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La necesaria educación política

Tanmi Tnam

Guatemala, un país con poca o nula educación política desde las entidades del Estado y con reacción fragmentada de actores con inquietudes para la solución de problemas estructurales con el objeto de alcanzar condiciones de bienestar y democracia en contextos multiétnicos.

Hay actores y líderes sin apuesta por una educación política debido al impacto que pueda generar a las condiciones actuales que favorecen a muy pocos guatemaltecos, mientras que la mayoría y especialmente los pueblos originarios están al margen de todo. Estos pueblos están en desventaja para la construcción de la democracia en la estructura del Estado Monocultural, sin embargo, este vacío de educación política debe ser atendido por organizaciones y pueblos que luchan por construir la democracia deseada por todos.

La ciudadanía con educación política, tiene posibilidades de desterrar o disminuir la extrema pobreza, el hambre, la injusticia, los conflictos y la corrupción en las instituciones públicas y privadas. Con educación política para todas las edades, culturas y pueblos, hay viabilidad de ejercer derechos y obligaciones que propicien la organización de instituciones democráticas que oportunamente estarían velando porque todos los ciudadanos cumplan con sus obligaciones para el bien común desde el espacio donde le corresponde actuar responsablemente. La educación política se puede concretar de manera gradual con el conocimiento y aplicación de los derechos y deberes que están señalados en las leyes nacionales y en declaraciones universales, incluidas, las prácticas específicas de los pueblos originarios. Hay que demandar respuestas concretas y sanas al derecho a la vida, a la salud, a la educación, a la participación política, entre otros. También es urgente trabajar por la vida y el buen trato a la Madre Tierra y a todos los elementos de la naturaleza.

En los contextos locales, se observa con facilidad, casos en donde hay dudas acerca de la actuación de autoridades del sector público que trastoca el derecho a la vida, a la información, al desarrollo de la identidad como pueblo, pero que por desconocimiento de información y datos específicos acerca de tales hechos y otros se va consumando como si fuera lo más común. Personas y pueblos con dominio de sus derechos y obligaciones deben contrarrestar acciones que provocan el mal uso de los recursos públicos y más pobreza.

Ahora que se acercan las actividades que corresponden a los partidos políticos, muchos desconocemos la historia y el pensamiento de los partidos políticos, el cómo opera la corrupción, el enriquecimiento ilícito, cómo analizar la viabilidad de los ofrecimientos de los candidatos, el grado de racismo y discriminación en el pensamiento y en las propuestas de izquierda, del centro y de derecha, cómo está la representación de los pueblos originarios en la estructura del Congreso de la República, el Estado Monocultural, Estado y religión, financiamiento de los partidos políticos, entre otros. La convivencia en la diversidad y un proyecto político común es posible con adecuada educación política.

La educación política es una oportunidad para conocer y debatir en qué consiste la soberanía, la autonomía y la autodeterminación de los pueblos. Si el poder está en el pueblo, por lo mismo, tiene la oportunidad de decidir y orientar las acciones de sus respectivas autoridades en todos los niveles. Si en algún momento las autoridades no cumplen con sus ofrecimientos, no cumplen con las leyes justas y no cumplen con el uso transparente del dinero público tendrán problemas con su pueblo.

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