El Gran Teatro
Ventana Cultural
“El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana. Y al hacerse humana, habla y grita, llora y se desespera.” Federico García Lorca
Al recorrer los reductos del tiempo, encontramos fragmentos del legado intangible de las antiguas culturas. Somos viajeros incansables. Nos adentramos en los recovecos secretos del tiempo y espacio para dejar un pequeño atisbo de luz en medio de la oscuridad que atenaza el alma humana.
Así como los niños imitan las acciones de los adultos, en un principio el hombre vivía solo rodeado con la naturaleza. El hombre, a modo de imitar lo que veía, buscó elementos que le sirvieron para crear un medio de subsistencia. Vemos desde los anales de la historia que la humanidad ha tenido una nata necesidad de representar lo que le rodea.
Pero el teatro va más allá de la burda representación. Es la realidad misma. No está limitada en el espacio tiempo. El teatro, así como el universo es uno y trino, y el hombre que es uno y trino a la vez, el teatro se dividió en tres partes: tragedia, drama y comedia.
Pero tanto se ha hablado de teatro, pero ¿Qué es teatro? ¿De dónde surge la palabra? El vocablo nos viene a nuestros días del griego. Tomando muy en cuenta que, en la historia del idioma español, el griego es uno de los lenguajes que se mezclan con las lenguas de los diferentes grupos que existieron en el territorio que hoy se conoce como España. significa lugar para ver, o medio de contemplación.
No basta con conocer la historia. Conocemos el teatro desde la antigua Grecia y Roma. Los teatros fueron construidos de tal forma y destreza, conque la acústica sea tan perfecta, que el mínimo sonido se pueda escuchar en el último rincón del teatro. Donde los actores se entrenaban tanto como los atletas. Donde el teatro, era la transformación de la hojarasca humana en algo que refleje la vida cotidiana. Entre tragedias como Prometeo, donde el autor cuenta la historia que rodea el sufrimiento del personaje que quiso rescatar a la humanidad, robando el fuego de los dioses. Edipo que mató a su padre para quedarse con su madre, y las troyanas que recuerda que pasó después de la guerra de Troya o a reírse de las burlescas formas de representar la vida cotidiana con la comedia.
Esta forma trina que se presenta, a modo de imitación del triple aspecto y manifestación del cosmos, la naturaleza y el hombre, podemos relacionar cada una de estas facetas de la siguiente manera: la tragedia representa la parte espiritual, donde las leyes divinas y del destino se manifiestan y representan de manera tajante, el drama representa el alma, las emociones que se cargan, las alegrías y sufrimientos de la humanidad, y la comedia que representa el cuerpo, donde se relata de manera risible, haciendo bufa sobre los diferentes temas políticos, sociales, religiosos.
Espero que, en este teatro de la vida, donde todos tenemos un personaje en la vida de otros, pero un rol principal en la propia existencia. Somos hijos, padres, hermanos, novios, amigos, cónyuges, o solo extras en esta ficción. Un teatro donde no hay ensayos. Donde nuestro mensaje debe dejar huella, depende de nosotros como es: si profunda o profana.
Del teatro recogemos unas palabras que se han convertido en nuestro bagaje cultural y literario: el director carda a los actores por no interpretar bien la comedia, o el drama, cada episodio de cada escena, el hipócrita que se oculta, en la máquina que baja el telón, el coro canta al corega que paga por la función cargado en la orquesta, sigue la parodia de la vida donde la pantomima es la reina del periacto. Este es un pequeño relato de algo ocurrido al teatro.
“El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.” Arthur Miller.

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