En el pozo
Punto de Vista
Febrero 2021: sin salida despejada, desánimo, indiferencia, ignorancia, opiniones y posiciones extremas, la ira y la emoción ganan a la razón, la intolerancia se impone, la violencia contra las niñas y mujeres es lo normal, la mentira, el doble juego, las intrigas, el silencio, el covid, la pandemia, el semáforo. Mafias y narcotráfico se aprovechan, divide y reinarás. En el caos la vida es más sabrosa.
No se encuentra la salida, estamos en el pozo. No podemos ver y menos pintar el futuro con nuestros colores; la sociedad multicultural y plurilingüe. Esperamos al mesías, el líder mágico que nos saque del pozo. Incapaces de dialogar, sí dialogar, o tan solo escuchar al otro. El prójimo, al que debo amar y perdonar mientras vamos a la iglesia los fines de semana. No hay tema que no se encare desde la emoción. Sin diálogo auténtico y sincero, estamos a la deriva. Cada uno con sus intereses, su razón y su dinero. El país aguanta.
La violencia contra las niñas y mujeres no importa, mientras no me afecte a mí y a mi familia. La indiferencia es atroz, duele.
Esperando la vacuna contra el covid, en medio de otra ola de contagio imparable y nuevas cepas del virus. Hospitales llenos, pero nuestros niños vuelven a clase. La Poderosa recorrió las vías maltrechas, sin pasajeros y sin norte.
Asumió Biden, cambio de rumbo y con directrices claras para Centroamérica. Soberanía y patria gritan algunos, pero no podemos crear una sola propuesta sensata sobre ningún tema para negociar de manera madura, formal y seria con la potencia del Norte. Agenda clara, con lista circulando: migración irregular, narcotráfico, anticorrupción. No hay margen para perderse. ¿Dónde están nuestros objetivos nacionales, las políticas, agendas y planes?
Mientras tanto, en este pozo ciego, “La Llorona” es candidata para ganar un Globo de Oro. Jairo Bustamante se ha consagrado como un cineasta de talante mundial. Si gana, nos da oxígeno de manera momentánea ante la agonía en la que estamos.
La incertidumbre parece marcar el 2021, mientras regresamos a la vieja normalidad rumbo a un Bicentenario sombrío, sin mayores festejos.
¿Cómo salimos del pozo? Solos, con nuestros medios o con ayuda. Cualquiera sea el camino, de algo estoy segura, sin diálogo y espacios apropiados, esto no es posible. En la Plaza se protesta, pero no alcanza, sirve en el momento, pero necesitamos ver más allá.
Se requiere dialogar, espacios y tiempo. Pero en ese diálogo no todos entran, entran los que quieren vivir en un país sin miedo, sin doble juego, sin mentiras, sin corrupción, sin doble discurso. Tal vez, necesitemos ayuda de otros países, de otros actores. El pozo es sucio y hondo, no estoy segura de que podamos solos, al menos por el momento.

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Puntualísimo, una excelente radiografía nacional que nos hace una reflexión de que país queremos y ya no es sólo de ir a protestar los sábados en el metro cuadrado.