Hablando de desarrollo

Tanmi Tnam

Cada quien entiende el desarrollo a su manera, los ministros de gobierno desde su formación y sus intereses personales, muchos alcaldes como oportunidad de enriquecimiento personal y para los empobrecidos el desarrollo consiste en recibir algunas libras de frijol, arroz, maíz y botella de aceite en tiempos de campaña electoral a cambio del voto. Quienes tienen puestos con funciones para la planificación y concreción de algunos indicios del desarrollo, deben conocer de cerca las necesidades, los problemas y las aspiraciones de la mayoría de la población guatemalteca que vive en condiciones de pobreza para acercar intenciones y resultados a las necesidades sentidas y normadas de los necesitados.

Financistas, planificadores y ejecutores de programas y proyectos de desarrollo humano, deben considerar a la población guatemalteca con capacidad de trabajo, con altas posibilidades para aprender y aplicar novedades en función de luchar por su desarrollo personal, familiar y comunitario toda vez que la comunicación y las demostraciones concretas estén a la vista para despertar y mantener el interés de alcanzar el bienestar. El individuo necesita el desarrollo humano y contar con suficientes quetzales para dar respuestas a todas sus necesidades.

Guatemala tiene un alto porcentaje de su población que vive en condiciones de pobreza y que llevan muchos años de esperar los aportes de los gobiernos de turno tal como prometen en campaña política, pero que pasados los años dichas promesas no se cumplen y la pobreza continúa. Los desprovistos requieren el fortalecimiento de sus esfuerzos que generen de manera conjunta conocimientos, procedimientos, materiales, control y modificaciones en caso necesario. Depender de esfuerzos asistenciales, especialmente aquellos que solo regalan, el ansiado desarrollo no se podrá lograr.

Cada región del país cuenta con una riqueza natural muy particular y alguno que otro servicio público que sirvan de contexto para la planificación del desarrollo integral. Hay que estudiar bien la realidad y decidir el contenido del desarrollo para comunidades donde la mayoría cuenta con uno o dos años de formación escolar y el servicio de salud está ausente. La producción diversificada es posible y las oportunidades de formación técnica y tecnológica para la juventud son altamente deseables y deben ser gratuitas.

El plan para el desarrollo con apoyo internacional debe contar con instancias que crean confianza a nivel de comunidades locales y municipios, deben ser las instancias que estén libres de prácticas de corrupción y buscar alguna figura con funciones en el nivel local bajo la orientación y responsabilidad del país donante que posibilite el buen uso de los recursos y la concreción de la tecnología en los niveles locales. La continuidad de los proyectos novedosos con resultados concretos para contrarrestar la pobreza y la emigración debería ser bajo responsabilidad de los usuarios con apoyo del gobierno en todos sus niveles.

El contenido de la planificación para el desarrollo tiene que ser variado, para algunas microrregiones se necesita comida, para otras es búsqueda de mercados para productos agrícolas tradicionales, familias que tienen crianza de aves criollas y necesitan mercado, mientras que otros grupos necesitan de apoyo para actualización de procedimientos de producción. Las intenciones impuestas desde arriba para generar el desarrollo generalmente van al fracaso porque pocas veces logran acertar la generación de respuestas y resultados que requiere la eliminación de la miseria, la pobreza y la emigración.

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