Pulso Económico

Tipos de inflación: doméstica, subyacente e importada

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La novedad del presente artículo radica en la inflación importada debido a su tendencia alcista, respecto a la inflación doméstica o interna, en los últimos meses conforme a reportes del Banco de Guatemala -Banguat-.  ¿Y por qué es una novedad? porque es un fenómeno macroeconómico inusualmente observado. Generalmente la inflación doméstica o interna tiende a ser mayor que la inflación importada especialmente en tiempos de estabilidad macroeconómica internacional (precios del petróleo estable, materias primas sin sobresaltos en sus precios y tipos de cambio coherente con la balanza de pagos).

Conforme a recientes reportes del Banco de Guatemala la inflación para el mes de agosto alcanzó la cifra de 3.62% que se sitúa dentro del rango proyectado por la Junta monetaria (3% a 5%); lo cual, devuelve la confianza en los agentes económicos.  Esto, a diferencia de la inflación observada en los meses de enero y febrero del 6% que produjo cierto pánico bancario. 

Ahora bien, desglosando el 3.62% de inflación del pasado mes de agosto, se tiene (conforme al Banco de Guatemala) que de ese valor porcentual, 1.95% corresponde a la inflación importada y 1.67% a la inflación doméstica o interna. 

En tanto que para el mes de enero la inflación doméstica o interna fue mayor que la inflación importada (6% = 3.84% inflación interna + 2.16% inflación importada).

Este giro o cambio porcentual de 180° entre enero y los meses sucesivos hasta agosto es un reflejo de la recuperación de la economía en Guatemala; en parte, al buen desempeño de la política monetaria, cambiaría y crediticia. Y a la recuperación del nivel de exportaciones. Aunque seguimos con el déficit de trasladar esa recuperación al guatemalteco de a pie. Gracias a las remesas familiares la población guatemalteca (especialmente del área rural y de los cinturones de pobreza urbana), logra salir adelante.

La enseñanza que está dejando la crisis sanitaria es que urge un cambio de modelo en las economías donde todo aquel que lo desee pueda participar productivamente en el desarrollo del país (en las artes, en el deporte, en la ciencia o en el trabajo empresarial). Asignatura, lamentablemente, pendiente.

Para continuar con el hilo conductor, si bien es cierto que el buen desempeño interno de la política macroeconómica ha logrado controlar la inflación doméstica se tiene el imponderable de la tendencia alcista de la inflación importada. La cual, es una variable externa e incontrolable por la autoridad monetaria ya que los precios a nivel internacional están condicionados a las fluctuaciones de las divisas más fuertes; para el caso de Guatemala, el dólar americano (US$).  Se hace notar que la inflación importada no solo es ocasionada por la fluctuaciones al alza del petróleo, pero también por todos aquellos productos importados de países con niveles de inflación por arriba de la inflación de Guatemala comparativamente hablando (Ejemplos: México, Brasil y Argentina).

A continuación, se presenta una gráfica de fuente el Banco de Guatemala, donde se podrá apreciar la tendencia alcista de la inflación importada en el presente año, 2021.

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Las barras representan la Inflación doméstica y la inflación importada. Se observar que al final del período la inflación importada supera a la inflación doméstica o interna. 

Pero…, ¿Qué es ‘La inflación’ y cómo se puede entender?

Es un incremento en el nivel de precios generalizado -a nivel agregado- y sostenido en un cierto período de tiempo mayor de cuatro meses consecutivos. En otros términos, inflación es la pérdida de poder de compra de una unidad de moneda de curso corriente, -en Guatemala- el quetzal. 

Debido al impacto de esta variable ‘La Inflación’ que desde sus causas puede tener un origen macroeconómico pero desde su efecto tiene un impacto microeconómico ¿Cómo? afectando el bolsillo del ciudadano y los costos de producción empresarial -Mipymes-. Debido a esto, es importante mantener bajo regulación y control la inflación. Dentro de la planificación del Plan Estratégico Institucional -PEI- de la política monetaria, la Banca Central proyecta multianualmente los niveles previsibles de inflación dentro de una banda inflacionaria con límite superior y límite inferior. Tal como se visualiza en la gráfica.

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En la gráfica no se incluye el año 2020, por ser un año atípico en el campo de las normalidades. Es decir, fue un año con disrupciones socioeconómicas. No obstante, la autoridad monetaria indica estar atenta a repuntes de inflación. Ya que esta, suele tener retardos o demora en aparecer, respecto a la emisión de moneda inorgánica dada por el BANGUAT, en ocasión de la emergencia, Covid-19. En este sentido, será más tarde entrado el año 2022 que podría repuntar la inflación, pero los instrumentos de política económica, serán fuente de alivio. Por hoy, la autoridad monetaria hace bien manteniendo la ‘Tasa Líder de Referencia’ en su actual porcentaje de 1.75, generando confianza en el agente económico. El tema puntual del nivel socioeconómico disruptivo ocasionado por la crisis Covid-19 y sus efectos en la inflación, será tratado en fascículo posterior. 

El éxito de la autoridad monetaria, ha sido gracias a la independencia de la Banca Central delante del Gobierno = Organismo Ejecutivo. Esta independencia de la autoridad monetaria tiene su fundamento en los artículos 132 = Moneda y 133 de la Constitución Política de Guatemala referido a que la Banca Central, excepto catástrofes o desastres públicos, no podrá otorgar financiamiento directo o indirecto al Estado, a sus entidades descentralizadas o autónomas ni a las entidades privadas no bancarias.  Este artículo de la Constitución es de trascendencia en el desarrollo económico del país. 

Pero esto no fue así siempre, hacia finales de los años ochenta y principios del noventa del Siglo pasado, el gobierno exigía a la banca central realizar emisiones de dinero inorgánico, sin respaldo; lo cual, desencadenaba niveles de inflación de dos dígitos, tirando hacia la alza. Hoy y a partir de aquel entonces, esto fue superado. Por ello, se tiene la confianza que la inflación que pudiera suscitarse o aparecer debido la emisión de moneda, Covid-19, que el BANGUAT efectuara a la Administración de Gobierno 2020-2024, sea controlada por Junta Monetaria, mediante la aplicación de instrumentos de política monetaria, cambiaría y crediticia en el control y manejo de posibles repuntes inflacionarios. 

El siguiente punto: inflación subyacente ¿Qué es?

Es una medida cuya finalidad es evidenciar el origen de los choques que afectan la inflación total y captura los efectos de demanda agregada en el comportamiento de la inflación total, a noviembre de 2019 registró una variación interanual de 3.07%, nivel que se ubica dentro de la meta establecida por la autoridad monetaria (4.0% +/- 1 punto porcentual). 

La inflación subyacente con este valor de 3.07% y para el intervalo de tiempo medido, sugiere que al aislar los efectos de los choques de oferta en el rubro de los alimentos, así como de los incrementos en el precio de los energéticos, el nivel de inflación es congruente con la posición cíclica de la economía (gráfica mostrada a continuación) en situación de auge como se visualiza en la gráfica, para el año 2019. El análisis del fenómeno inflacionario para el año 2020 se deja para el próximo fascículo.

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En otros términos la inflación subyacente puede comprenderse, igual, como aquella inflación  reflejada por el Índice de Precios al Consumo (IPC) cuando éste no toma en cuenta ni los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar. La exclusión de estos elementos del índice se debe a que son componentes cuyos precios sufren grandes fluctuaciones debido a eventos transitorios como conflictos internacionales, condiciones climáticas que afectan las cosechas o simplemente estacionalidad de los vegetales; incluso, conflictos sociales internos. De ahí que los bancos centrales prestan mayor atención a la medición de inflación subyacente como forma de medir el éxito de su política monetaria

Inflación Importada ¿Qué es?

La inflación importada es una de las causas de inestabilidad financiera en economías pequeñas y abiertas como las del Istmo Centroamericano. Por ello, es importante identificar las causas de la inestabilidad financiera que padecen los países, en este caso Guatemala, ya que si ella (la inflación) fuese principalmente de origen importada como actualmente y erróneamente aplicáramos soluciones relevantes para controlar la inflación pensando que ésta es de origen interno, causaríamos sin quererlo el estrangulamiento de la economía. Por ejemplo, si la inflación ha sido causada por el alza de los precios del petróleo y para corregir ese problema erróneamente restringimos el crédito interno correríamos el riesgo de paralizar el país. Más ahora, en tiempos de Covid-19. 

La inflación importada que padecen las economías pequeñas y abiertas está determinada por tres elementos básicos: (1) por la “canasta” de las importaciones, es decir, el porcentaje del total que importamos de un determinado país o región; (2) por la inflación doméstica que existe en cada “país suplidor” de nuestras importaciones; y (3) por las fluctuaciones del dólar de los Estados Unidos con respecto a monedas de terceros países, ya que nuestra moneda solo tienen acceso a los mercados mundiales a través del dólar. 

La verdad es que no hay aún ningún mecanismo que opere a nivel global para atenuar o impedir el actual contagio financiero, pero los países han encontrado formas de protegerse de los peores efectos de la volatilidad importada. Han acumulado reservas, abandonado los tipos de cambio fijos, y han refinanciado sus deudas en moneda extranjera por deuda en moneda local. 

Es importante ver la relación de la inflación importada y su impacto en la política fiscal.  Posiblemente, el aspecto más importante es el relacionado a la estabilidad de precios y las importaciones, está en la “simetría” que se requiere entre las políticas fiscales y monetarias por un lado, y la cambiaria (especialmente controles) por el otro lado. Debido a que esta simetría entre la política fiscal y la monetaria no se percibe con claridad en la mayoría de los países de la región.  De allí se desprende que la búsqueda de la estabilidad ha llevado a algunos países a protegerse de la volatilidad importada de otra forma. Desde mediados de los años 90’s muchos países de América Latina han estado acumulando enormes cantidades de reservas en moneda extranjera, sobre todo en dólares. Estas reservas han servido para evitar el contagio. Los bancos centrales de muchos países emergentes ahora cuentan con políticas creíbles y mucha liquidez y, en algunos casos, mucho más de las reservas necesarias. Para buena fortuna, Guatemala, por la vía del Banco Central (Banguat) se encuentra entre estos países gracias a que cuentan con reservas  fortalecidas en gran parte por las Remesas Familiares y apoyado por un exiguo comercio internacional, debilitado por Covid-19, entre otros factores. 

Esta información es sumamente importante para analizar y poder dar respuesta adecuada al problema inflacionario.  Ya que en el futuro, la inflación importada, podría implicar un desbalance en la estabilidad inflacionaria de Guatemala. Es prudente, entonces, que la autoridad monetaria no pierda de vista esta variable exógena, ‘La Inflación Importada’. Favor contemplar esta singular gráfica, con información sobresaliente. 

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Reflexión: no obstante, esta bondadosa descripción macroeconómica, se tiene que la macroeconomía no derrama sus beneficios al interior del país.  Lo cual es tan grave, como el mismo desprecio que la clase política, monopolios y los poderes del Estado tienen hacia el segmento poblacional guatemalteco que se encuentra sumergido en pobreza y desnutrición. 

Se exceptúan de este comentario honrosas excepciones de guatemaltecos que participan en política, empresarios con gran sentido social y personal técnico de la administración pública, con niveles de alto compromiso social y de alta dignidad. Honrosas excepciones.  

Por lo anterior, Guatemala necesita redefinir su visión de Estado iniciando con unas elecciones generales transparentes y legítimamente democráticas para llevar a cargos públicos a personas probas, una Ley Electoral y de Partidos Políticos que responda al fortalecimiento de la democracia (las reformas planteadas en la iniciativa 5886 requiere de más consenso con apoyo de la CAME = Comisión de Actualización y Modernización Electoral, instancia que convoca en su seno a sectores de la sociedad. Ver TSE); en el mismo orden de ideas, se requiere de una ley de Servicio Civil actualizada, mente reformada y una mejor ley de Contrataciones, dando capacidades y fortaleza a la Contraloría General de Cuentas -CGC-. En otras palabras, redefinir la estructura administrativa y política del Estado de Guatemala.

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