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Perdonenme, pero no es problema mío

Barataria

Tenemos un Presidente de la República desbocado, inepto e incapaz, que cuando abre la boca para decir algo siempre pone en evidencia que no esta a la altura de las circunstancias, ni está apto para gobernar.  No entendemos cómo una persona que se traza la meta de ser Presidente de la República y que tras cuatro intentos para ser electo (2007, 2011, 2015 y 2019) haya pensado que ser el Gobernante de este país era como ser Director de Presidios y que los habitantes de este país eran los reclusos que, cual gendarme debía custodiar sin derecho a ser cuestionado, preguntado, criticado y exigido.  Las respuestas “con el hígado” del señor Giammattei únicamente ponen en evidencia su falta de conocimiento de los problemas nacionales, su corta visión (este sí en verdad es miope y no cómo el pueblo de Guatemala) y sobre todo que no le interesa la salud de los guatemaltecos.

Resulta muy fácil señalar de culpables a los guatemaltecos.  Ya lo había hecho antes, en medio de la pandemia el señor presidente se desentendió de su responsabilidad al indicar que cada uno es responsable de su propia salud, y literalmente afirmó “ Ya es problema de la gente… si se quieren cuidar, se cuidan” y en realidad así fue, abrió totalmente el país, después de una serie de medidas accidentadas, trasladadas a medias, información tergiversada que no se podía entender a cabalidad, pero sobre todo claro está, el señor Giammattei decidió que la salud ya no era su problema sino de la gente y que si se querían cuidar que se cuidaran cuando ya había recibido una serie de fondos de miles de millones de quetzales autorizados por el Congreso de la república y que usó a su sabor y antojo y hasta el día de hoy ninguno sabe a ciencia cierta cómo se utilizó el dinero de la pandemia, tanto así que los miles de millones se esfumaron y luego de haber tenido ese dinero en sus manos y que debió haberlos utilizado con mucha responsabilidad, pues simplemente no fue así y actualmente, de lo que se sabe ya han salido casos de corrupción que han involucrado a funcionarios y exfuncionarios del gobierno, como el caso de las pruebas de covid-19 falsificadas, eso solo es la punta del iceberg.

Ahora mismo, el señor Giammattei sale con otra de sus clásicas respuestas estúpidas por no decir otro epíteto, ya que este señor declaró: “No es culpa del presidente que las personas no se registren, porque tienen miedo de vacunarse. Hay gente que critica que no tenemos vacunas, pero ¿qué porcentaje de la gente se ha ido a vacunar? El porcentaje de personas mayores de 70 años es demasiado bajo, no porque no haya vacunas, sino porque han tomado la opción de no querer (vacunarse)” de lo dicho por el presidente, es evidente que no entiende ni comprende cuál es su función, este señor no entiende que no es un padre de familia, no es un cuate, un amigo que le habla a sus pares para decirles si quiere vayan a vacunarse, contrario a esto es su deber informar claramente a la población, abrir los centros de vacunación que tenga el soporte tecnológico correspondiente para que “no se caiga el sistema” y que hayan vacunas suficientes para que las etapas de un plan de vacunación que es en realidad una caricatura, un fiasco pueda llevarse a cabo.  Entonces si es su responsabilidad no debe evadirla y si no cree el señor Giammattei que no es su responsabilidad que renuncie.

Por ultimo, este señor es un cínico, un caradura y desvergonzado que se atreve a presentarse ante los medios de comunicación como el mejor de los gobernantes de Guatemala, cuando lo único que ha hecho es burlarse del pueblo sin el menor recato puesto que declara: “ No es culpa del presidente que 10 países hayan acaparado el 75 por ciento de las vacunas, mientras otros 200 países luchan por conseguir el otro 25 %”.  No cabe en el imaginario de nadie escuchar a este señor diciendo que 10 países han acaparado las vacunas, si corrió literalmente a Rusia a comparar 16 millones de dosis, de los cuales pagó en dinero contante y sonante la mitad de esas vacunas es decir la nada despreciable suma de 614 millones de quetzales anticipado, del dinero de los guatemaltecos y de esa cantidad de vacunas solo hemos recibido 100 mil vacunas, es decir que nos deben muchas más, pero esto no es culpa del presidente según sus palabras.  Aquí solo caben dos consideraciones o el señor Giammattei es estúpido y fue víctima de una trama rusa que literalmente le birló el dinero y que nos darán vacunas hasta que les dé la gana o es un cínico corrupto que vio el negocio de su vida, lejos de cualquier fiscalización y que con ello ya se hace, al dejar la presidencia, en Montecarlo o quizá en Andorra ahora que fue para allá y conoció tan preciado lugar.  Por mi parte considero que es la segunda opción porque el presidente de tonto no tiene un pelo.  Seguiremos esperando las vacunas rusas de cincuenta mil en cincuenta mil, esperando el mecanismo Covax y las dosis insuficientes y esperando donaciones que es el medio con el cual el presidente le gusta actuar, quizá Taiwan que ya ha sido presionado nos vaya a donar muchas mas para que el presidente salga del entuerto de dar explicaciones sobre las vacunas rusas y el negocio mas estúpido del mundo.

Entre tanto el señor Giammattei, fiel a su actitud, se lava las manos y dice “ No es culpa mía” y, quizá a todo esto los guatemaltecos hemos llegado a entender, al ver el cinismo en medio de la pandemia del gobernante y sus secuaces, haciendo uso de los recursos públicos que se les entregó para uso de la pandemia a manos llenas y llenando no sabemos cuantos bolsillos.  Hemos llegado a entender que en realidad no es culpa del presidente lo que pasa; quizá lo que pasa es culpa de los guatemaltecos que hemos aceptado este sistema corrupto y este espejismo de democracia que nos han impuesto y que, hasta el día que digamos ¡basta!, seguiremos siendo la burla de quienes hasta hoy juegan con nuestra salud y con nuestras vidas.

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Emilio Estrada

El Doctor Emilio Estrada, es abogado egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, obtuvo su PhD en Sociología en la Universidad de Salamanca, España, es abogado litigante.