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Un día más: el día de la Tierra

Sueños…

Los científicos vaticinan un futuro desolador para el planeta
«Estamos caminando hacia un futuro espantoso»

Una pregunta que nos provoca un temor infinito y nos conduce a un reto indescifrable del pensamiento es aquel que se cuestiona “¿existió el paraíso?”, un mundo ideal en donde la perfección, sin la mentira, el fraude, el crimen y la destrucción consciente no existían. Jorge Luis Borges, en sus intrépidas interpretaciones nos decía, sí el tiempo es infinito, el número de todas las transformaciones de la materia tiene que ser posible, y estaremos eternamente volviendo a repetir el universo eterno, y el universo tiene que repetirse. Nosotros suponemos que en un espacio finito, el tiempo no puede ser infinito.

La ciencia afirma que el universo formó el paraíso, la Tierra, hace 4,500 millones de años. 700 millones, después, apareció la vida en este pequeño y maravilloso mundo. Y el paraíso inició su fatal desenlace amenazador, cumpliendo el vaticinio de otro gran pensador Goethe, todo lo que nace merece morir; hace 2,500 millones de años apareció el ser que iniciaría la destrucción del medio ambiente, del paraíso, el humano.

El primer paso para destruir la naturaleza lo dio el sapiens al convertirse en sedentario. Ya que al iniciar la primera revolución económica, la agricultura, el humano inició la construcción de aldeas, quema de bosques y esclavización de los animales. Hoy, estamos tomando consciencia de que nuestra actividad depredadora está culminando la extinción de todas especies animales, la destrucción de todos los bosques y zonas vírgenes, y en grandes ciudades de cemento estamos poniendo la lápida al milagro de la vida en el planeta.

National Geographic, lo resume en un artículo de gran interés[1]. Nos indica que “…la pérdida de biodiversidad y el cambio climático acelerado”, en alianza con “la ignorancia y la inacción política, amenazan la supervivencia de todas las especies, incluida la nuestra”, resumiendo opiniones de expertos de varios organismos científicos de los Estados Unidos. Que se encuentran en el Underestimating the Challenges of Avoiding a Ghastly Future de la revista Frontiers in Conservation Science.

Al iniciar su paso depredador el humano se consuela con la imagen del humanismo. Somos seres especiales creados por un ente superior, según las creencias religiosas; o dotados de un espíritu de bondad e inteligencia, según las creencias científicas. El humano inventó o imaginó que era el dueño de la creación, y mejor, el dueño de la Tierra, inició su explotación y destrucción para producir bienes y servicios para satisfacer sus exclusivas necesidades, el concepto de propiedad privada, la esencia de nuestro control del planeta, permite extraer excendentes de la naturaleza y generar riqueza. Como digera un enorme pensador: “La propiedad de la tierra es la fuente original de toda riqueza y se ha convertido en el gran problema de cuya solución depende el porvenir.”

El primer y verdadero paso para proteger el ambiente y garantizar la biodiversidad que aún queda, lo primero es abolir la propiedad de la tierra. Los gobiernos y sociedades tienen que tomar la decisión de que en cada república del planeta la mitad del territorio sea para la convivencia de los humanos y la otra mitad para que vivan en completa libertad el resto de especies.

Para que el planeta pueda continuar su historia con vida se necesita que el humano no se considere dueño ni de los bosques, ni ríos, ni animales ni plantas. Y, que les permita vivir y reproducirse en condiciones totalmente naturales.

Los conquistadores, hacen depender del “derecho natural” su propiedad de la tierra y sus especies y su explotación y destrucción sin remordimientos. El humano consciente de su responsabilidad de preservar la vida y la naturaleza tiene que apelar al derecho del planeta y la vida para preservar las condiciones de vida en este paraíso perdido.

Corey Bradshaw, explica que la sociedad y los líderes mundiales tienen que reaccionar ante el estado espantoso del medio ambiente, y urge planificar y actuar para evitar el futuro más espantoso.

El concepto de mercado, la propiedad privada y el intercambio permitieron al humano crear el mayor desarrollo de la economía mundial. El capitalismo elevó la productividad, el uso de la ciencia para producir y organizar la sociedad, el uso intensivo de los recursos de cada territorio nacional y mejorar en forma impresionante el bienestar humano. El costo fue destruir las condiciones de vida en la tierra y agotar los recursos naturales, así como extinguir las especies más hermosas del planeta.

Sí la propiedad nos dio tanto poder, concentrado especialmente en una minoría, y a eso se le llama derecho natural, a la mayoría no le queda más remedio que reunir suficientes fuerzas morales, políticas e intelectuales para restablecer el derecho del resto de especies a vivir en, por lo menos, la mitad del territorio de cada nación, en libertad sin ser esclavizados por la maldad humana.

La propiedad que nos hizo dueños de la productividad y del mundo, hoy se vuelve contra nosotros, es el momento de reconciliarnos con la naturaleza.


[1] Héctor Rodríguez, https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/cientificos-vaticinan-futuro-desolador-para-planeta_16243, 31 de enero de 2021, 10:00 Actualizado a 10 de febrero de 2021, 10:43.

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Cristobal Pérez-Jerez

Economista, con maestría en política económica y relaciones internacionales. Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica. Analista de problemas estratégicos, con una visión liberal democrática.

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