Cedrales Tarbaca
Anotaciones
“El camino misterioso va hacia dentro” Novalis.
El silencio cubre y enciende el despertar ante el milagro de la Naturaleza, todo nos habla de lo sagrado y ascender picos, montañas, cielos celestes y nubes níveas dan la sensación de infinitud, desaparición hacia dentro, en pleno silencio del olvido del yo, si mismo… al abrir los ojos percibimos nuestra fugacidad, pequeñez en nieblas, en cuerpo lánguido y vital que se adhiere a vientos, sonoridades y cortezas de mundos indecibles en santa comunión.
Subir o bajar en curvas de la cadena de cerros de Escazú al cerro Cedral de casi 2,500 m. snm, por Aserrí y el municipio Acosta, con vistas paradisíacas embriagan al ver el valle de San josé, cual nacimiento navideño en plena mañana, chiquirritica; los cantones San Gabriel, San Miguel, el cerro Dragón acostado en escamas pétreas nos saludan, abismo al lado izquierdo y a la derecha bajan cascadas y rumores del río…
Subir, en medio de altas pinos, buganvillas, flores de diversos colores, moras, en una carretera apretada ya casi al borde del roce, preferimos ceder el paso, ciclistas con esfuerzo, en movimiento vamos montaña arriba y casi en las nubes o cielo vemos fluir la naturaleza: nos hablan dioses y diosas…
El cerro Cedral lleva ese nombre en homenaje al cedro del bosque (en la localidad se le llama Cedro Dulce y están en peligro de extinción por la masiva deforestación) ya en Tarbaca (distrito de Aserrí), con árboles de ciprés, me imagino potreros, caminos de mulas, vemos algunas vacas, bosques de encino, y resonar de aguas (existen más de 300 nacientes activas que brotan de estos cerros), son la maravilla de cerros nubosos(no lluviosos que son recargas hídricas del valle central josefino).
Los nombres extraños los repito en silencio y repregunto: es Tarbaca, Aserrí, Talamanca, Escazú. Un mirador al cielo abierto, de lunas, planetas (Aserrí -es el cantón de la provincia de San José- es vocablo indígena que significa piedra del perico ligero que es un perezoso, nombre del cacique Aquecerrí del Reino Huetar de oriente del dominio del cacique Accerri, Aczarri, Aserrí, Adqarri… en las noches los felinos, quizás merodean, los manogorda en la cordillera de Talamanca y lo que sí pienso en pronto caminar, y hacer senderismo al cerro Dragón, (el cerro Cedral marca el límite sur de Escazú).
Siento al poeta Novalis con sus Himnos nocturnos en pleno día en comunión espiritual con la naturaleza y la paz enciende reposo interior, esa voz envuelve y ‘…entramos con misterio- en el mar de la vida,-en la hondura de dios.- y de su seno fuimos- de nuevo a nuestro círculo y la pasión mas alta-se hunde en nuestro propio torbellino… (Poemas Tardíos) no hay nada que detenga al latido del amor y en estos tiempos difíciles es un regalo contemplar desde la protección de los bosques del Cedral la maravilla de estar integrada con las invisibilidades y visibilidades de árboles gigantes, hormigas, hojas, zacate, corteza, golondrinas, moras, abejas, colibríes, abejorros, neblina y las únicas ventanas del alma de los rostros humanos, sus gestos absortos, quietos, …abrazar al cedro de unos 40 metros, me calma y mece en su corazón divino, su nobleza e inmensidad sana las almas; da la inmortalidad. (Recuerdo a la abuela con los menjurjes para la tos, asma, dolores y esa madera blanda de color rojiza y de olor dulce). Aquí las cortezas se desprenden con la humedad y roce de las manos, se impregan al abrazo y la madre Pacha nos sonríe, fluyen preocupaciones, a gatas doy vueltas y beso las flores amarillas envueltas de abejas zumbadoras y les coloco mis dedos y rostro; pegar los oídos a la tierra, cesan discursos y las rondas de amistades vibran al amparo del cielo verde, fragancia dulce que nos hermana.
Releí al poeta Novalis quien cumplía años un dos de mayo de 1772 y fallecía a los 29 años, de tuberculosis y es que amaba tanto la vida con sus cielos e infiernos… siempre me emocionan sus lecturas y no dejaba de repetir fragmentos de Himnos de la noche, fue un poeta romántico, místico, contradictorio… ’¿Qué ser vivo, dotado de sentidos, no ama, -por encima de todas las maravillas del espacio que lo envuelve,-a la que todo lo alegra, la luz—con sus colores, sus rayos y sus ondas, su dulce omnipresencia-, cuando ella es el alba que despunta? (La luz y la sombra). Es cierto, que la mente con sus juegos egoicos nos victimiza o elevan las vanidades; las situaciones de crisis, pandemias, guerras y enfermedades siempre han existido, y el ser humano se ha elevado y recreado… por ejemplo al hablar de exclusiones tiene mucho que ver la autopercepción que se tenga y así como, las divergencias con amigos, en torno a la pobreza, gobiernos tiránicos, recalentamiento global, migraciones… la paradoja ante puntos límites o bordeline es despertar conciencia en plena crisis y ótros se repiten o claman por el ’retorno de la normalidad’ o la ‘nueva normalidad’. Nosotros retornamos a la naturaleza o a lo que queda de élla, y no nos olvidemos que es un organismo vivo, y somos en élla, integrados en formas distintas al milagro de la vida y muerte (caras unidas de la misma moneda, sujeto y objeto).
Todos los días recibimos ese regalo sutil, las enseñanzas de la Pachamama, en conexiones de música de los chakras y una vez más reconocemos al cuerpo como instrumento y templo del universo… ’velos como nubes descendían-de su frente luminosa hasta los pies’
Las cascadas y ligera humedad con neblinas y otros solecitos nos animan al río, allá arriba mana ese arrullo imán, ‘el susurro del río entre las piedras’ esas espumas en corrientes veloces, con grandes rocas, piedras hermanas, tibias y prestas nos purifican y lavan egos, los pies raíces del cosmos viajan, se conectan a su corriente y nos llevan y elevan con su claridad: Naditud, somos corrientes sagradas, del río Agres o San Rafael. Reconozco a la niña del río, en medio del río Rimac, del Orinoco, del Amazonas, Manzanares, Ucayali… corrientes de ríos rojos en mis venas lleva dolorores, sueños y más utopías en este cielo verde, al filo de abismos en caminos de mulas ya tiempo atrás, es el tiempo detenido bajo ella en plena nevada al pueblo de papá en la sierra del perú… siempre nos espera y a seguir con el bien con la maravilla del tener vida y agradecer todo momento.

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