Crisis del humanismo

Nuestro Mundo Posible

Habitamos un planeta al que Carl Sagan denominó El Punto Azul Pálido y Edgar Morin El Micrón Perdido.

En ese pequeño espacio de la Vía Láctea habitamos los seres humanos.

Llevamos tantas actividades realizadas que nuestro planeta cada día va adquiriendo una cara diferente.

Los seres humanos también hemos evolucionado porque somos una especie que busca el aprender algo nuevo cada día.

Hemos dejado una cultura que cada día representa ese largo recorrido que llevamos como especie.

Como civilización hemos desarrollado un mercado internacional, una comunicación instantánea y no hay lugar de nuestro planeta al que se nos haga difícil llegar.

También hemos protagonizado grandes conflictos: Las Dos Grandes Guerras.

Estas guerras dejaron, como hecho a no repetir, las bombas atómicas disparadas sobre Japón a Hiroshima y Nagasaki el 5 y 9 de agosto de 1945.

De 105,000 a 120,000 personas murieron.

Seis días después Japón hace su rendición a los Aliados. Esta rendición se hizo formal el 2 de Septiembre de 1945.

Las dos Grandes Guerras dejaron destrucción y muerte; se calcula que en la Segunda murieron 50 millones de seres humanos.

Las muertes no fueron sólo en los frentes de batalla; las muertes fueron por hambre y pobreza.

Como consecuencia de esos conflictos los países se unieron para crear organismos que ayudaran a resolver las diferencias entre países y que nunca más se repitieran los eventos de LAS DOS GRANDES GUERRAS.

Se hizo LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS, se fundó LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS y otras que fueron dedicadas a la organización de los recursos económicos.

Como consecuencia de estos conflictos los seres humanos se dedicaron a buscar soluciones mediante ciencia y organizaciones de apoyo para generar una convivencia que produjera una vida con menos conflictos y más bienestar.

Se crea la computadora y se inicia la escolarización masiva.

A partir de ahí se comienza una vida de desarrollo científico y técnico que forman el mundo que hoy vivimos.

Este mundo de mucha ciencia y tecnología, globalizado en cuanto al comercio, se encontró con un pequeño virus que le ha tenido de forma mundial con la economía paralizada y con un confinamiento de sus habitantes.

Estamos siendo testigos del descontento social por todos lados: los Estados no saben qué hacer.

Las vacunas que sí, las vacunas que no y lo que tenemos: saturación de hospitales, desempleo y hambre.

Junto con los aspectos que mencionamos aparece alguien no invitado: la disminución del valor del otro.

Los demás no importan. Vemos cada acto de carencia de reconocimiento del otro que nos parece imposible que puedan darse situaciones así.

Se cometen crímenes inimaginables.

Los seres humanos buscando países donde poder vivir; hablamos de las migraciones.

Cada día escuchamos: naufragaron tantos tratando de llegar a…

Asesinaron a tantos, tratando de llegar a este país donde se supone iban a tener, no sin muchas dificultades; un trabajo.

Vemos a los ricos más ricos y las oleadas de seres humanos huyendo de esta guerra no declarada que mata igual que las declaradas.

Nos preguntamos: dónde quedó el amor a los otros seres de nuestra misma especie y el amor al entorno que nos da a vida.

Escuchamos en estos días de la muerte atroz de quienes buscaban en otras tierras el pan que no podían obtener en su lugar de nacimiento.

Hay carencia de amor a los demás.

EL HUMANISMO ESTÁ EN CRISIS.

¿Qué podemos hacer?

Podemos hacer muchas cosas.

Lo primero es pensar de dónde viene tanto egoísmo.

Una parte de la sociedad está ocupada en hacer dinero y la otra en tener el poder político.

Para tener dinero crean necesidades de todo y generan una demanda que nunca termina.

Los que quieren el dinero no saben qué hacer con él y los que gobiernan cada día quieren más poder que parece nos quieren llevar a formas ya superadas.

Lo grande de todo es que las formas superadas están regresando como si fuera un juego.

Por lo anterior lo que se ve primero tenemos que hacer es ver por quién votamos; claro en los países donde se eligen los gobiernos de esa manera.

Las personas están votando por emoción, no por derechos.

Los que tienen el dinero no estarían tan seguros si los políticos no hicieran alianzas con ellos.

Votar por políticos que den a sus pueblos una mejor vida.

Estamos en una época de la Historia que tenemos que parar el hambre y las migraciones.

La Canciller alemana Ángela Merkel y el nuevo gobierno de EE.UU. ven como solución a las migraciones generar programas que den mejor vida a las personas para que no tengan que dejar sus países de origen buscando un bienestar que no les llega.

Tenemos que pensar en los demás y generar una sociedad en que la vida sea posible para todos.

Tienen que terminarse los ríos de personas, caminando por los lugares menos imaginados, llevando niños que no saben qué ocurre.

Tenemos que dejar de ver a soldados sacando niños de los escombros de un atentando o de una de esas guerras no declaradas.

Tenemos que aportar cada uno un granito de arena para una vida en paz para todos.

Tenemos que elegir mejores gobiernos.

Tenemos que enseñar a leer, a escribir a los seres humanos que podamos.

Tenemos que enseñar a los menos favorecidos el valor de su voto, el valor de la salud, el valor de su trabajo, el valor de su vida.

Cada ser humano es un don precioso.

Si buscamos soluciones en lugar de esperar a ver qué sucede es posible generar un mundo mejor para todos.

No esperemos los milagros; trabajemos para alcanzar la vida digna que todo ser humano tiene derecho a tener.

Area de Opinión
Libre expresión de pensamiento.

Lea más de la autora:

Siguiendo a Gabo en “Crónica de una muerte anunciada”

Rosa Hilda Lora Muñoz

Doctora en Sistemas Filosóficos Contemporáneos - Cum Laude. por la Atlantic International University - Estados Unidos. Especialista en docencia y humanidades.