Ida con ilusiones y retorno sin vida
Tanmi Tnam
Comitancillo es uno de los municipios con altos índices de extrema pobreza, desnutrición, hambre, escasez de agua y contaminación. Agonizan los ríos, los bosques y varias especies animales. Es el lugar de las penurias, de la tristeza y del dolor. Esta es la cruda realidad que provoca emigración de la juventud de este municipio, es parte del retrato de la colonia en pleno siglo XXI y es el lugar donde durante 500 años hasta el Dios que vino se ha olvidado de los pobres. Esta realidad se niega para su transformación en beneficio de mejores condiciones de vida de sus habitantes en tanto el Estado de Guatemala no hace presencia, aunque es vergonzoso reconocer, el Estado sobrevive con buen porcentaje de las remesas. Es la tierra que dejaron los migrantes masacrados en Tamaulipas México y es la mismísima realidad que continuará quién sabe por cuánto tiempo más. Se fueron con vida y regresaron sin ella.
Desde otras miradas, algunos guatemaltecos van de fiesta en fiesta por la celebración del bicentenario de la independencia en tierras donde apenas se puede sobrevivir. ¿Cuál independencia y libertad para los que padecen desnutrición, hambre, persecución y abandono por parte del Estado?
El 14 de marzo, 12 familias y los habitantes de Comitancillo derramaron lágrimas durante la inhumación de sus hijas e hijos migrantes que perdieron la vida en la masacre mencionada. Por el momento, ni el Congreso de la República ni el Gobierno Central cuentan con respuestas a las necesidades de la población comiteca que vive en condiciones de extrema pobreza. Así ha sido durante 500 años de los cuales 200 años para unos es época independiente y para los pobres es continuidad de pobreza impuesta. El Ejecutivo y el Congreso deben reconocer que las condiciones de vida de la mayoría de guatemaltecos es inaceptable. Con este reconocimiento cada ministerio de Estado debe distribuir el presupuesto de manera diferenciada para mejorar las condiciones de vida de quienes viven en precarias circunstancias para evitar la emigración masiva. La municipalidad del lugar repite lo que hace el Ejecutivo, tener a la población en el olvido, sin planes de desarrollo y dedicarse a obras no prioritarias para la sobrevivencia.
El municipio de Comitancillo necesita de programas y proyectos de desarrollo donde hay que tener en cuenta salud, educación, economía, cultura, idioma, tierra y medio ambiente. Para trabajar por el desarrollo hay que identificar instancias responsables con prácticas transparentes, equipo técnico competente para planificar y ejecutar acciones con la participación de las familias y con las organizaciones locales. Debe ser un equipo técnico que conoce las necesidades, los problemas y las grandes aspiraciones de la población. Se debe trabajar con organizaciones e instituciones que rescaten la confianza de los comunitarios para asegurar la ejecución y la sostenibilidad que no se consigue con experiencias cortas ni con las que se dirigen solamente a la clientela de las autoridades en turno.
Las familias dolientes y la población de Comitancillo creen en la educación, pero deben ser carreras del ciclo diversificado con alta competencia productiva, carreras tecnológicas con dos o tres años a través de la educación superior y profesionales competentes para comprender las profundidades de los contextos en extrema pobreza, luego planificar y ejecutar programas cuyos resultados sean conseguir comida, buena salud, educación y fuentes de trabajo. La variedad de fuentes de trabajo en el nivel local disminuirá la emigración masiva y habrá desarrollo.

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