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Política Pública para la sostenibilidad alimentaria

Nueva Sociedad

La discusión y lucha por la sostenibilidad alimentaria se inició hace varias décadas en los países del sur.

El sur está compuesto por todos los países, excepto Estados Unidos y Europa, ante el aumento de los precios de los alimentos. Este fenómeno tomó más fuerza a partir del año 2008 con la primera crisis global. Ninguno de los continentes se escapó del aumento local de los precios. Esto provocó estallidos sociales de diferentes maneras que fueron disipados por las fuerzas del orden ante los disturbios y las manifestaciones contra el hambre (Delcourt Laurent, 2009). Desde entonces esta crisis azota fuertemente a muchos grupos de escasos recursos. Se le ha denominado inflación de la pobreza pues el precio de la comida ha llegado a superar al 75% del ingreso de los hogares pobres, provocando la desnutrición y el hambre. En el año 2007 estuvo a punto de superarse la falta de alimentos, ante 7 años de esfuerzos llevados a cabo contra de la pobreza y el hambre, según manifestó la FAO. A partir de ahí los países debieron importar periódicamente alimentos o comenzar con planes de emergencia y de desarrollo agrícola.

Los orígenes de esta crisis se pueden ubicar en el aumento de los costos de la energía, con el aumento de la demanda para el consumo de productos agrícolas por los países emergentes y sus nuevos sectores medios, todo lo cual hizo evidente su extrema vulnerabilidad por su dependencia de las importaciones de alimentos y el aumento de precios. La disminución de la oferta como resultado de las malas cosechas de los países exportadores, junto a la especulación de los precios, la plantación para la exportación y la producción de agro carburos, así como factores endógenos como la sequía, el aumento de la población y los altísimos niveles de producción agrícola de los países productores del norte. Todos estos factores explican la gravedad de la situación en el sur. El nuevo mapa, la profundidad y la amplitud de sus raíces dependen más de las opciones políticas y económicas que han reforzado la debilidad mono exportadora de los agroexportadores del sur, hasta convertirla en una característica estructural.

Esta crisis de acceso a la comida para los países y los grupos más pobres son causadas por las transformaciones enfrentadas por los sectores agrícolas nacionales durante las últimas décadas, en las regiones en desarrollo, en detrimento de los cultivos de productos tradicionales. Este cambio se realizó para aprovechar la apertura y desregulación de los mercados agrícolas del norte. Fue tomada como una oportunidad para que el sur mejorara su desarrollo económico, sin tener que preocuparse por su seguridad alimentaria que era asegurada por los alimentos baratos del norte. Con la liberación de los intercambios agrícolas, la competencia internacional influyó negativamente en las economías rurales locales del sur, de manera profunda, y aplastó al pequeño campesinado que sufre desde entonces la disminución de su ingreso.

Guatemala, como parte de los países en desarrollo, tiene un escaso desarrollo socio económico, y una historia marcada por sus particularidades históricas que la califican como una nación discriminatoria de la población española inmigrante, que llegó en la colonia en busca de riquezas. Y la Imposición de formas de explotación y dominación a las culturas y pueblos indígenas. Nunca dio importancia a la agricultura familiar, sino todo lo contrario. Sus acciones siempre apoyaron medidas económicas donde estos pueblos y culturas fueron los perdedores al ser expropiados por el Estado colonial. Posteriormente los cafetaleros continuaron dicho modelo de explotación campesina.

Por lo que los países industrializados y las instituciones internacionales no son los únicos responsables del cambio rural. Los países en desarrollo fueron de los primeros en sacrificar al campesinado con el aumento de la urbanización y la industrialización. En este país durante la colonia primero, la producción del café luego y en tiempos recientes, se ha obviado el desarrollo y fortalecimiento de manera intencional de la agricultura familiar y de subsistencia, al no ser considerada estratégicamente importante sin posibilidades de concentrar inversiones con políticas de desarrollo nacional. La modernización nacional se llevó a cabo con la importación masiva de víveres, primero a bajos precios y posteriormente altos.

Históricamente se ha provocado una desnutrición y hambre estructural de la población indígena. En la población rural lo común es la desnutrición infantil y la muerte de infantes en lugares lejanos ante la indiferencia de la población urbana y del gobierno de turno. Han sido las presiones externas de la FAO, no las protestas de los afectados, las que han presionado a los gobiernos a aprobar programas de alimentación que no han sido realizados hasta ahora, ante la corrupción del actual gobierno con el Ministerio de Desarrollo. Es urgente la aprobación de una política de desarrollo que asegure la producción y alimentación de la población rural pues de lo contrario año a año se seguirá dando el hambre y sufrimiento de un grupo cada vez mayor de personas.

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