Don Alzheimer y Putin
Mirilla Indiscreta
Siempre he pensado que el problema del poder es no tenerlo…
¿Quién otro que napoleón, para conocerlo? Por esa razón lo entiendo más y valoro la reflexión, de su propia experiencia, en esa etapa que la vida misma, le da paso a la sabiduría y, en su caso, lo llevó a pensar y escribir:
“Lo que más me extraña de este mundo, es la impotencia de la fuerza. De los dos poderes, fuerza e inteligencia, es siempre la fuerza la que acaba por ser vencida”
Cuantas veces, sin embargo, alguien a su alrededor, ante algún napoleonazo o prepotencia del emperador, pudo íntimamente ahogar, por temor, en su voz, este reclamo: “PORQUE PUEDES HACER MAL, NECIO, TE OBEDECE LA GENTE” como lo expresara, un siglo antes (1756-1797), en su epigrama, el famoso polemista y literato Juan Pablo Forner, satirizando los excesos irreflexivos de los poderosos.
Se ha definido el poder como “la capacidad que se tiene y demuestra de modificar el entorno”. Desde la acción más modesta, hasta la decisión más compleja.
Igualmente, el policía que tiene la capacidad de poner manos arriba al expresidente para registrarlo, que el encargado del estacionamiento cuando, una vez ubicado en el espacio disponible, ya fuera del vehículo, con señas autoritarias, le ordena que se cambie de lugar.
Pero de la misma manera, sí en casa ajena no puede mover un adorno de un lugar a otro, por poderoso que crea ser… llegará a la conclusión: Que por grande o pequeño que parezca el poder, todo el que lo ostenta lo ejerce con un íntimo placer e insolencia.
Pregúnteles a Juan González, de origen colombiano y a Ricardo Zúñiga, de origen Hondureño, los jóvenes e impetuosos zares del imperio en nuestra américa y en el caso de González miembro del Consejo de Seguridad Nacional y Responsable del Hemisferio Occidental.
Posiciones suficientes para pensarse Alejandros Magnus.
Por esa razón, cuando como nación y como Estado, nos damos cuenta que no podemos actuar ni decidir, como presupone ese espacio soberano, aun sabiendo lo que es obvio, por el peso de las circunstancias, y realidades objetivas, quisiéramos apropiarnos de la sátira de Forner y con indignación contenida gritar:
“PORQUE PUEDEN HACER MAL…NECIOS…LES OBEDECEMOS”
Desde luego, es más fácil asociarse con el poderoso y pedirle una cuota pequeña para disfrutar el hacer mal, como un pedacito del poder malvado y traidor.
Don Edmundo frecuentemente me recuerda esa desventaja geopolítica de Guatemala y me lo hace sentir como un reclamo.
¡Es el colmo don Roca!… ahora hasta los funcionarios menores de los amigos del Norte nos tratan como sus subalternos… me decía molesto.
Allí no hay funcionarios menores – don Edmundo – quise aclararle, intuyendo que se refería a la visita de la Directora de la Agencia para el Desarrollo Internacional señora Samantha Power que sin ningún recato se reunió con los aliados ideológicos de la intervención y sus representantes oficiales y sin reconocer los espacios gubernamentales nacionales, los convocó, como que fueran dependencias de su agencia internacional, tomándoles declaraciones de intención y desempeño y girándoles instrucciones como que fueran sus empleados y subalternos.
Ella no es una funcionaria menor – insistí con don Edmundo – pertenece al grupo estratégico del gobierno del señor Biden que no actúan en función del cargo si no de una consigna ideológica de sometimiento y control totalitario en la que ellos consideran su zona exclusiva de influencia histórica irrenunciable.
Es evidente que frente a cualquier signo de independencia nacional… más clara será su posición contraria.
Oficializaron una red financiera y de organizaciones comprometidas, patrocinadas por ellos, de la sociedad civil, para canalizar los fondos supuestamente disponibles para el desarrollo comunitario que terminará en las cuentas de las ONGs. que impulsaron y financiaron siempre y que han desestabilizado al país obedeciendo y lucrando con esa consigna antinacional.
Jugarle la vuelta al Decreto 02-2003, ley de control de las ONGs, permanentemente saboteada para evitar que entrara en vigor, a través de amparos espurios, inconstitucionales e improcedentes que fueron aceptados, con el único objeto de exhibirlos y darles visos de legalidad ante la comunidad internacional.
Una práctica inmoral e ilegal, que ha permitido enseñar en el extranjero resoluciones, que conscientes de su delictuosa ilegalidad, les sirven para continuar estafando los recursos disponibles para otros fines en algunos países cooperantes.
Para eso servía la Corte de Constitucionalidad integrada por magistrados coludidos con la intervención y que ya se enfrentan a procedimientos judiciales de antejuicios y consiguientes procesos de persecución penal.
La manoseada ley, por fin, entrará en vigor mañana.
Nada de lo que conversábamos calmaba la ansiedad de don Edmundo.
¿Se enteró de la reunión de Putin con Biden? quise desviar su atención en otro tema.
¡Ni me lo recuerde!…me ripostó de inmediato.
¿Se dio cuenta? ¡le juró a Putin que nunca se habían metido en elecciones de países extranjeros y que no iba permitir que Rusia se atreviera!
¡Puchis don Roca!… ¡me afligí!… me dijo con el rostro compungido.
¡Ese don Alzheimer no perdona ni jerarquías ni cargos!… continuó
¡Se olvidó de la implacable intervención y fraude en Guatemala… milagro que favoreció a diputados y candidatos a quienes les inventaron resultados!… refrescó la falta de memoria ciudadana.
¡Aunque viéndolo bien!… agregó con ojos de malicia.
Don Giamatei estará rogando a Dios que a don Biden se le olvide botarlo del gobierno.
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