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No queremos excusas, exigimos vacunas

Evolución

No tenemos siquiera información confiable y transparente de parte del gobierno como para hacer una evaluación adecuada de los procesos de compra de vacunas para el Covid-19 que ha llevado a cabo. Se entiende que el gobierno recurrió al mecanismo Covax dado que su finalidad es contribuir al suministro de vacunas a todos los países y gobiernos bajo criterios de trato equitativo y específicamente a la vacuna AstraZeneca por su costo y porque su manejo es más fácil en función de la endeble infraestructura en nuestro país. Dijeron que habría una entrega inicial de 800 mil dosis, que presuntamente ya están pagadas, y que serían entregadas en febrero; y que el total adquirido sería de 6 millones de dosis. Las entregas no se cumplieron y ahora solo recibimos excusas e información de postergación de las fechas de entrega. Hoy el presidente se limita a decir y se escuda en que “las vacunas de Covax fueron una mentira descarada” y que han protestado enérgicamente. Aducen, y seguramente con algún grado de razón, que las vacunas que habrían de adquirirse por medio de este mecanismo se han atrasado por deficiencias propias del sistema y por escasez a nivel mundial. Desde luego que la burocracia típica de estas organizaciones internacionales, como toda burocracia, se caracteriza por su falta de eficiencia; y la demanda mundial de vacunas es una realidad. Pero cuando ello se contrasta con que otros países de la región van bastante más avanzados en sus procesos de vacunación, se evidencia también la falta de previsión e ineptitud de nuestro gobierno en agilizar este proceso. La ministra de salud se justifica en que esos otros países pagaron sus vacunas el año pasado, mientras que nosotros las pagamos hasta este año “por el tipo de legislación que tiene Guatemala”. Si bien el proceso de compras en Guatemala es engorroso dadas las trabas que se han puesto para evitar la corrupción, no se puede aceptar ese nivel de cinismo como excusa, puesto que esta debió haber sido la prioridad desde el inicio de la pandemia y sobre todo desde que se empezaron a tener noticias sobre el desarrollo y entonces futura disponibilidad de las vacunas. También se debe considerar que el gobierno contrajo una deuda descarada y monumental, por lo que no tienen pretexto alguno para decir que no hubo recursos. Simplemente no hay excusas que valgan, solo cinismo y, ahí sí, mentiras descaradas. Lo irónico es que todas esas trabas legales a las que aduce la ministra parecieran desaparecer por completo cuando se trata de hacer compras y contrataciones sucias y corruptas. Vaya si esas no se llevan a cabo con toda la rapidez y diligencia. La falta de provisión de vacunas a estas alturas es inaceptable y una total irresponsabilidad por parte del gobierno. Demandamos que las nuevas compras que se han anunciado se hagan de forma pronta, eficaz y transparente, que se tengan los cuidados y manejos adecuados para garantizar su efectividad y que se atienda a los diferentes sectores de la población de acuerdo a las prioridades establecidas. Guatemala no puede tolerar otro fiasco más y sobre todo de esta magnitud.

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Alejandro Baldizón

Abogado y Notario, catedrático universitario y analista en las áreas de economía, política y derecho.