desde la niñez hasta la adultez.
Dentro de esta pedagogía el niño es acompañado y guiado en su proceso de autoconocimiento y descubrimiento del entorno.
Desde niños empiezan a experimentar, construir y aprender a trabajar en armonía con el medio ambiente. Tanto los salones como los juguetes usan materiales completamente amigables con la naturaleza y orgánicos. Ya sea que ellos crean sus pinturas o sus juegos, o las instituciones los piden a sus sedes centrales para el trabajo.
Aunque son modelos que no usan libros de textos base, sino que se basan en la experiencia. El paso del tiempo ha demostrado su efectividad dentro del desarrollo integral de los niños. Ambos modelos buscan la libertad integral de los estudiantes, ser protagonistas y partícipes de esta sociedad que va cambiando cada vez más.
En la actualidad, – y, como docente digo, – no podemos darnos el lujo de usar métodos como los que se usaron hace más de cincuenta años, donde la modificación de la conducta era la cualidad a garantizar mejores resultados. Los tiempos cambian y nosotros con ellos. Los sistemas como los conocemos colapsan para crear nuevos paradigmas.
Tampoco podemos copiar paradigmas de otros países. Cada región tiene sus problemas que resolver, obstáculos que surcar, metas que alcanzar. Ya no podemos ver a otros países que tienen sus propios problemas y vicisitudes, aunque podemos sacar lo mejor de ellos para nuestro desarrollo.
Es necesario observarnos y crear nuestros propios métodos de enseñanza y de investigación para formar adultos competentes en el mundo que les toca vivir.
En el siguiente número veremos la forma de enseñanza de las diferentes culturas y como podemos sacar lo mejor de ellas para nuestro quehacer pedagógico.

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