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El vínculo entre migración y corrupción

Poptun

Ayer el Departamento de Estados de Estados Unidos, anunció que Ricardo Zúñiga, hondureño-estadounidense, que se desempeñó como asesor del presidente Barack Obama para asuntos de las Américas durante ese gobierno, ahora se desempeñará como Enviado Especial para el Triángulo Norte respecto a temas migratorios con el fin de frenar la migración irregular hacia los Estados Unidos e implementar los US$ 4 mil millones que se han destinado para erradicar las causas de la migración en América Central. 

¡Qué gran tarea le fue asignada a Ricardo Zúñiga!

Y es que Estados Unidos, es el país que los guatemaltecos prefieren migrar en busca del sueño americano y por otras causas.  En el Informe de la USAID del Taller sobre Migración en Guatemala, derivado de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se identifican como causas principales por las que los guatemaltecos han sido obligados a salir del país: la falta de empleo, la búsqueda de mejores salarios, la reunificación familiar, la inseguridad pública, el crimen organizado, los desastres naturales y la violencia intrafamiliar, entre otras causas.

En relación a Guatemala, para eliminar las causas que provocan la migración, es necesario cerrar las brechas y abrir caminos para que los guatemaltecos tengan derecho a un futuro mejor y conquisten un derecho al presente.  El Estado de Guatemala, es uno de los países más desiguales del mundo. Actualmente las causas que promueven la desigualdad e inequidad, y por ende la migración de miles de guatemaltecos, se han profundizado por la pandemia, los desastres naturales, el panorama político y especialmente la corrupción que sigue imparable.

La migración siempre es una opción para aliviar la pobreza y promover el desarrollo, especialmente por las remesas.  Para mejorar las condiciones de vida de los pobladores y desalentar el deseo de migrar, primero es preciso definir una serie de políticas sociales con el fin de facilitar el acceso de toda la población a condiciones sociales, culturales, políticas, económicas y jurídicas en igualdad y equidad; con el objetivo de erradicar la pobreza, defender los derechos humanos y la democracia, y superar los desafíos ambientales y climáticos, entre otras cosas. 

La corrupción se convierte en un gran obstáculo para impulsar ese tipo de políticas en favor del bien común. Diversos funcionarios abusan de su poder público para el logro de beneficios particulares, y con ello les roban el sueño a miles de guatemaltecos para poseer, entre otras cosas, mejores escuelas, hospitales, carreteras. La corrupción debilita de forma directa la efectividad de este tipo de políticas sociales si los fondos son malversados o destinados al soborno, al favorecimiento del tráfico de influencias y/o nepotismo. 

El no tener ninguna esperanza de cambio, provoca el deseo para mudarse al extranjero a sociedades menos corruptas ante la falta de fe en nuevas oportunidades dentro del país. La corrupción además desalienta a los emigrantes a retornar al territorio nacional.

La lucha contra la corrupción constituye entonces una estrategia central para erradicar las causas que dan origen a la migración.  Ahora esa lucha se encuentra amortiguada. El mayor talón de Aquiles viene dado por la debilidad del sector justicia: con Cortes que han perdido su legitimidad porque sus períodos constitucionales ya vencieron, el Congreso de la República que se ha negado a obedecer resoluciones judiciales y cumplir con el deber de elegir a los sustitutos y con un Ministerio Público que no efectúa una fiel persecución penal para sancionar los delitos de gran corrupción.

Es importante empoderar la lucha contra la corrupción. El retiro de visas de funcionarios corruptos no ha brindado el resultado deseado de amedrentar a los corruptos para que se abstengan de cometer acciones corruptas.  La lucha producirá frutos con el fortalecimiento del sector justicia.  La elección y nombramiento de magistrados, jueces y fiscales independientes e imparciales que provengan de una auténtica carrera judicial o fiscal, así como con la instalación de una Comisión Regional del Triángulo Norte contra la Corrupción, que se enfoque a investigar los delitos de corrupción, son acciones básicas. 

La corrupción constituye un factor determinante que origina los flujos migratorios, puesto que sus efectos perturban la vida de las personas. De ahí surge la necesidad de combatirla drásticamente a través de funcionarios jurisdiccionales y fiscales que ejerzan su función sin miedo, con coraje y determinación a enfrentar todo tipo de amenazas y ataques personales en nombre de la justicia.

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Mireya Batún Betancourt

Abogada, Notaria y Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, postgrado en Criminología, especialista en ejecución penal con estudios en Doctorados de Ciencias Penales y Derecho Constitucional Internacional.