Una mancha más al tigre en el futbol
Lugar Hermenéutico
Más allá de un simple elemento de distracción, el futbol constituye en muchos países una verdadera apuesta para la movilidad social.
Como se ha vuelto costumbre, la selección mayor de futbol acumula un nuevo fracaso en su largo historial de intentonas por clasificar a un mundial, juegos olímpicos u otro torneo internacional, después del alegrón del vienes pasado, el partido de ayer nos puso los pies en tierra sobre nuestra realidad, nuestra pesada realidad en el futbol.
Más allá de un simple elemento de distracción, el futbol constituye en muchos países una verdadera apuesta para la movilidad social, ejemplos de ello sobran, principalmente en el cono sur del continente, Argentina, Uruguay, Chile y por supuesto Brasil.
En Argentina, los jugadores de futbol constituyen otra de las grandes industrias exportadoras de ese país austral, casi cinco mil argentinos juegan fuera de su país en ligas profesionales, superando incluso a los brasileños, que suman más de tres mil, jugando fuera de su terruño.
En Guatemala, el futbol, es sin duda el deporte más popular, basta ver en los pueblos y colonias, puede faltar la escuela, pero el campo para chamusquear, jamás y en correspondencia, asociaciones que organizan campeonatos locales para fomentar la competencia, de esa cuenta vemos excelente talento en las canchas departamentales, municipales y ligas de barrio.
En sus diversas divisiones, se fomenta la participación local, sin embargo, existe un gran abismo entre estas divisiones y la liga nacional de futbol que es la máxima categoría del balompié en el país, pues no obstante esta debería ser la vitrina para mostrar al mejor talento guatemalteco, la misma se ha convertido en una camarilla de pseudo dirigentes que más funciona como maquina recicladora de extranjeros, moviéndoles por equipo, torneo tras torneo.
Hasta cuándo tendremos una dirigencia comprometida con el Desarrollo y la Profesionalización del futbol nacional, sin un plan de largo plazo y un liderazgo comprometido, es imposible obtener resultados diferentes, por ahora, el sueño de muchos de escuchar el himno nacional, en Qatar en 2022, quedó solo en eso.
Ahora bien, si quisiéramos entrar más a fondo, podríamos guiarnos por los indicadores socioeconómicos del país y como ello repercute en la calidad de vida, nivel de escolaridad, índice de nutrición y alimentación de los potenciales atletas del país, sin duda el tema se vuelve más complejo y la solución es de más largo aliento.
