Un futuro sin Juan Francisco Sandoval
Kidon
Más de una década ha transcurrido desde que se consumó el secuestro del sistema de administración de justicia por parte de los esbirros de la finada CICIG y la FECI, lo cual nos han dejado graves secuelas jurídicas, sociales, políticas y económicas, que han afectado el Estado de Derecho y la certeza jurídica del país, así como la inversión y el trabajo, con las consecuencias negativas que esto genera para gran parte de la población.
No son un secreto, los procesos maliciosos qué bajo el lema de luchar contra la corrupción, ha iniciado Juan Francisco Sandoval Alfaro, en contra de abogados, empresarios, militares y funcionarios públicos, con la intención de desestabilizar el orden jurídico nacional para causar terror en las personas de que, serán perseguidas si osan criticar sus gestiones ilegales o en su caso, denunciar sus crímenes.
Por fortuna, las cosas en el país están cambiado para bien, pues las instituciones empiezan a trabajar con miras a lograr el desarrollo nacional. El ejemplo de respeto a la soberanía y separación de poderes que ha dado el Congreso de la República ha sido adoptado también por la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Constitucionalidad quienes, nos han dado lecciones de respeto institucional.
Es por ello, que la sociedad guatemalteca pide a gritos el apoyo de la Fiscal General, para que en ejercicio de su cargo, haga cumplir la ley y proceda a cortar de tajo al fiscal Juan Francisco Sandoval Alfaro, para terminar así con la utilización de la FECI como herramienta ideológica de aplicación del derecho penal del enemigo a cualquiera que se oponga a sus malévolas intenciones.
Los casos para fundamentar su destitución y procesamiento penal abundan, pero tres son los principales que podrán tomarse como base, pues en ellos, las investigaciones realizadas por la Fiscalía de Asuntos Internos ha llegado a la conclusión de que Sandoval es responsable de violentar la ley, y que solamente esperan la instrucción de la Fiscal General para operativizarlos, según nos comentó el fiscal que los tiene asignados.
El primero, el caso Odebrecht, aquel, donde Juan Francisco Sandoval, sin tener la calidad de representante legal del Estado, viajó a Brasil a practicar una serie de diligencias de investigación que concluyeron en otorgar tres convenios de colaborador eficaz, así como la condonación de la deuda de más de trescientos ochenta millones de dólares de los Estados Unidos de América, en perjuicio del Estado y principalmente de las personas que a diario transitan por esta ruta.
El otro, conocido como la multi-causa, un expediente de investigación que data del año dos mil dieciséis y al cual se han incorporado una serie de hechos acaecidos incluso en el año dos mil veintiuno, donde además violentar el debido proceso, se han omitido pasos tan elementales como la solicitud y autorización para tramitar el caso ante un juzgado de mayor riesgo.
El tercero, el denominado filtraciones FECI, donde el Ministerio Público logró establecer la existencia de una estructura criminal organizada integrada por Juan Francisco Sandoval Alfaro, su hermano Ronald Armando y otros integrantes de esa fiscalía, quienes de forma dolosa y con un propósito económico filtraban información confidencial o reservada a terceras personas sobre los casos que se tramitan en esa fiscalía y por ello fue allanada la residencia de Ronald y secuestrados varios aparatos electrónicos que sustentarán la acusación.
Por ello, urge la actuación de doña Consuelo Porras, pues, de continuar omisa no solo dejará desamparado al país, sino que, además, se arriesgará a ser perseguida y encarcelada junto a su familia, debido a la falta de apoyo a la que Juan Francisco erróneamente aduce y por el encargo de activistas y demás Ongero´s que han visto en ella una obstrucción para lograr sus perversos fines, así como una venganza por las ordenes de aprehensión solicitadas en contra de los pares de esos delincuentes.
Por el momento Juan Francisco Sandoval Alfaro, ya se adelantó a comentar abiertamente que al primer intento de persecución en su contra por los crimines que ha cometido, saldrá en precipitada fuga del país, en busca de un asilo en el cuadrado del norte, siguiendo el ejemplo de los fugitivos del calibre de Thelma Aldana, Gloria Porras, Erick Archila Dehesa, Claudia Paz y Paz, y Manuel Baldizón Méndez.
El poder es efímero y pasa factura.
#UnFuturoSinSandoval

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