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Prisión preventiva para Foppa

Kidon

La extrema izquierda está tambaleando, la reconfiguración del Estado de Derecho es cada vez más latente y junto a ello, el respeto institucional que da a los funcionarios públicos ese valor y confianza para resolver de acuerdo con la ley y no a presiones grupales, noticias tendenciosas o descalificación de los medios de comunicación. 

Así, pese al plan que se había orquestado por parte de los enemigos de la libertad con el apoyo de la magistrada Delia Patricia Dávila Salazar, para que Juan Francisco Solórzano Foppa fuera escuchado y liberado por un juez de turno, no se concretó pues, a pesar de la presión que seguramente ejercieron sobre él, resolvió que carecía de competencia, ordenando cursar la carpeta judicial al Juzgado Sexto de Instancia Penal para llevar a cabo la primera declaración y posteriormente resolver la situación jurídica de los capturados.

En la audiencia pudimos observar a otro Foppa, no aquel merolico que cuando ocupaba la posición de fiscal, exigía a diestra y siniestra la reclusión preventiva de empresarios, militares, enfermeras, abogados y funcionarios públicos, así como su escarnio social y la muerte civil para ellos. No, vimos a un Juan Francisco cobarde, llorón y mal asesorado, que con lágrimas en los ojos le pidió a un juez incompetente que le revocara la orden de aprehensión y lo dejara ir a dormir a su casa.

Vimos también, como se victimizó aduciendo que la prisión preventiva era la excepción y no la regla, y que existía un plan para asesinarlo, por lo cual solicitó su traslado hacia el Mariscal Zabala, aquel lugar del cual se mofaba y ridiculizaba a quienes allí eran encarcelados, pero al cual hoy le urgía llegar. Tan solo a una semana de su detención y ya entregó el equipo este mentecato, ni las enfermeras del IGSS apresadas injustamente chillaron tanto. Vergüenza.

Ahora, le tocará beberse sus lagrimas pues lo mejor está por venir, primero porque la imputación que presentará el Ministerio Público cuenta con el sustento legal y probatorio de su participación en los hechos delictivos, segundo, porque varios de los coimputados fueron engañados por este rufián para firmar documentos públicos falsos en su afán de lograr la inscripción del partido político que le generaría participación y los consecuentes recursos económicos producto de un delito.

Esos detenidos tendrán que hablar y posteriormente ser convertidos en colaboradores eficaces, con el objeto de responsabilizar al jefe de este grupo delictivo organizado, de ser el autor intelectual y material de los hechos delictivos, lo cual por un lado les garantizará un beneficio procesal y por el otro, impedirá que Solórzano Foppa y Aníbal Argüello, sean beneficiados con una medida sustitutiva que les permita salir de prisión.

Por ello, la ciudadanía que vio como este delincuente atacó la certeza jurídica y la economía del país a través de procesos amañados, espera que el juez designado no se atemorice ante la supuesta presión social de algunas ONG´s y los diez vagos impresentables que les hacen bulla, y que con valor y con la ley en la mano, hagan un acto de justicia y vinculen a los sindicados Juan Francisco Solórzano Foppa y Aníbal Argüello por los delitos de Asociación Ilícita, Falsedad Ideológica y Conspiración, ordenado su prisión preventiva

El juez Sexto deberá recordar, que existe peligro de obstaculización a la averiguación de la verdad, pues los sindicados antes relacionados pueden influir o coaccionar a testigos o co-imputados, así como destruir, ocultar o suprimir elementos de prueba; exististe además, peligro de fuga, pues, el reo Juan Francisco Solórzano Foppa, ha incumplido la medida sustitutiva de presentarse a firmar cada treinta días al módulo del Ministerio Público, así como se extralimitó en la autorización judicial otorgada para salir del país, habiendo en consecuencia un grave riesgo de que se evada de la justicia. 

A los abogados que patrocinan a los reclusos Solórzano Foppa y Aníbal Argüello, un breve mensaje, primero no es lo mismo litigar con las cortes cooptadas que hacerlo ante jueces imparciales y segundo, que renuncien del caso y designen a quienes de verdad tengan conocimientos jurídicos para no volver a pasar vergüenzas públicas. 

Por último, siempre dijimos que en esas mismas instituciones que un día a base de chantajes cooptaron, serían perseguidos y encarcelados y que, ni Iván Velásquez, Thelma Aldana, ni los exembajadores Todd Robinson y Luis Arreaga podrían hacer nada por ellos, más que lamerse las heridas desde el extranjero en la comodidad de sus hogares. Dicho y hecho.

El próximo en caer y rendir cuentas a la justicia será Juan Francisco Sandoval Alfaro. Pendientes. 

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Raúl Falla

Abogado y notario

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