Tamaulipas: ¿Víctimas del estado mexicano o guatemalteco?

Barataria

Después de muchos días de espera, el día de viernes arribaron al país los cuerpos de las víctimas de la masacre en Tamaulipas, México.  No puedo más que conmoverme al ver las escenas que protagonizaron los familiares de las personas masacradas que esperaban la noticias de que sus familiares habían llegado a Los Estados Unidos y pronto conseguirían un trabajo para poder sostenerles apoyándoles mediante el envío de remesas para que, de alguna manera resultara un paliativo para la grave crisis económica que sostenían.  En realidad, los lugares de dónde emigran los guatemaltecos son variados y no podemos decir que emigran solamente del interior del país sino de los centros urbanos y de la ciudad capital.

La inmigración se ha criminalizado desde hace muchos años, los Estado buscan protegerse de las oleadas de inmigrantes ignorando que esto es un fenómeno social que ha existido desde tiempos inmemoriales.  Lo hemos visto a través de la historia como las necesidades y las crisis han provocado que muchos habitantes de un territorio tomen la decisión de ir a otros países para lograr “una vida mejor”.  Es también decadente lo que ha sucedido con algunas naciones para reprimir la inmigración cuando sus habitantes han hecho uso de ella de una u otra manera.  Guatemala misma cae es esa hipocresía de requerir que se les dé un trato diferente a sus nacionales cuando ha promovido la represión de otros inmigrantes, tal como sucedió no hace mucho tiempo cuando el Presidente Giammattei, ordenó al ejercito de Guatemala frenar el paso de inmigrantes hondureños que iban camino a Estados Unidos, con subterfugios basados en legalidad que criticamos a países como Estados Unidos y México.  No olvidamos tampoco como, los países Europeos, una vez buscaron latinoamerica inmigrando de los horrores de la primera y segunda guerra mundial y los efectos de la postguerra y ahora se ensañan con la inmigración africana y latinoamericana imponiendo normas de difícil cumplimiento para reducir este fenómeno.  Igual podremos hablar de la forma en que Estados Unidos se constituyó desde sus inicios como una nación de inmigrantes, que colonizaron norteamerica huyendo de sus propios espectros del Reino Unido y que luego se engrendecio bajo la inmigración que ahora criminaliza de una forma más que hipócrita, puesto que penaliza la inmigración pero continúa permitiendo el trabajo de inmigrantes bajo pagos por debajo del salario mínimo.

Pero en Guatemala, las autoridades alzan la voz, gritando a los cuatro vientos que buscan que el Estado Méxicano se haga responsable de los hechos materiales realizados en el municipio de Camargo en Tamaulipas, se habla de la penalización del coyotaje, de que la trata de personas, de combatir esta práctica.  Pero en realidad si buscamos un responsable, debemos de encontrarlo en el Estado de Guatemala, que es completa y totalmente responsable de provocar una inmigración masiva de personas que en realidad no buscan salir del país porque quieren, no es que tengan urgencia por abandonar a sus familiares, no desean un “sueño americano”, es que no han encontrado el “sueño guatemalteco”. Cuando vemos las víctimas de Tamaulipas quedamos totalmente sorprendidos de las personas que buscaron emigrar para encontrar una vida mejor en los Estados Unidos:  Un profesor de informática, un jugador de futbol de tercera división de 22 años y con futuro truncado, una chica recién graduada de diversificado cuyos padres le ayudaron a conseguir el dinero para el viaje que dejó a su madre y sus hermanos; y otros muchos guatemaltecos y guatemaltecas como muchos de nosotros que tenían sueños, deseaban tener una vida mejor ¿Es eso un delito?

Es alarmante, ver que año con año muchos jóvenes se gradúan de nivel diversificado y no encuentran oportunidades en Guatemala para salir adelante, se les niega las oportunidades de trabajar, de continuar sus estudios y de tener una vida digna y se sienten obligados a emigrar con todo y los peligros que representa esa travesía con tal de llegar a Estados Unidos para darles una vida digna.  No podemos ni imaginar lo que sucede con los adultos y adultos mayores.  En realidad, mientras Guatemala no se abra a las oportunidades, no invierta en programas para permitir que los jóvenes tengan una mejor oportunidad, siempre vamos a tener muchas personas emigrando.

En realidad las masacres de San Fernando o de Camargo en Tamaulipas, no van a detenerse, el crimen organizado, el narcotráfico y la instrumentalización de la inmigración para cometerlos hace que estos hechos se repitan, pero en Guatemala deberíamos de plantearnos seriamente qué país queremos ser.  Si queremos un país en el cual los jóvenes no van a tener oportunidades de trabajar, estudiar y buscar superarse, siempre vamos a tener muchos de ellos yendo a otros países a buscar lo que Guatemala les ha negado.  Si los empresarios continúan ofreciendo puestos de trabajo con rasgos discriminatorios exigiendo hasta color de ojos, color de cabello y 20 años de experiencia a jóvenes que acaban de salir de diversificado, al cabo de muchos años vamos a tener muchos desocupados y sin oportunidades.  Si en el futbol, continuamos contratando extranjeros para jugar hasta en tercera división entonces nuestros jóvenes deportistas emigrarán para buscar una vida mejor.  Si no se crean programas que estimulen la superación educativa y a la vez se permita que los jóvenes se desarrollen siempre vamos a tener inmigración.  El problema entonces radica en que un país sin oportunidades siempre va a ser un país que provoque la inmigración de su población.  Es Guatemala a través de sus autoridades el victimario de las víctimas de Tamaulipas y lo seguirá siendo en tanto continúe negándole las oportunidades a todos los guatemaltecos.

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Emilio Estrada

El Doctor Emilio Estrada, es abogado egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, obtuvo su PhD en Sociología en la Universidad de Salamanca, España, es abogado litigante.