Día Mundial de la Salud
Tanmi Tnam
El 7 de abril de cada año se celebra el Día Mundial de la Salud en honor a la creación de la Organización Mundial de la Salud. Organizaciones y líderes de talla mundial y regional están conscientes de la importancia para que los habitantes del planeta gocen de plena salud. La salud se refiere, entre otros aspectos, al bienestar físico, mental y social de la persona. Cuando las personas gozan de buena salud significa que están en la disposición voluntaria de aportar su pensamiento, sus conocimientos, su fuerza física y sus emociones para luchar cotidianamente por alcanzar la plenitud de vida personal y comunitaria. El día 7 de abril es el día en que los pueblos del mundo dedican a la reflexión y presentación de demandas porque todas las condiciones políticas, económicas y sociales deberían propiciar la salud para la humanidad y el contexto. Los expertos y las instituciones especializadas en salud tienen la convicción de que el vigor de la persona tiene relación con la vida de la comunidad, con el ambiente y con los componentes políticos y económicos debido a que aportan para sostener la calidad de la salud.
Es importante la salud porque permite que las personas puedan dedicar tiempo a la búsqueda de respuestas a las necesidades que la vida presenta y por eso necesitamos entender la salud vinculada a la calidad de la comida, a la alegría de vivir, a la justicia aplicada a la atención de todos de manera equitativa y un ambiente sano en la familia, en la comunidad, en el municipio y en todo el país. Un país con una población sana tiene más posibilidades de alcanzar el desarrollo humano que desea. Los pueblos con salud dejarían de contar su población hambrienta, desnutrida, excluida, analfabeta y los indicadores negativos de contaminación ambiental. Hay claridad de que con el concurso de personas sanas hay más posibilidades de generar acciones que permiten el bienestar de las familias y de comunidades enteras. En este sentido, familias sanas garantizan buena alimentación para lograr mejores aprendizajes de las hijas e hijos en edad escolar y buen entusiasmo de participar en actividades políticas por la búsqueda del bien común de las comunidades locales.
En Guatemala, los servicios de salud deben aprovechar al máximo las prácticas con que cuentan los pueblos originarios y el modelo de salud tradicional bajo la responsabilidad del Estado. En este sentido, las políticas públicas de salud deben tener apertura al reconocimiento y fortalecimiento de las prácticas ancestrales de los pueblos originarios. El contenido y los procedimientos de atención a la salud se deben trabajar de manera complementaria y por lo mismo es necesario identificar las prácticas de los pueblos que existen para el tratamiento de la salud a lo largo y ancho del territorio nacional y fortalecer el sistema oficial de salud para que llegue a todos los rincones. Para la cultura maya, la salud tiene vínculos inseparables con la salud de la Madre Tierra, lo cristalino de las aguas, los rayos del Sol, las fases de la Luna, la pureza del aire, la vivencia de la tranquilidad y con la vida de las plantas y de los seres vivos en general.
Para comprender y moverse de manera adecuada en contextos de diversidad étnica como es el caso de Guatemala, es necesario formar al personal de salud desde las escuelas de enfermería y las universidades de manera que sean personas calificadas para planificar y ejecutar estrategias y acciones que identifiquen prácticas sanas de los pueblos originarios para conservar la salud y las que corresponden desde el sistema oficial de salud.

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