Como ser humano puedo resumir la vida
Debemos Saber La Verdad
¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Qué hago aquí? ¿Hacia dónde voy? ¿Cuál es mi relación con el Creador? ¿Cuál es el propósito de mi vida?
Al comprender todo lo anterior, relaciono cualquier actividad en mi vida y eso me hace responsable, por lo tanto, puedo mejorar mi calidad de vida.
Cuando entiendo el propósito de mi vida, puedo comunicarme plenamente con otros seres humanos.
La comunicación debe ser sobre todo espiritual y de buena intención.
Se debe vivir la existencia de cada uno en función de los valores que comulgue –en armonía positiva- con los demás seres humanos.
Vivir es para hoy, la vida es eterna.
La naturaleza para todos los seres humanos permite nutrir y ser nutrido.
La sabiduría se enseña a través del ejemplo.
Hay que vivir una vida equilibrada.
Nada sucede por casualidad.
El ciclo de la vida es rotativo, como las estaciones, se repite y se ha repetido a través del tiempo.
Cada ser humano debe renovarse a sí mismo, por medio de la sabiduría y espiritualidad.
Sabemos que venimos de algún lugar y que vamos a retornar.
Sabemos que hay un Creador de todo y él es superior a nosotros.
Hay que darles a las personas más de lo que esperan y hay que hacerlo con alegría.
A medida en que se va envejeciendo, el talento para comunicarse se considerará tan importante para uno mismo como para todos los demás.
Cuando se dice yo te amo, hay que ser sincero y realmente hay que amar con pasión.
Cuando se dice lo siento mucho hay que ser sincero y mirar a los ojos de los demás.
Nunca hay que reírse de los sueños de otros, ya que quien no tiene sueños no tiene mucho.
El único modo de vivir una vida completa es aún cuando lo hieran a uno.
Las grandes realizaciones que incluyen las grandes relaciones y amores conllevan grandes riesgos.
Cuando se discute hay que hacerlo limpiamente, pero sin ofender ni insultar.
No hay que juzgar a nadie por sus parientes.
Cuando se hable hay que hacerlo lento, pero al mismo tiempo pensar rápido.
Cuando se pierde, no hay que perder lo aprendido o la lección.
No hay que dejar que una pelea por pequeña que sea haga perder una amistad.
Cuando se ve que se ha cometido un error, hay que hacer algo de inmediato para corregirlo.
Cuando se habla hay que sonreír y ser amable, ya que otra persona podrá percibirlo en tu voz.
Para superarse hay que pasar algún tiempo solo para pensar y reflexionar.
La verdadera fuerza es la fuerza de la voluntad indomable y de la capacidad física.
Lo peor de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena.
Cuando no se quiera responder algo, hay que sonreír y preguntar: ¿por qué deseás saberlo?
Con la venganza el mundo se quedará sin ver las cosas ni teniendo paz.
No debemos perder la fe en los humanos, ya que la humanidad es como un océano, que no se mancha porque algunas de sus gotas estén sucias.
La vida es un todo indivisible, no se puede hacer el bien, por un lado, mientras el mal por otro.
Hay que enfrentar a la gente cercana y decirles que fuimos derrotados, pero no podremos mirarlos a los ojos de decirles que están mal porque no nos animamos a pelear.
El que retiene algo que no necesita, es lo mismo que un ladrón.
La muerte es solamente un sueño y un olvido.
Para lograr la libertad externa solo se hará en la medida que logremos desarrollar nuestra libertad interna.
La propia debilidad de un ser humano hace que pierda su propia libertad.
Es mejor que nuestras vidas hablen de nosotros mismos, a que lo hagan las palabras.
Sin el sentido de humor muchos se hubieran muerto.
La ley de la mayoría no cuenta en materia de conciencia.
Hay que ser el cambio que se quiera ver en el mundo.
No hay caminos para la responsabilidad con los demás, la responsabilidad es el camino.
Poco se aprende con la victoria, pero mucho con la derrota.

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