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El primer viaje, un año después: anécdotas y lecciones

Liderazgo

De viajar unas 45 veces al año durante el 2019, lo hice solo ocho a inicios del 2020.  Pasé un año «en tierra». Con el 2021, vino el día de volver a cruzar fronteras. Esta es parte de la vivencia…

Prueba PCR. Escuchar tantas versiones sobre la sensación que causa ese trámite conduce a sobredimensionar los hechos, a experimentar aprensión. La realidad es que fue sencillo. Para superar las pequeñas pruebas de la vida, es mejor enfocarse en fluir y sin dramatismos.

Empacar. Durante un año no necesité de mucho para estar cómodo. Al empacar, apliqué lo mismo. Un «equipaje liviano» para llegar lejos es elegir un modo de vida integral.

Pasaporte y check in. Lo busqué durante una hora. A veces, lo que no usamos «queda por ahí», luego lo necesitamos y… Al inicio del check in, me sentía «torpe». ¿No es cierto que también actuamos así en lo referente a amigos, hábitos y proyectos? ¡Esos descuidos pueden salir caros!

Aeropuerto. Por momentos, rememoraba la primera vez que viajé. Me sorprendió la eficiencia en todos los procesos. Los momentos de crisis son el examen de la cultura de servicio.

Los amigos policías. Los viajeros frecuentes cultivamos amistades. ¡Allí estaban de nuevo!, tremendo saludo y mutua alegría al vernos. Les he mostrado mi carné de policía voluntario a mis veinte años, ellos me han enseñado que el aprecio desinteresado es perdurable y trascendente.

Abordando. Antes ingresaba entre los primeros pasajeros por viajar en «business class», ahora se procede al revés con esa categoría. Siendo «los últimos» y sin exigir privilegios innecesarios, ¿qué tal si en la empresa algunos «de arriba» fueran más humildes y cooperadores?

¡Adentro! Ingreso ordenado, bajo estrictas medidas de bioseguridad; menos conversaciones y más concentración en las normas. Se respira un aire de cuidado mutuo. Ya no hay licores ni lujos. Los cambios de hábitos son posibles cuando la voluntad de llegar bien al destino es compartida.

Destino. Ya no figuran ni los tediosos formularios, ni las revisiones meticulosas de maletas, ni los interrogatorios repetitivos. Un «¡gracias por la visita!» agrega valor a una primera impresión.

Hotel. Protocolos meticulosos cuidan la salud del cliente, saben que cada uno es un pregonero de la experiencia. Ahora sobresalen el servicio con excelencia, la calidez, el trato personalizado. Enseñanza:Cada cliente es el más importante y todos desean y deben sentirse como en casa.

Trabajo y… reveses. Dediqué varios días a la preparación de mi primera semana presencial, era el añorado regreso al aula. «PERO», tras un primer día con la motivación a tope, el Gobierno comunicó la suspensión de toda actividad presencial. La incertidumbre es hoy la mayor certeza.

Me esperaban diez horas de retorno inmediato e inesperado. Todo lo anterior se sintetiza en una gran lección: Si no te adaptas al hoy, el futuro no te adopta ¡así que vamos de nuevo!

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German Retana

Consultor desarrollo gerencial Profesor Emérito INCAE Business School [email protected]

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One thought on “El primer viaje, un año después: anécdotas y lecciones

  • Avatar de Elder Exvedi Morales Mérida

    Extraordinario trabajo. Felicitaciones

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