La edad y la experiencia

Debemos Saber La Verdad

Aunque lo expresado a continuación es una verdad que a lo mejor duele a algunas de las generaciones, no se pretende provocar enfrentamientos, sino que es para que veamos las cosas y que nos llevemos mejor como seres humanos.

Muchas personas de las nuevas generaciones preguntan a personas mayores, porqué les es imposible a las anteriores generaciones comprender a las nuevas generaciones y les dicen lo siguiente:

Ustedes crecieron en un mundo diferente, realmente casi primitivo. Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, teléfonos celulares, aviones jet, viajes al espacio, nuestras sondas espaciales han visitado y estudiado Marte, tenemos naves con energía nuclear, autos eléctricos y de hidrógeno, computadoras con procesos de velocidad de la luz y muchas cosas más.

Pero hay que decirles a los jóvenes que tienen razón, porque nosotros las anteriores generaciones no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes, pero que las inventamos para ustedes los jóvenes. También hay que preguntarles ¿Qué están haciendo ustedes para las próximas generaciones?

Hago ver que para darle paso a las nuevas generaciones se están muriendo las generaciones anteriores, las que sin estudios suficientes educaron a sus hijos y qué a pesar de todo, nunca permitieron que faltará lo indispensable en sus casas. 

Las anteriores generaciones enseñaron los valores, empezando por el amor, el respeto y enseñaron a los hombres el valor de las mujeres y a las mujeres el respeto por los hombres.

También vivían con pocos lujos sin sentirse frustrados por ello. Pasaron dificultades y sin rendirse enseñaron cómo vivir con dignidad. 

Trabajaron desde temprana edad y enseñaron el valor de las cosas y no solo el precio.

Las generaciones que después de vida de sacrificios y penurias, se van de este mundo dando la mano y con la frente en alto, porque enseñaron a vivir con dignidad y sin miedo.

La edad no me importa, tengo la edad que quiero y siento. Puedo hacer lo que quiero sin miedo al fracaso o a lo desconocido, tengo la experiencia de lo vivido y la convicción de lo que debo hacer. No son los años que tengo o los que dicen que tengo, son los que siento y mi corazón me dice.

Tengo los años necesarios para decir y hacer lo que debo y pienso, para reconocer errores y arreglar caminos. La suficiente edad para saber que lograré hacer las cosas y que la edad no me lo impide. Ya aprendí que las cosas se hacen con tranquilidad y con el interés de seguir creciendo y que las ilusiones se convierten en esperanzas.

No tengo que marcar mis años con números, porque mis triunfos y anhelos alcanzados y mis errores y fracasos, valen más que los años.

Reitero lo que me importa es la edad que siento, para vivir libre y sin miedo, por la experiencia que he tenido, sigo con mi convicción y la energía para continuar haciendo las cosas. Tengo los años suficientes que me enseñaron a tomar lo bueno, lo necesario y amar al prójimo.

Todas las generaciones le damos riqueza a la evolución y al desarrollo del ser humano y tenemos que aprender a valorar lo positivo y negativo, considerando que el ser humano es bueno por naturaleza.

Espero que la información anterior sirva para que todos veamos lo que ha pasado y lo que está sucediendo, para que nos comprendamos, nos llevemos bien y así podamos vivir mejor unos con otros.

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