Vivir más lento, reactivarse como ser humano

Punto de Vista

En la vorágine, búsqueda y adquisición de las vacunas, seguimos sobreviviendo al covid-19. Estamos verdes aún si pensamos que esto acaba rápido, aunque algunos países comiencen a dejar las mascarillas, hablen de pasaportes sanitarios y estudios de efectividad de las vacunas, otros apenas hacen frente a las nuevas cepas del virus y continúan vacunando con numerosas precariedades. Me pregunto: cuándo alcancemos la tan ansiada inmunidad por las vacunas, ¿qué habremos cambiado…?

Sin duda alguna, el covid-19 provocó que frenáramos la vida, nos hizo pensar en cómo vivirla. La cultura de lo urgente cedió a momentos de un vivir más lento o pausado desde nuestros hogares. El multitasking y la prisa ya no garantizaban buenos resultados, porque se puede ser eficiente yendo lento. Es simplemente otra manera de vivir. 

El virus alteró la velocidad de nuestro día y en consecuencia como nos relacionamos con otras personas, pero sobre todo con nosotros mismos. El virus nos obligó a mirarnos al espejo, a estar solos, sin excepción, nos obligó a hacer un alto. 

Tal vez la corrección esté en cambiar las prioridades que teníamos, valorar las cosas sencillas: ir por un café, mantener una conversación sin que medie una pantalla, dar una caricia, un abrazo, un beso, salir de paseo, estar con la familia y amigos. Es una gran oportunidad para dejar de vivir de manera automática, irreflexiva, con esas rutinas que nos exprimen la vida, el alma. Es la oportunidad para pensar, vivir libre, voluntaria y plenamente. Y no es un lujo, es una necesidad real.

En una columna anterior hacía referencia que la etapa de las vacunas parece la ley del más fuerte, la competencia cruda por quién la obtiene primero y quién se la aplica primero. Justamente, estamos regresando a la prisa, a la velocidad, a la turbulencia, al egoísmo. 

A pesar de lo anterior, sigo pensando que se puede cambiar los valores de manera progresiva, tal vez imperceptible ahora. Pasar del egoísmo a la solidaridad, entrar en una forma de vivir más pausada. 

Luego de la pandemia se habla de reactivación económica y está bien, pero no se habla de reactivación humana, es decir, la reflexión sobre el valor de lo humano, de nuestra, existencia y destino. Volvemos al modelo de la prisa, de la rutina brutal, del consumo irreflexivo, el mundo de las cosas, no de lo que somos. Hay que examinar el camino andado y reactivarnos como seres humanos, vivir la solidaridad, lo cual implica vivir más lento y como expresa Luisa Soto (2004) hacerse responsable de la vida, acceder a los derechos fundamentales, saber trabajar y comunicarse. 

Mucho para reflexionar, que no nos gane la prisa nuevamente. Reactivémonos como seres humanos y vivamos más pausados.

Area de Opinión
Libre expresión de pensamiento.

Lea más de la autora:

Grisel Capó

Candidata al doctorado de Liderazgo Organizacional de la Universidad San Pablo de Guatemala. Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Magister en Relaciones Internacionales por la Universidad Rafael Landívar. Pos- Grado en Estrategia Nacional del Centro de Altos Estudios Nacionales de Uruguay y egresada del Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa, Estados Unidos. Diplomado en Antropología de las ciudades por la Universidad Rafael Landívar y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de México, entre otros cursos.

One thought on “Vivir más lento, reactivarse como ser humano

  • Me a gustado mucho la columna de hoy. Me parece lindo cuando la columnista involucra los sentimientos; lo cuál pocas veces se hace. Felicitaciones y cuándo quieras activarte como ser humano ya sabes ¡estoy disponible!?

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