La Revolución de octubre de 1944
Tanmi Tnam
La vida de los pueblos originarios debe ser interpretada en el tiempo y en el espacio desde la invasión española, pasando por la colonia y la época republicana.
Durante la época republicana, la historia registra que Guatemala ha vivido dos revoluciones. En la vida de los pueblos indígenas, la primera, entre otras, se dedicó al saqueo, al trabajo forzado y a la ladinización. De la segunda revolución, ciertos sectores recuerdan algunos aportes. Sobre estos dos acontecimientos históricos hay mucha documentación que debe ser estudiada detenidamente para reorientar la vida del país por los caminos de la justicia y de la democracia.
La vida de los pueblos originarios debe ser interpretada en el tiempo y en el espacio desde la invasión española, pasando por la colonia y la época republicana. A los pueblos originarios les ha tocado vivir la peor parte, como la pérdida del territorio, la esclavitud, el genocidio, el trabajo forzado, el impacto de las dictaduras y el vivir bajo los dictados de otros interesados en prolongar el sufrimiento. Mucho se ha alargado el llegar a las oportunidades de vivir bajo sus propias instituciones que a la fecha se resisten a morir. Merecen análisis fechas como el 15 de septiembre de 1821, la revolución liberal de 1871, la dictadura de Ubico, la época revolucionaria de 1944 a 1954, la guerra civil, la Constitución de 1985 y los Acuerdos de Paz.
Algunos puntos acerca del tratamiento que recibieron los pueblos originarios en la Constitución Política del año 1945, que en su artículo 80 decía que “es función cardinal de la educación conservar y acrecentar la cultura universal, promover el mejoramiento étnico e incrementar el patrimonio espiritual de la Nación”. La cultura universal no identifica ni hace referencia a la cultura de los pueblos originarios y asume el mejoramiento étnico que consistió en el trabajo por la cultura oficial del Estado de Guatemala.
El artículo 83 de la Constitución de 1945 menciona que “se declara de utilidad e interés nacionales, el desarrollo de una política integral para el mejoramiento económico, social y cultural de los grupos indígenas”. A pesar de que, a la Revolución de Octubre, se le reconocen decisiones políticas de avance, en el tema pueblos originarios se negó a reconocer plenamente los derechos políticos de estos pueblos. Fue más fácil fortalecer la visión de integrar las culturas originarias sin tener que hacer esfuerzos por el reconocimiento a la autodeterminación. El tratamiento de la vida y de los elementos culturales de los pueblos originarios, el gobierno de la Revolución de Octubre, emitió el Acuerdo gubernativo de fecha 28 de agosto de 1945 que fue la creación del Instituto Nacional Indigenista, con el objetivo de eliminar el problema que se reconocía con la presencia de las culturas de pueblos originarios.
El Doctor Edgar Esquit, se refiere en un trabajo académico la masacre que los Kaqchikeles sufrieron en el municipio de Patzicía, Chimaltenango. Esta masacre ocurrió el día 22 de octubre de 1944 en plena vigencia de la Revolución de Octubre. Este hecho es digno de ser estudiado en sus pormenores para comprender otro de los momentos críticos que han vivido los pueblos originarios de Guatemala.
Con la Constitución de 1985, está pendiente el reconocimiento pleno de los pueblos originarios de Guatemala, continúa el racismo, la discriminación, la injusticia, la pobreza, la falta de servicios públicos y la ausencia de democracia. Estos son hechos que generan conflictos permanentes.
Lo vivido por los pueblos originarios desde la invasión española a la fecha, merece de la atención y participación de todos los pueblos y sectores de Guatemala para asumir responsablemente la construcción del Estado incluyente.

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